TERRORISMO-GRAN BRETAÑA: Ataque al corazón de Europa

Líderes de Europa condenaron los atentados con bomba de este jueves en un autobús y en el sistema de trenes subterráneos de Londres, y lo calificaron de un ataque al corazón del continente.

Las explosiones se produjeron a la hora de la mañana de mayor movimiento de pasajeros. Por lo menos 37 personas murieron y 700 resultaron heridas, según datos oficiales, pero en forma extraoficial se manejan cifras mucho mayores.

Hasta varias horas después de los atentados, las autoridades no habían anunciado quién podría ser el responsable, aunque la cadena británica BBC informó que un grupo autodenominado ”la organización secreta de Al Qaeda en Europa” se atribuyó los ataques.

Este grupo, en un comunicado no confirmado oficialmente, exhortó a ”los gobiernos de Dinamarca e Italia y otros cruzados” a retirar sus tropas de Afganistán e Iraq.

Poco después de las explosiones, el presidente de la Comisión Europea —órgano ejecutivo de la Unión Europea—, el portugués José Manuel Durao Barroso, afirmó que las explosiones fueron un ”ataque a las libertades fundamentales que va directo al corazón de Europa”.
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Durao Barroso asistía a la cumbre del Grupo de los Ocho (G-8) países más poderosos (Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña, Italia, Japón y Rusia), que se desarrolla hasta este viernes en la localidad escocesa de Gleneagles.

”Este es un ataque contra el pueblo de Gran Bretaña, es un ataque contra la democracia”, señaló.

”La UE ofrecerá todo apoyo y asistencia disponible a las autoridades británicas para enfrentar esta atrocidad. Debemos pararnos firmes y juntos contra el terrorismo en todas sus formas”, exhortó Durao Barroso.

”En un tiempo en que los líderes del mundo se unen para luchar contra la pobreza, no podemos permitir que prevalezca el lenguaje de la violencia. Los ataques de hoy confirman la urgencia de la solidaridad mundial y la acción”, añadió.

Mientras, en Roma, el comisario de Justicia de la UE, el italiano Franco Frattini, afirmó que los atentados demostraron la vuelta del terrorismo al ”corazón” de Europa e instó a las naciones del bloque a buscar mayor coordinación en materia de seguridad y lucha antiterrorista.

”Quisiera subrayar que éste no es un ataque sólo contra Gran Bretaña o sus ciudadanos, sino un ataque contra toda Europa y contra todos nosotros, todos los ciudadanos europeos. Este es un ataque contra todos los que defienden y promueven los derechos humanos y nuestros valores compartidos de libertad, justicia y seguridad”, señaló.

”¿Qué tenemos que hacer? Activar de inmediato la coordinación entre los servicios de inteligencia y las fuerzas policiales y ofrecer a Gran Bretaña toda la ayuda que necesita”, agregó.

Por su parte, el presidente del Parlamento Europeo, el español Josep Borrell, expresó su solidaridad con todas las víctimas de ”este ataque brutal”. El cuerpo legislativo guardó un minuto de silencio en su sesión plenaria.

”Como presidente del Parlamento y ciudadano de un país que apenas hace un año experimentó los horrores de ataques terribles como éstos, quiero enviar un mensaje de solidaridad con el pueblo británico”, afirmó.

”Estamos todos con ustedes, pueblo británico, y nunca permitiremos que las atrocidades o el terrorismo derroten los valores de paz y democracia”, agregó.

Varios partidos políticos en el Parlamento también condenaron los atentados.

Los líderes verdes Daniel Cohn-Bendit y Monica Frassoni dijeron que el momento de los atentados fue ”particularmente cínico”.

Gran Bretaña es el centro de atención mundial esta semana, no sólo por la cumbre del G-8, sino también por la elección de Londres el miércoles como sede de los Juegos Olímpicos de 2012.

”Los líderes de los países más ricos del mundo finalmente hablan de buscar formas de mejorar la vida de los más pobres del mundo. Sugerir que esa idea es equivocada es escandaloso y obsceno”, expresaron ambos parlamentarios.

Muchos países reforzaron sus medidas de seguridad tras los atentados.

Francia, Italia, España, República Checa y Estados Unidos se declararon en estado de alerta, y en Budapest se evacuaron dos grandes centros comerciales como medida preventiva.

España condenó los ataques y ofreció ayuda a Gran Bretaña para ”perseguir a los criminales que perpetraron un ataque tan repugnante contra una ciudad que está celebrando su elección como anfitriona de los Juegos Olímpicos de 2012”.

La capital española fue blanco de una cadena de ataques terroristas en trenes, en marzo de 2004, que dejaron 191 muertos.

La organización de derechos humanos Amnistía Internacional declaró que los ataques a medios de transporte urbanos revela ”un total desprecio por los principios más fundamentales de humanidad”.

”En este momento, más que nunca, debemos superar el miedo con esperanza, la inercia con acción, y la indiferencia con solidaridad”, exhortó Irene Khan, secretaria general de Amnistía, con sede en Londres.

”Nuestra vulnerabilidad común nos transforma en parte de esta tragedia, pero nuestra humanidad común y nuestras convicciones sobre derechos humanos deben transformar el miedo en solidaridad y acción”, agregó.

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