El precio del crudo se mantuvo este viernes sobre los 54 dólares por barril en los mercados de América, y por encima de 53 dólares en los de Europa, a pesar de señales de que la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) abriría más sus grifos en el segundo semestre de este año.
El West Texas Intermediate (WTI o crudo dulce ligero), marcador estadounidense, llegó hasta 54,55 dólares por barril de 159 litros en el mercado de Nueva York, pero luego bajó hasta 54,05 dólares, es decir, 23 centavos menos que su cotización del jueves.
En Londres, el crudo Brent del Mar del Norte, de referencia europea, retrocedió diez centavos respecto de la víspera y se transó a 53,72 dólares el barril.
Los promedios semanales, de más de tres dólares por barril sobre los valores de mayo, fueron de 54,72 dólares para el WTI, 53,36 dólares para el Brent, y 50,72 dólares para la cesta de siete crudos que utiliza la OPEP, informó el Ministerio de Energía en Venezuela.
La preocupación por la formación de la primera tormenta tropical del año, Arlene, en el (océano) Atlántico, la que se pronostica que puede alcanzar el Golfo de México durante el fin de semana, y problemas operacionales en refinerías de Estados Unidos que generan temores por el suministro de productos refinados para finales de año, fueron factores determinantes del comportamiento de los precios, dijo el informe venezolano.
Pero los operadores de mercado auscultan otras señales, comenzando por las que envía la Agencia Internacional de Energía (AIE), de países industrializados, según la cual la demanda global para este año, un promedio de 84,3 millones de barriles por día, subirá a 86,4 millones de unidades en el último trimestre.
El nuevo estimado es 200.000 barriles más alto que el de hace un mes, y para los operadores significa adelgazar el colchón entre la producción petrolera actual, estimada por la AIE en 84,6 millones de barriles diarios, y la máxima posible en caso de alguna severa contingencia.
El planeta produce petróleo casi al máximo de lo posible, y apenas la OPEP tiene una capacidad cerrada que medios independientes estiman entre 1,5 y 2 millones de barriles por día, casi toda en Arabia Saudita.
La OPEP está integrada por Arabia Saudita, Argelia, Emiratos Árabes Unidos, Indonesia, Irán, Iraq, Kuwait, Libia, Nigeria, Qatar y Venezuela, con un potencial de producción de 31,5 millones de barriles por día, de los que extrajo en mayo 29,3 millones de barriles diarios.
El miércoles 15 de junio la OPEP reunirá su conferencia de ministros de Energía en Viena para decidir si inyecta más crudo al mercado en el segundo semestre de 2005 para contener los precios y favorecer así el crecimiento económico mundial, lo que apuntala sus ingresos para el mediano y largo plazo.
El ministro qatarí Abdullah al-Attiyah dijo que en Viena estudiaremos todos los reportes acerca de las condiciones del mercado y tomaremos una decisión que lleve a estabilizar los precios a un nivel apropiado.
El presidente de turno de la OPEP y ministro kuwaití de Petróleo, Ahmad al-Sabah, opinó que los precios deben estar entre 5 y 8 dólares por debajo de su nivel actual.
Tal vez incrementando el techo de nuestra producción, en esta reunión de Viena, en otros 500.000 barriles diarios, daremos al mercado una señal positiva para estabilizar los precios, dijo Al-Sabah.
En la acera de enfrente está Venezuela, que ve un mercado suficientemente abastecido y explica los altos precios por factores que escapan a la capacidad de los países productores. Sus responsables mencionan siempre en primer lugar la invasión estadounidense de Iraq y el resto del cuadro conflictivo en Medio Oriente.
Pero analistas de firmas como Société Générale en París o Man Financial en Londres dudan de que el gesto de la OPEP sea suficiente para desmontar la aprensión de los mercados por los cuellos de botella en la capacidad refinadora de los principales consumidores, empezando por Estados Unidos, cuando llegue la mayor demanda del tercer y cuarto trimestre de 2005.
Esa insuficiencia alcanza también a Europa, según destacaron durante una reunión en Bruselas el titular de la OPEP, Al-Sabah, y el comisionado de Energía de la Unión Europea, Andris Piebalgs.
En su declaración, los funcionarios abogaron por un diálogo que ayude a conseguir precios razonables como meta, ya que precios extremos en ambas direcciones (muy altos o muy bajos) durante un período prolongado, pueden crear problemas tanto para los productores como para los consumidores.
La OPEP puede estudiar el establecimiento de una nueva banda de precios para su cesta de siete crudos, quizá entre 30 y 50 dólares por barril, para decidir si recorta o aumenta su producción, aunque no en su reunión de este miércoles, dijo Al-Sabah.
Remota se ve la banda de 22 a 28 dólares que la organización aplicó entre 2000 y 2003, y que oficialmente dejó atrás en enero de este año.