El presidente estadounidense George W. Bush anunció su plan de duplicar la ayuda anual a África subsahariana para 2010 y lanzar una serie de proyectos para reducir a la mitad las muertes por paludismo e impulsar la asistencia de niños y niñas a la escuela.
Menos de un mes antes de su anuncio, Bush había desairado a su principal aliado en el exterior, el primer ministro británico Tony Blair, quien llamó a los países ricos a incrementar masivamente su asistencia a la región más pobre del mundo.
En las vísperas de la cumbre del Grupo de los Ocho (G-8) países más poderosos del mundo, de la que será anfitrión Blair en la localidad escocesa de Gleneagles, Bush informó que sumará en los próximos cinco años 400 millones de dólares a los esfuerzos para aumentar la escolaridad, especialmente de las niñas.
En ese mismo periodo, Washington incorporará a los paquetes de ayuda existentes 1.200 millones de dólares para fortalecer las actividades contra el paludismo (enfermedad también llamada malaria).
Pretendemos cubrir a más de 175 millones de personas en 15 o más países. Queremos reducir el paludismo en esos países a la mitad, y salvar cientos de miles de vidas, dijo, en relación al programa sobre paludismo, en un discurso dado en Washington.
Los primeros países a los que se brindará la asistencia son Tanzania, Uganda y Angola. Bush urgió a otros países ricos y a organizaciones privadas a unirse a sus esfuerzos. La Fundación Bill y Melinda Gates ya participa activamente en las campañas contra la malaria.
Las reacciones al anuncio de Bush fueron mezcladas. Blair lo aplaudió, al considerarlo un paso importante y bienvenido que crea un verdadero impulso para un resultado exitoso en Gleneagles. La situación de África y el recalentamiento del planeta son las prioridades de la cumbre del G-8.
Las organizaciones de la sociedad civil, que en general desde comienzos del gobierno de Bush en 2001 lo han presionado para aumentar la asistencia y resolver el alivio de la deuda externa de los países africanos, se mostraron más circunspectas.
Chad Dobson, director de políticas de la filial estadounidense de la organización humanitaria internacional Oxfam, calificó el anuncio de bienvenido primer paso.
Pero Dobson sugirió que la suma de dinero propuesta por Bush aún era menor de la requerida para cubrir una porción adecuada de los 25.000 millones de dólares que, según Blair y la Organización de las Naciones Unidas (ONU), se requieren como ayuda adicional anual para reducir la pobreza en África a la mitad para 2015.
El total de dinero añadido a proyectos ya existentes, como el Plan Presidencial de Emergencia para el Alivio del Sida y la Cuenta del Desafío del Milenio, ascenderá a unos 900 millones de dólares en un periodo de cinco años.
También es posible, según Dobson, que el Congreso legislativo estadounidense rechace la iniciativa de Bush. De hecho, la Cámara de Representantes redujo esta semana los 3.000 millones de dólares solicitados por el presidente para la Cuenta del Desafío del Milenio a 1.750 millones.
La Cuenta, programa lanzada con gran fanfarria por Bush hace tres años, ha aprobado hasta ahora menos de media docena de proyectos por apenas 500 millones de dólares.
El paludismo, enfermedad que se infecta por picaduras de mosquitos, mata a unso 3.000 niños y niñas de África cada día. Bush informó que las acciones iniciales en los tres primeros países incluirían la aplicación de insecticidas y de mosquiteros impregnados en esas sustancias en viviendas, así como la administración de nuevos medicamentos.
Otros cuatro países se sumarían al programa en 2007, y al menos cinco más en 2008.
Bush explicó su propuesta sobre la base de la conciencia. Pero también al hecho de que nuestros intereses están directamente en juego.
El 11 de septiembre de 2001, los estadounidenses descubrimos que la inestabilidad y anomia en un país distante puede traer peligros al nuestro. Libramos la guerra contra el terror con nuestra fuerza; ganaremos la guerra contra el terror con libertad, con justicia y con esperenza, sentenció.
En el mismo discurso, Bush reiteró por segunda vez en un mes que la crisis humanitaria que sufre la comunidad negra de Darfur, en Sudán, constituía un genocidio.
Estados Unidos, informó, transportará 1.000 soldados ruandeses a la región sudanesa, en el marco de una operación de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) en respaldo de la misión de paz instalada allí por la Unión Africana. (