La ONU, criticada por las fallas inherentes de su estructura política, está tan preocupada por su reforma que la próxima Cumbre del Milenio podría perder de vista su principal meta: un plan de acción para combatir la pobreza extrema y el hambre.
El desarrollo ha quedado postergado, principalmente por la propagación de la idea de que las metas del milenio ya fueron acordadas y no hay nada que negociar, dijo Saradha Iyer, de la Red del Tercer Mundo, una organización no gubernamental con sede en Malasia que observa de cerca al foro mundial.
El mandato de la cumbre, a realizarse del 14 al 16 de septiembre, consiste en evaluar el avance hacia los Objetivos de Desarrollo del Milenio fijados por los 191 países miembros de la ONU (Organización de las Naciones Unidas) en 2000.
Los Objetivos incluyen la reducción de la pobreza extrema y el hambre a la mitad, la educación primaria universal y la promoción de la igualdad de género y la autonomía de la mujer.
También incluyen la reducción de la mortalidad materna en tres cuartos, de la mortalidad infantil en dos tercios, y el combate al sida, la malaria y otras enfermedades. Las metas específicas deben cumplirse antes de 2015 y tienen como referencia los niveles de 1990.
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Pero a juzgar por las tendencias actuales, dijo Iyer, la cumbre podría terminar concentrada en el mantenimiento de la paz, el terrorismo, los derechos humanos y la propuesta reforma del Consejo de Seguridad, el órgano ejecutivo de la ONU.
La ONU debería concentrarse en crisis y emergencias humanitarias y dejar las cuestiones de terrorismo y seguridad en manos de las grandes potencias, que saben más de eso, dijo a IPS.
Pero no nos engañemos, porque los recientes atentados en la capital de Gran Bretaña y en Egipto sólo fortalecerán la resolución de Estados Unidos para intensificar su guerra contra todos nosotros en nombre del terrorismo, advirtió.
Mientras, señaló Iyer, las negociaciones comerciales sobre el acceso a los mercados, que podrían y deberían obrar en beneficio de los países en desarrollo, parecen dirigidas al fracaso.
La Cumbre del Milenio fue descripta por el secretario general de la ONU, Kofi Annan, como la mayor reunión de líderes mundiales de la historia. Se realizará del 14 al 16 de septiembre y contará con la participación de 122 jefes de Estado, 55 jefes de gobierno y más de 13 cancilleres y altos funcionarios.
En una conferencia de prensa realizada el martes, Nicola Reindorp, de la organización humanitaria Oxfam Internacional, expresó temor a que la cumbre no produzca un verdadero progreso para los más pobres y vulnerables si no acuerda compromisos mínimos.
Reindorp clasificó esos compromisos mínimos en cuatro: cumplimiento de las metas del milenio; protección de los civiles en conflictos armados; un tratado sobre comercio de armas, y nuevas respuestas a desastres humanitarios.
Estamos muy lejos de cumplir los Objetivos del Milenio para 2015, advirtió.
Según Reindorp, los líderes de los países más poderosos también deberían comprometerse a aumentar la ayuda para el desarrollo en un plazo específico, a permitir el acceso libre de cuotas y aranceles a las exportaciones de los países en desarrollo, y a aliviar la deuda de las naciones más pobres.
Este es el momento. Sólo nos quedan 10 años para el plazo de 2015, urgió.
La próxima cumbre no sólo revisará el progreso realizado hasta ahora, sino que también fijará la agenda de desarrollo para la próxima década.
Al actual ritmo de progreso, muchas de las metas del milenio no se alcanzarán en varias partes del mundo, advirtió Oxfam en una declaración publicada el mes pasado.
Trágicamente, el objetivo de eliminar la disparidad de género en la educación primaria y secundaria ya no se alcanzará, agregó la organización, con sede en Londres.
Desde el mes pasado, la Asamblea General de la ONU está ocupada con la propuesta reestructuración del Consejo de Seguridad.
El Consejo es el único organismo de la ONU facultado para tomar decisiones de guerra y paz, y está dominado por sus cinco miembros permanentes con poder de veto: Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña, China y Rusia. Tiene, además, 10 miembros rotativos.
Un comité de expertos nombrado por el secretario general efectuó una serie de propuestas para la reforma del foro mundial que incluye iniciativas de ampliación del Consejo, pero sin alterar el poder de veto exclusivo de las cinco potencias nucleares mundiales.
Alemania, Brasil, Japón e India reclaman asientos permanentes para sí y para dos naciones africanas aún no designadas.
La presentación formal de una proupesta de Alemania, Brasil, Japón e India… ensombrece las metas del milenio, que debían ser el centro de atención de la comunidad internacional en la Cumbre del Milenio, observó un diplomático asiático.