GRAN BRETAÑA: El problema de los estudiantes con dinero

En 2004 ingresaron a Gran Bretaña 10.000 millones de dólares en manos de estudiantes extranjeros. Pero hasta ahora, estos jóvenes no podían abrir cuentas bancarias y se movían con elevadas sumas en efectivo.

Shailesh llegó a Gran Bretaña para estudiar a principios del mes pasado. Lo hizo con una valija llena de dinero, no porque fuera rico sino porque no estaba seguro de poder abrir alguna vez una cuenta en un banco. Así que se acostumbró al estilo pre-bancario de guardar el dinero bajo el colchón.

"El banco quería una factura", dijo. "Como estudiante recién llegado, ¿cómo puedo tener un recibo de teléfono o de gas? ¿Cómo puedo probar mi domicilio cuando no tengo domicilio?", se preguntó.

Shailesh compartía con otros ocho estudiantes una pequeña casa de tres dormitorios al norte de Londres. "Había mucha tensión porque todos teníamos efectivo, y todos lo sabíamos", contó.

Las penurias de estos estudiantes ricos pueden terminar. La Asociación de Banqueros Británicos instruyó a los bancos para que habiliten abrir cuentas a estudiantes con el requisito de que presenten un documento de identidad.

Los banqueros británicos se están ayudando a sí mismos. La llegada de cientos de miles de extranjeros con grandes sumas de dinero en efectivo ha comenzado a despertar temores de que algunos laven dinero bajo la apariencia de transferencias de efectivo simplemente porque los bancos no abrirán cuentas para ellos.

"Esto es parte de un requisito general de la Autoridad de Servicios Financieros de que los bancos conozcan a sus clientes", dijo a IPS Brian Capon, de la Asociación de Banqueros Británicos. "Que los clientes puedan demostrar que son quienes dicen ser es parte del proceso general contra el lavado de dinero", explicó.

Los bancos tienen la obligación de controlar todas las cuentas e informar sobre transacciones inusuales, retenerlas y averiguar de qué se tratan, según Capon. Algunas transacciones en efectivo de estudiantes que finalmente pudieron abrir cuentas resultaron ser bastante importantes.

El costo anual de una matrícula universitaria para un estudiante ajeno a la Unión Europea es de aproximadamente 8.000 libras (14.500 dólares). El año pasado, 325.000 estudiantes extranjeros ingresaron a Gran Bretaña. Eso redundó en una entrada cercana a los 10.000 millones de dólares.

Incluso una fracción relativamente pequeña de esa suma que cambia de manos bajo la apariencia de "requerimientos estudiantiles", puede financiar una importante operación terrorista o de tráfico de drogas.

La Asociación de Banqueros Británicos no sugiere tal cosa. Pero las nuevas reglas buscan cerrar ese vacío legal mientras atienden una necesidad de los estudiantes extranjeros.

Las disposiciones entraron en vigor apenas antes del inicio del nuevo año académico en septiembre. Son parte de un paquete más grande de propuestas difundidas en una consulta pública del sector financiero. "Es probable que ese proceso de consulta termine a fines de este año", indicó Capon.

Las regulaciones bancarias se suman a otros pasos para endurecer las reglas de admisión de estudiantes extranjeros. Funcionarios de inmigración escrutan estrechamente a todas las instituciones que ofrecen cursos en el exterior, después de varios casos en los que se comprobó que la admisión a un curso era una excusa para la inmigración.

Muchos llegados presuntamente a estudiar han desaparecido del radar de las oficinas de inmigración. Aparte de sumarse a la población de inmigrantes indocumentados, su desaparición plantea la interrogante de si podrían haber ingresado al país como estudiantes, pero con propósitos terroristas u otros fines delictivos.

Para Gran Bretaña, estos estudiantes son una invalorable fuente de ingresos. Como parte de la estrategia de "vender" el país como una marca en el exterior, las autoridades reclasificaron a 400 institutos politécnicos como universidades, muchos de los cuales ofrecen diplomas británicos de cualquier tipo. El problema de las autoridades es que no son muchos los que vuelven a retirarlos.

"Vine aquí por decisión de ellos", dijo Shailesh. "Cuándo volveré será mi decisión", puntualizó.

Los funcionarios dicen que los estudiantes sin documentos pueden convertirse en una fuente de lavado de dinero en los próximos años, por el gran ingreso de efectivo en la economía. "Cualquier generación de dinero no declarado, y por lo tanto no contabilizado, es sospechosa", afirmó un ejecutivo bancario.

La nueva regulación, que implica dar a los estudiantes una identificación inmediata para abrir una cuenta bancaria, significa que las autoridades no perderán de vista su ubicación y sus movimientos de dinero Los funcionarios utilizarán esta facultad para controlar la inmigración de indocumentados y el lavado de dinero.

Archivado en:

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe