El saldo mortal de la estampida de peregrinos chiitas en una mezquita de Bagdad continuaba elevándose este miércoles. Pero no fue una bomba real, sino el rumor sobre un posible atentado suicida, lo que desató el caos en la capital iraquí.
Funcionarios de seguridad indicaron que al menos 800 personas murieron y 323 resultaron heridos en Bagdad, donde los atentados son cosa de todos los días desde la ocupación de Iraq por parte de una coalición internacional encabezada por Estados Unidos en marzo de 2003.
La mayoría de los muertos de este miércoles encontraron su destino atrapados por la marea humana en un puente sobre el Tigris o al caer al río, mientras se propagaba el pánico en la multitud de fieles chiitas tras un ataque insurgente contra una mezquita cercana.
"Había una enorme multitud sobre el puente. Lo que ocurrió fue que un terrorista lanzó el rumor que llevó a la estampida", dijo el ministro del Interior Bayan Baker Solagh al canal estatal de televisión Iraqia.
"El terrorista señaló con el dedo a otra persona y dijo que llevaba explosivos… Eso produjo el pánico", aseguró Solagh.
[related_articles]
Según datos recogidos en hospitales cercanos, muchas de las víctimas del incidente más mortal en Iraq desde la invasión fueron mujeres y niños.
El gerente general del Ministerio de Salud iraquí, Jaseb Latif Alí, pronosticó que el saldo de este episodio alcanzaría las 1.000 personas una vez que se recuperaran todos los cadáveres de las barrosas aguas del Tigris.
El consejero de Seguridad Nacional, Muwaffaq al-Rubaie, acusó de la tragedia a "saddamistas y zarqawistas".
Al-Rubaie aludía al presidente iraquí depuesto por la invasión Saddam Hussein, hoy preso, y a Abu Musab al-Zarqawi, el radical jordano de 37 años asociado a la red terrorista Al Qaeda a quien se atribuye la mayoría de los atentados suicidas, secuestros y ejecuciones de extranjeros.
Las víctimas figuraban entre el millón de peregrinos que se congregaron en el distrito bagdadí de Khadimiya para la ceremonia anual en conmemoración de la muerte hace 12 siglos del imán chiita Musa al-Khadim.
"Estábamos en el puente. Había miles de personas alrededor mío", dijo a los periodistas Fadhel Alí, un sobreviviente de 28 años. "Escuchamos a alguien decir que un terrorista suicida estaba en la multitud. Todos gritaban, por lo que salté el puente hacia el río y nadé hasta la orilla."
"Vi niños, mujeres y ancianos cayendo detrás mío al agua", agregó.
El primer ministro iraquí Ibrahim Jaafari impuso un periodo de luto de tres días y apareció ante las cámaras de televisión llamando a la unidad nacional.
Analistas advirtieron que el incidente podría elevar las tensiones pocos días después de que los representantes de la comunidad sunita rechazó el proyecto de nueva constitución, que será sometido a referéndum el 15 de octubre.
"Los sunitas ven el proyecto como un documento prochiita. Inevitablemente, esto tendrá más consecuencias que un simple accidente azaroso", dijo a la Australian Broadcasting Corporation el corresponsal del diario The Times de Londres, Richard Beeston.
En un mensaje a través de un sitio en Internet, la organización islámica sunita Jaysh al-Taefa al-Mansura se responsabilizó por el ataque con mortero de este miércoles sobre una gran multitud chiita reunida en la mezquita de Kadhimiya. En el atentado, murieron 16 personas y docenas resultaron heridas.
Helicópteros Apache estadounidenses atacaron a los supuestos perpetradores del atentado, según informes de Washington. Dos horas después, se registró la estampida.
El embajador de Estados Unidos en Iraq, Zalmay Khalilzad, consideró que debería modificarse la actual iniciativa constitucional para lograr el aval sunita. Todavía no se alcanzó un "proyecto final, final", advirtió.
Khalilzad se encontraba al realizar esas declaraciones junto al líder sunita Adnan al-Dulaimi, quien había urgido a los sunitas a rechazar la constitución.
La mayoría de los 26 millones de iraquíes son chiitas (62 por ciento), la población hegemónica en el sur, mientras en el centro predominan los sunitas (35 por ciento), el grupo islámico dominante en el mundo árabe y también en el régimen de Saddam Hussein.
En cuanto a la composición étnica de la población iraquí, los árabes constituyen las tres cuartas partes, mientras los kurdos, la mayoría de los cuales profesan el Islam sunita, suman 20 por ciento.
La comunidad kurda es mayoritaria en el norte, pese a la campaña de limpieza étnica implementada en el área por el gobierno de Saddam Hussein.
Mientras kurdos y chiitas consolidaron para las elecciones del 31 de enero pasado frentes unidos en las elecciones, la mayoría de los partidos sunitas boicotearon las elecciones. Así, su representación electoral quedó muy acotada.
Uno de los puntos de conflicto es que el proyecto constitucional identifica a Iraq como país islámico pero no árabe, en una concesión dirigida a los kurdos y chiitas. Muchos sunitas consideran que el cambio amenaza los vínculos del país con el mundo árabe y los afianza con Irán, gobernada desde 1979 por un régimen islámico chiita.
El atentado de este miércoles no fue el primero que tuvo como blanco una procesión chiita. En marzo de 2004, terroristas suicidas atacaron a los feligreses de la mezquita del Imán Kadhim y un sitio sagrado de Karbala, lo cual terminó con la muerte de al menos 181 personas. ***** + +Iraq, ¿democracia o desintegración? (https://ipsnoticias.net/nota.asp?idnews=34962) (FIN/IPS/traen-mj/ks/ik ip hd cr/05)