El amor verdadero es difícil de encontrar. Y los obstáculos en la búsqueda suelen ser más escarpados para los portadores del virus de inmunodeficiencia humana (VIH), el causante del sida.
Pero ¿qué sucede si la búsqueda se restringe a los iguales, es decir, a quienes también viven con el virus? ¿Se elevarían así las posibilidades?
Esas interrogantes llevaron a Ben Sassman a crear hace dos años una agencia de citas en Sudáfrica que opera a través de Internet, exclusivamente para portadores de VIH.
Este entusiasta internauta, empleado de una agencia de empleo especializada en personal médico, dijo que sus amigos portadores de VIH suelen quejarse de que sus citas fracasan en el momento en que revelan su condición.
"No tienen una segunda posibilidad", dijo Sassman a IPS. Con esa preocupación en mente nació thepositiveconnection.co.za, que es, al parecer, el primer servicio de su tipo en este país.
"Pensé que esto podría añadir un poco de clase al modo en que los seropositivos conocen gente nueva e interesante", agregó.
¿El sitio colmó las expectativas?
Desde el punto de vista financiero, Sassman se manifiesta desilusionado. La atención de la prensa que acompañó el lanzamiento del sitio no se tradujo en apoyo empresarial. Y este tipo de proyectos se financia con patrocinadores.
"Las grandes compañías no quieren asociar sus marcas con mi sitio. Ni siquiera las farmacéuticas… Todas me dijeron lo mismo", se lamentó Sassman.
Eso lo obligó a poner puntos suspensivos a la campaña que pensaba iniciar a través de Internet con el fin de atraer visitas a thepositiveconnection.co.za.
Los suscriptores del sitio aún no alcanzaron la marca de los 300, establecido por Sassman para comenzar a cobrar un arancel por el servicio. Por el momento, la suscripción es gratuita y Sassman mantiene el sitio con su tiempo y sus propios recursos.
Pero su agencia también debe lidiar con la brecha digital entre los pobres, sin acceso a Internet, y quienes sí pueden costeárselo.
No parece haber escasez de clientes para un sitio así en un país con 21,5 por ciento de la población adulta viviendo con VIH, según el Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre VIH/Sida (Onusida).
Pero una gran proporción de los portadores sudafricanos son demasiado pobres como para conectarse a la red regularmente… o no tienen en absoluto el dinero necesario para hacerlo alguna vez siquiera.
Gran parte de los pobres con VIH integran la mayoría negra de Sudáfricana, que aún lucha por salir de la pobreza en que la sumergió el apartheid, el régimen de segregación racial institucionalizada que rigió en este país hasta 1994.
Eso ubica el sitio de Sassman fuera del alcance de una gran proporción de los 6,2 millones de portadores del virus del sida que viven en Sudáfrica, que tiene una población de 4,5 millones de habitantes.
A pesar de esas restricciones, la agencia sirve a una amplia gama de suscriptores.
La portada del sitio, sobre un fondo amarillo claro, exhibe servicios especiales como recomendaciones acerca del uso del condón, análisis de seropositividad y sobre el VIH y el sida en general.
Los suscriptores pueden poner allí sus avisos personales, e incluso fotografías y clips de audio y de vídeo, así como también conversar en salas de chat con otros miembros.
MC, una de las mujeres registradas en el sitio, tiene piel clara y ojos castaños. Es una trabajadora de la salud de 29 años a quien le "encantaría encontrar un hombre honesto con quien compartir el amor y la vida".
Su novio podría ser cristiano, y si no es portador de VIH debe estar dispuesto a aceptar su condición.
Babes29, también de 29 años, vive en la ciudad costera de East London. "Soy una dama VIH positiva muy sensible y con los pies en la tierra, ambiciosa, honesta y confiable, de principios."
Entre los suscriptores varones, figura Ultraman, uno de los pocos que exhibe su foto. "Juntos podemos explorar los detalles íntimos de tu cuerpo y el mío", dice este empresario de 30 años.
Otro de los suscriptores, Richard Yell, quien trabaja como "orador motivacional" para homosexuales, cree que podría encontrar pareja no en es servicio en línea sino en otro, específico para gays.
De todos modos, su experiencia en sitios para portadores de VIH en Internet lo han convencido de la importancia del recurso. "Nadie me contactó en meses excepto mi nuevo compañero, y creo que eso fue porque él mismo era también seropositivo", opinó Yell.
Pero hay quienes critican a este tipo de servicios porque, aseguran, tienden a aislar a los portadores de VIH, lo que fortalece el estigma que sufren.
"En cierto modo, es segregación", dijo Tendayi Kureya, encargada de los programas de la cooperación irlandesa para personas que viven con el virus del sida en Zimbabwe.
Pero otros, como la activista Connie Setjeo, de Johannesburgo, replican que "el estigma ya está. No creo que esto lo refuerce".
Para Yell, el posible impacto social de estos sitios importa menos que los beneficios que brinda. "Todos necesitamos alguien a quien amar y ser amados por alguien, sea gay, heterosexual, blanco o negro, seropositivo o seronegativo", manifestó. (