GRAN BRETAÑA: Se derrumba argumento policial en caso Menezes

El principal argumento esgrimido por los policías de Londres que ejecutaron el 21 de julio al brasileño Jean Charles de Menezes, al que tomaron erróneamente por un terrorista suicida, fue que salió corriendo cuando le dieron la voz de alto. Nuevas pruebas indican que no fue así.

Declaraciones policiales y de testigos divulgadas por la emisora de televisión británica ITV sugieren que De Menezes no corrió, sino que pasó la barrera de los boletos en forma normal, y además que estaba sentado en un vagón cuando varios agentes lo sujetaron y mataron de ocho disparos.

En contraste, la policía sostenía que un hombre con apariencia surasiática había saltado una barrera dentro de la estación de trenes de Stockwell y corrido. El hecho ocurrió dos semanas después de los atentados con bomba en el sistema de transportes londinense, que dejaron al menos 56 muertos.

El caso está plagado de contradicciones. La policía dijo haber sospechado que De Menezes llevaba bombas sobre su cuerpo porque usaba un abrigo grueso, aunque era verano, pero las nuevas pruebas indican que llevaba una chaqueta liviana de tela vaquera.

Además, en una primera instancia se dijo que el brasileño de 27 años era observado desde que abandonó el edificio donde vivía para tomar un autobús, y que luego fue seguido en su viaje de 15 minutos hasta la estación de trenes.

Sin embargo, la policía no explicó por qué razón vigilaba a un electricista brasileño, ni por qué, si sospechaba que cargaba bombas, no lo interceptó antes de que tomara el autobús.

Una vez ejecutado, las autoridades anunciaron que estaba ”directamente vinculado” con las investigaciones sobre los atentados frustrados del día anterior en trenes metropolitanos. Poco después, reconocieron que no existía tal vinculación.

También se dijo que De Menezes era un inmigrante ilegal y que por eso corrió cuando vio a la policía, pero luego se estableció que sus papeles estaban en regla.

Tras el asesinato del joven, el comisionado de policía de Londres, Ian Blair, justificó la acción de los policías al decir que ”pensaron que estaban ante un terrorista suicida”, y defendió la política de ”tirar a matar” contra cualquier individuo sospechoso de querer perpetrar un atentado.

Su predecesor, John Stevens, manifestó compasión, pero no hacia la víctima ni su familia. ”Mi corazón está con el agente que mató a este hombre en la estación de Stockwell”, expresó.

Ian Blair dijo que la fuerza letal era la única opción disponible para los agentes del caso, pero esa afirmación quedó en cuestión cuando la policía se limitó a usar una pistola paralizadora para detener a Yasin Hassan Omar, uno de los sospechosos de los atentados del 7 de julio.

El caso es investigado por la Comisión Independiente de Denuncias Policiales. El organismo estudia declaraciones de testigos según los cuales la policía persiguió por error a De Menezes porque el oficial a cargo de la vigilancia del edificio estaba ”en el baño”.

También investiga por qué los ocupantes de los apartamentos vecinos al de la víctima no lo identificaron como inocente, y por qué se le permitió abordar un autobús si estaba bajo sospecha, aunque fuera por error.

La policía se negó a hacer comentarios sobre las nuevas pruebas. ”La Comisión de Denuncias Policiales está investigando el caso, por lo tanto no corresponde que hagamos declaraciones”, dijo una portavoz policial a IPS.

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