Más de cien mil personas de todo Estados Unidos y de otros países convergieron en Washington este sábado para reclamar el fin de la ocupación de Iraq y de la «guerra contra los pobres» que, según activistas, libran el Banco Mundial y el FMI.
La enorme manifestación coincidió con la reunión conjunta anual de las juntas de ambas instituciones multilaterales de comercio, que se celebra en la capital estadounidense.
La marcha, que reunió a personas de muy diversos orígenes nacionales y raciales en un trayecto que comenzó y finalizó en el monumento a George Washington, el primer presidente estadounidense, fue convocada por la red pacifista Unidos por Paz y Justicia (UFPJ).
Con banderas y carteles coloridos, marcharon por las avenidas que rodean la Casa Blanca, sede de la presiencia de Estados Unidos, el Tesoro (ministerio de finanzas) y varios monumentos, entonando canciones y consignas en pro de la paz internacional y la justicia económica.
Otra marcha que confluiría con la principal fue organizada por Movilización por Justicia Global, coalición de activistas que reclaman el fin de la "violencia económica" que atribuyen al Banco Mundial y al FMI (Fondo Monetario Internacional).
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Estos activistas partieron desde Dupont Circle con la consigna "Otro mundo está en construcción", en una de muchas actividades planificadas para coincidir con la manifestación antibélica.
Miles de policías se apostaron a lo largo del trayecto de las marchas y en estaciones del tren metropolitano. Las calles fueron cortadas en varios puntos, lo que impidió a muchos ingresar en la ciudad, incluidas personas que intentaban participar en las protestas.
"Esto no es sólo sobre la guerra, sino sobre la cantidad de gente que muere en todo el mundo a causa de políticas y acciones injustas. Gran parte de esas causas son económicas. Por eso, no solo nos enfrentamos a la injusticia militar. Debemos unir los puntos", dijo a IPS Virginia Setsheti, del Foro Antiprivatización.
"Los vínculos están allí para que todos las veamos. Las políticas de Estados Unidos en Iraq se parecen mucho a un programa de ajuste estructural al estilo del FMI, y a punta de pistola", agregó Basav Sen, del Movimiento por Justicia Social.
Una declaración emitida por los organizadores de la marcha critica las políticas del Banco Mundial y del FMI en todo el mundo y, específicamente, en Iraq.
El texto advierte que esas instituciones "ponen el lucro de las corporaciones por delante de las necesidades humanas básicas en todo el mundo". "Nos manifestaremos contra el robo corporativo de los recursos de Iraq y el aplastamiento de la economía iraquí a través de la privatización y el 'libre comercio'", agrega.
Dirigiéndose a los manifestantes, Dennis Brutus, un educador de 81 años que participó en el movimiento sudafricano contra el apartheid, urgió a desafiar al Banco Mundial y el FMI sobre bases morales.
"Luché contra el apartheid. Ahora nos enfrentamos con un apartheid global. El FMI y el Banco Mundial llevan adelante una agenda global que favorece a las grandes corporaciones, una agenda que enriquece a los más ricos y empobrece a los pobres", dijo Brutus a IPS.
"La obediencia ciega es vergonzosa", decía el cartel con que Brutus subió al estrado donde habló a la multitud.
El sacerdote cristiano Thomas Kocherry, de India, también pronunció un discurso en el acto. El religioso, quien realiza labores humanitarias en la comunidad de pescadores de Kerala, consideró que el colonialismo nunca terminó y que el Banco Mundial y el FMI son un legado imperialista.
"La globalización es una extensión de los poderes coloniales en Asia y África. Para mí, el Banco y el FMI son sus agentes", dijo a IPS.
Entre los manifestantes estaban Naurieen O'Conner, una residente de Washington, su esposo Rick y sus hijos Rose, de seis meses, y Daniel, de cinco años. "Esta es su primera manifestación", decía Naureen alzando a su bebé.
Roger Conant, quien se unió a la marcha desde Massachusetts con otros residentes en esa ciudad, acudió para manifestar su "oposición a la guerra" y su opinión de que "las políticas del Banco y el FMI no están funcionando".
"Debemos avisarle al mundo que no todos los estadounidenses estamos en favor de lo que el gobierno está haciendo en Iraq y en todas partes. El Banco Mundial, el FMI y la Casa Blanca están en Washington, y por eso vinimos aquí a decir que ya es suficiente. Nos negamos a ser parte de esta guerra injusta contra los pobres, tanto por medios económicos como militares", afirmó Leslie Matthews, uno de los manifestantes.
Estas protestas son la culminación de una semana de actividades que incluyeron, entre otras cosas, la representación de una "boda" entre el Banco Mundial y el Departamento de Defensa, con un activista disfrazado como Paul Wolfowitz, el actual presidente de la institución financiera y ex segundo al mando del Pentágono.
"El hecho de que Wolfowitz sea presidente del Banco Mundial refleja la conexión entre las instituciones militares y financieras. Ambas son controladas por los ricos", dijo Aniket Desai, una india que se unió a la marcha con su grupo de teatro callejero sudasiático.