Casi tres meses antes de cumplir 81 años, el ex presidente y líder histórico del socialismo portugués Mario Soares anunció este miércoles su regreso a la actividad política para aspirar al máximo cargo que ocupó durante dos mandatos, entre 1986 y 1996.
El anuncio del fundador del Partido Socialista (PS) se produjo en una sala con capacidad para 800 personas, con la asistencia del primer ministro José Sócrates, quien convenció a Soares de aceptar medirse en los comicios de enero de 2006 con el ex premier conservador Aníbal Cavaco e Silva (1983-1995), su potencial adversario y rival político de siempre.
Soares había declarado con vehemencia varias veces que no se postularía otra vez a la Presidencia.
"Sería impensable. En política todo tiene su tiempo", dijo a IPS en una oportunidad. En una reciente entrevista con el periodista José Carlos de Vasconcelos, Soares reiteró que no sería candidato porque "nunca se regresa a lo que se hizo más o menos bien".
Pero este miércoles, quien se distinguió por su oposición a la dictadura corporativista (1926-1974) y fue reconocido por su papel en la consolidación de la democracia inaugurada hace 29 años, pensó que en política quizás todo tenga su tiempo, pero que nadie dijo cuánto.
Aparentemente, la jugada obedece al peligro de que, por primera vez, la derecha obtenga la primera magistratura.
El abogado Mario Alberto da Nobre Lopes Soares, nacido en Lisboa el 7 de diciembre de 1924, fue un prematuro activista político y pasó varios años en las cárceles de la Policía Internacional de Defensa del Estado, por oponerse al régimen del "O Estado Novo" de Antonio de Oliveira Salazar y Marcello Caetano.
No debe haberle desagradado una contienda con Cavaco e Silva, con quien tiene notorias diferencias políticas, en los planos nacional e internacional, pero a quien está lejos de considerar un enemigo.
Analistas portugueses coinciden en que Soares decidió pelear la que tal vez sea su ultima batalla política, ante la falta de candidatos en condiciones de derrotar a Cavaco e Silva.
Desde que el ex primer ministro socialista Antonio Guterres (1995-2002) rechazó la candidatura presidencial y optó en 2004 por aceptar el cargo de Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, Cavaco e Silva aparecía imbatible en todas las encuestas de intención de voto.
La biografía política de Soares indicaba que saldría de su retiro para complicar el camino a Cavaco e Silva.
Según la simple aritmética, Soares podría ganar ya que la suma de votos que obtuvo toda la izquierda en las elecciones legislativas de este año es de 60,4 por ciento del electorado.
Pero el tradicional 20 por ciento de votos que fluctúan entre el PS y el conservador Partido Socialdemócrata (PSD) vuelve un poco forzada esa contabilidad.
Unos dos millones de electores del péndulo del "centrão" (gran centro), son quienes deciden las elecciones en este país de 8,8 millones de votantes, especialmente en los comicios presidenciales, cuyos candidatos no son vistos como "de partidos", sino de todos los portugueses.
Desde el golpe de Estado de los capitanes izquierdistas del Ejército, el 25 de abril de 1974, el palacio de Belem (sede presidencial) solo ha sido ocupado por inquilinos de centro, de izquierda o designados por ésta.
Al asumir el poder, los capitanes designaron al general Antonio Ribeiro de Spinola para el cargo en el que permaneció solo cuatro meses, pues por sus posturas conservadoras ante el proceso de independencia de las entonces colonias africanas fue destituido por los militares, que en su lugar nombraron al mariscal Francisco da Costa Gomes.
Las primeras elecciones libres, celebradas en 1976, dieron un holgado triunfo al general Antonio dos Santos Ramalho Eanes, candidato centrista apoyado por el PS y el PSD, que derrotó al postulante de la derecha, almirante José Pinheiro de Azevedo, y al mayor Otelo Saraiva de Carvalho, un icono de la entonces extrema izquierda.
El segundo período de Eanes acabó con la consigna del poder a Soares, primer presidente civil emanado de elecciones democráticas, donde derrotó al entonces líder derechista Diogo Freitas do Amaral, hoy un independiente del área del PS y canciller del gobierno de Sócrates.
Pese a estos antecedentes históricos, nada asegura el triunfo a Soares, quien parte en clara desventaja ante su contendor.
Según dijeron a IPS sus colaboradores más cercanos, la campaña se sostendrá en su habilidad para los debates y en su gran presencia en los medios de comunicación nacionales y extranjeros, así como en su participación en numerosas actividades internacionales.
Desde 1997, Soares ha aceptado presidir la Comisión Mundial Independiente de los Océanos, la Fundación Portugal-África, el Movimiento Europeo, el Comité Promotor del Contrato Mundial del Agua y el Comité de Sabios del Consejo de Europa.
Oficialmente retirado de la política en 1996, cuando entregó el mando al actual presidente socialista Jorge Sampaio, Soares nunca dejó de intervenir en asuntos de relevancia internacional y de gran repercusión en el país.
Así, se opuso frontalmente al gobierno de Guterres, que apoyó y participó en los ataques al régimen serbio de Slobodan Milosevic en 1999, y fue un enemigo abierto del apoyo incondicional a Estados Unidos del ex primer ministro y actual presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durão Barroso respecto de la invasión de Iraq, en 2003.
"Podemos no gustar de Milosevic, pero eso no justifica que países de la Unión Europea apoyen bombardeos a ciudades abiertas, con miles de muertos civiles. Con esa lógica, los portugueses deberían haber pedido el bombardeo de Lisboa y los españoles el de Madrid durante (las dictaduras de) Salazar y (Francisco) Franco", comentó polémico durante los bombardeos a Belgrado.
Fue el inicio de un viraje hacia la izquierda de este socialista considerado hasta entonces de centro-izquierda y buen amigo de Estados Unidos.
El cambio fue gradual y se jugó en varios palcos, como su participación en el Foro Social Mundial de Porto Alegre, donde pronunció discursos de oposición frontal a la "globalización neoliberal" defendiendo una "de rostro humano y no dirigida por tecnócratas sin rostro".
Ante los comicios de enero, resta saber qué rumbo tomará la izquierda no adscrita al PS. El Partido Comunista Portugués (PCP) ya presentó como candidato a Jerónimo de Sousa, su secretario general, quien no descarta desistir a última hora a favor de Soares, mientras los ex trotskistas del Bloque de Izquierda (BI) guardan silencio.
Es una incógnita qué proporción del 46 por ciento de votos del PS serán del "centrão".
Los únicos sufragios seguros, disciplinados, con que cuenta la izquierda son los del PCP (7,6 por ciento) y los del BI (7,2 por ciento), en suma un 15 por ciento crucial para el regreso de Soares a Belem.
* Mario Soares es presidente del Consejo Directivo de la agencia de noticias IPS (Inter Press Service).