La exclusión de la planificación familiar de los Objetivos de Desarrollo del Milenio, tema clave de la Cumbre Mundial que comenzó este miércoles en la ONU, fue intencional y responde a razones políticas y religiosas, afirmaron críticos.
Aunque el crecimiento de la población es un factor socioeconómico crucial en la lucha contra la pobreza y el hambre, el control de la natalidad "se salió del radar" cuando los 191 países miembros de la ONU (Organización de las Naciones Unidas) fijaron las metas del milenio hace cinco años, comentó un diplomático asiático.
El diplomático admitió que dos de los objetivos, relacionados con la mortalidad materna y la igualdad de género, tienen relación directa con los derechos reproductivos de las mujeres.
Sin embargo, no hay una referencia directa a la población y la planificación familiar, observó Werner Fornos, presidente de The Population Institute (Instituto de Población), con sede en Washington.
"Esto no fue un descuido, sino un cálculo deliberado" que responde a motivos religiosos y políticos, en un esfuerzo por aplacar a la derecha cristiana y a los políticos de derecha de Estados Unidos", dijo Fornos a IPS.
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La notable ausencia de "intervenciones vitales" es el resultado de un compromiso entre el gobierno de George W. Bush en Washington y la jerarquía de la Iglesia Católica en el Vaticano, afirmó.
Los Objetivos de Desarrollo del Milenio consisten en reducir a la mitad la pobreza extrema y el hambre, lograr la enseñanza primaria universal, promover la igualdad de género, reducir la mortalidad infantil, mejorar la salud materna y combatir el VIH/sida, la malaria y otras enfermedades, proteger el medio ambiente y crear una asociación mundial para el desarrollo.
Los ocho objetivos se concretan en 18 metas específicas a ser cumplidas hasta 2015 en la mayoría de los casos y medidas por 48 indicadores. Las metas tienen como referencia los niveles de 1990.
La Cumbre Mundial que reúne desde este miércoles hasta el viernes a unos 170 jefes de Estado y de gobierno en la sede de la ONU, en Nueva York, considerará propuestas para la reforma del foro mundial en su 60 aniversario y evaluará el avance hacia las metas del milenio.
"Pero ninguna de esas metas se alcanzará a menos que aceleremos los esfuerzos para reducir el rápido crecimiento de la población en los países más pobres del mundo", advirtió Fornos.
El Fondo de las Naciones Unidas para la Población (FNUAP) también previno que "la guerra contra la pobreza no se ganará a menos que asignemos más recursos a las mujeres y la salud reproductiva".
Los países en desarrollo que invierten en salud y educación y permiten a las mujeres tomar sus propias decisiones reproductivas han registrado un crecimiento económico más rápido que los otros, observa el FNUAP en su página web.
"Cuando las parejas pueden elegir el número de hijos, el momento y el espaciamiento entre ellos, están en mejores condiciones de asegurar recursos suficientes para cada miembro de la familia", destaca la agencia.
Así, "al canalizar recursos para la salud reproductiva, podemos salvar vidas, estabilizar el crecimiento de la población y a la vez controlar la propagación del sida, reducir la pobreza y promover la igualdad de género", agrega.
En un nuevo informe publicado la semana pasada, la División de Población del Departamento de Asuntos Económicos y Sociales de la ONU señaló que el grupo de los 50 países menos desarrollados del mundo representa 12 por ciento de la población mundial, o 759 millones de personas.
"Pero ese grupo absorberá un cuarto de todo el crecimiento de la población entre 2005 y 2015", advierte el estudio, titulado "Desafíos de población y metas de desarrollo".
Los países menos desarrollados tienen una alta natalidad y además altos niveles de pobreza extrema. "Veinte por ciento de su población combinada vive con menos de un dólar al día", dice el informe.
Thoraya Ahmed Obaid, subsecretaria general de la ONU y directora ejecutiva del FNUAP, dijo que, con el nuevo estudio, los líderes mundiales reunidos en Nueva York tienen otra prueba más de que la inversión en los derechos y la salud de las personas genera prosperidad, paz y seguridad.
"Confío en que nuestros líderes demuestren que han escuchado a los expertos, y, más importante, el reclamo de los pobres y vulnerables", dijo Obaid a IPS.