Uruguay es la última escala del presidente venezolano Hugo Chávez en su cruzada por forjar asociaciones estratégicas con sus vecinos de América Latina. Este miércoles tocó la puerta de su par uruguayo Tabaré Vázquez para sellar lo que parece ser una alianza de largo aliento.
Hemos aprendido la necesidad suprema de la unidad sudamericana. Es el impulso originario que nos trajo aquí. En estas horas nos hemos propuesto caminar rápida y firmemente para apuntalar y acelerar la integración. La necesidad nunca fue más grande, dijo este miércoles Chávez en conferencia de prensa conjunta con Vázquez.
El mandatario uruguayo subrayó la coincidencia con Chávez en la necesidad de fomentar una comunidad de países de la región, evitando la acumulación de organizaciones e instituciones regionales, que más que acelerar, muchas veces dificultan el proceso integrador.
Vázquez sostuvo que la unión regional debía pasar por acuerdos concretos de integración en el campo energético, financiero, cultural y de comunicaciones.
El jefe de Estado venezolano visitará este jueves a su par argentino Néstor Kirchner y luego al brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, con quienes también buscará reforzar los lazos comerciales y de cooperación.
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La cumbre de este miércoles tomó especial relevancia considerando que Chávez ejerce desde julio la presidencia rotativa de la Comunidad Andina de Naciones (CAN), en tanto que Vázquez preside el Mercado Común del Sur (Mercosur).
La CAN (Bolivia, Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela) y el Mercosur (Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, y Chile, su miembro asociado más antiguo) suman casi a toda América del Sur, con excepción de los pequeños Surinam, Guayana Francesa y Guyana.
El petróleo hizo el resto. Los mandatarios anunciaron este miércoles un ambicioso acuerdo de explotación y refinación conjunta del crudo pesado venezolano.
Según el convenio, la compañía estatal Petróleos de Venezuela (Pdvsa) extraerá crudo de la oriental Franja del Orinoco, donde se calculan existen reservas por 360.000 millones de barriles (de 159 litros).
Pdvsa pondrá en acción muy pronto una nueva flota de buques petroleros, fabricados en Argentina y Brasil, que transportarán el crudo hasta el puerto de Montevideo, donde se encuentra la planta refinadora de la compañía estatal uruguaya Ancap.
Este acuerdo le asegurará a Uruguay la provisión total de petróleo por los próximos 25 años, aseguró Vázquez.
Además, en virtud de un acuerdo ya vigente, 75 por ciento del petróleo adquirido por Uruguay a Venezuela podrá ser pagado a 90 días, y el 25 por ciento restante en 15 años y con dos de gracia.
El primer envío ya se dirige a Montevideo. Se trata de un buque que transporta un millón de barriles y que llegará la próxima semana, dijo Chávez.
Por su parte, Vázquez subrayó que el acuerdo permite a Uruguay ahorrar en la compra de hidrocarburos, dado que el petróleo venezolano se cotiza a poco más de 40 dólares el barril, en tanto que el crudo dulce ligero estadounidense (West Texas Intermediate), superó este miércoles los 60 dólares por unidad.
El mandatario venezolano explicó que el primer envío de petróleo tendrá un costo de 40 millones de dólares, pero que Uruguay no pagará todo en efectivo, sino a través de otros proyectos de cooperación a largo plazo.
Doce millones de dólares de ese pago serán reinvertidos por Venezuela en una central productora de alcohol carburante extraído de caña de azúcar en la septentrional ciudad uruguaya de Bella Unión, donde el gobierno de Vázquez ya había prometido extender los cañaverales para crear empleos en la zona, la más afectada por la crisis económica.
Venezuela se beneficiará así del alcohol hecho en Uruguay para continuar con proyectos de energías más limpias.
El alcohol carburante o etanol puede utilizarse como combustible mezclado en distintas proporciones con gasolina, con el beneficio de que emite menos sustancias contaminantes.
En Venezuela ya iniciamos el programa de conversión de petróleo por alcohol para producir gasolina no contaminante. Esto es algo muy importante, afirmó Chávez.
Otros 18 millones de dólares del pago serán volcados en la modernización de una central productora de cemento en la meridional ciudad uruguaya de Minas.
Ancap, que también se dedica a fabricar cemento, se comprometió a entregar 100.000 toneladas anuales al Ministerio de Vivienda venezolano, impedido en avanzar en planes de construcción de casas por carecer de ese material.
Tenemos un plan gigantesco de viviendas que estamos adelantando. Queremos transformar unos tres millones de ranchos (hogares precarios) en buenas viviendas, o ampliarlas. Así que precisamos cemento para 20 años. Allá (en Venezuela, la empresa estatal productora de cemento) se privatizó, y nos quiere vender ahora el cemento más caro del mundo, afirmó Chávez.
El mandatario venezolano también adelantó que dentro de unos meses se hará un segundo envío de petróleo venezolano a Montevideo, lo que a su vez abrirá la puerta a nuevas inversiones, en este caso posibles asociaciones entre la empresa aérea uruguaya Pluna y la venezolana Conviasa.
Chávez presentó el mes pasado a la CAN un proyecto para crear una alianza estratégica entre los entes petroleros del bloque, denominada PetroAndina, así como una serie de proyectos de desarrollo social.
En junio, Venezuela pactó con Cuba, República Dominicana, Surinam y 10 países caribeños de habla inglesa la creación de Petrocaribe, una alianza que le permitirá a Caracas vender a precios más bajos unos 170.000 barriles diarios de petróleo a la región, 98.000 de ellos a La Habana.
En la cumbre del Mercosur, celebrada el mes pasado en Asunción, Chávez propuso crear un anillo energético sudamericano que incluya la construcción de un oleoducto desde los yacimientos gasíferos del noreste venezolano hasta el Río de la Plata.
Y antes había lanzado su idea de Petrosur, una alianza con petroleras del Cono Sur sudamericano.
En su afán de contrarrestar la influencia de Estados Unidos en América Latina y trabajar por un mundo multipolar, el mandatario venezolano impulsa la creación de la Alternativa Bolivariana de las Américas (ALBA), un proyecto opuesto al Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA), promovida por Washington.
El 24 de julio, Chávez concretó también su sueño de crear la emisora latinoamericana de televisión Telesur. La señal, que se proclama antiimperialista, se transmite por satélite a través de servicios por suscripción, y segmentos de sus programas son retransmitidos por emisoras estatales o canales de alcance local en varios países.
El socio mayoritario de la nueva televisora es Venezuela, cuyo gobierno promovió el proyecto durante más de un año y aportó el dinero para hacerlo posible, mientras que los minoritarios son Argentina, Cuba y Uruguay.
Sin embargo, la mayoría de los uruguayos aún no pueden ver los programas de Telesur, dado que sólo algunos de ellos son emitidos por un canal privado de cable y no, como se esperaba, por el estatal Tveo.