Cuando Bob Geldof, estrella de rock y activista irlandés, anunció su próximo festival benéfico Live 8, todos comprendieron a quiénes estaba dirigido tan sólo por su nombre
El músico informó el martes en conferencia de prensa que organiza cinco conciertos simultáneos para el 2 de julio, en vísperas de la cumbre del Grupo de los Ocho países más poderosos (G-8), que se celebrará en la central localidad escocesa de Gleneagles entre el 6 y el 8 de ese mismo mes.
Los cinco conciertos, en Londres (el principal), París, Berlín, Roma y la nororiental ciudad estadounidense de Filadelfia, recaudarán dinero para el desarrollo de África. Pero también serán un claro llamado a los líderes del G-8 para que atiendan la grave situación de ese continente.
Están por confirmarse conciertos paralelos en Canadá, Rusia y Japón, que de confirmarse asegurarían un espectáculo en cada país del G-8.
El desarrollo de África y el cambio climático figuran al tope de la agenda del encuentro en Gleneagles, al que asistirán los jefes de gobierno de Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña, Italia, Japón y Rusia. En cumbres anteriores predominaron temas puramente económicos.
Geldof, líder de la disuelta banda de rock The Boomtown Rats y actor principal de la célebre película The Wall (El muro), con música del grupo Pink Floyd, intenta con estos espectáculos revivir el espíritu de los multitudinarios conciertos Live Aid, con los que logró recaudar en 1985 unos 70 millones de dólares para luchar contra el hambre en Etiopía.
El músico y activista ha ganado influencia en el gobierno del primer ministro británico Tony Blair, que es un guitarrista aficionado en su tiempo libre. Sus consejos son escuchados a menudo por el jefe de gobierno. De hecho, fue Geldof quien lo persuadió para que creara la Comisión para África, que busca el desarrollo del continente.
Geldof también apoyó la iniciativa del ministro de Finanzas británico Gordon Brown de crear el Servicio Financiero Internacional para recaudar más dinero con fines de asistencia.
Los próximos conciertos de Live 8 tienen la meta principal de presionar a los líderes del G-8 para que combatan la miseria en el mundo y sobre todo en África. La elección de las ciudades no es casual.
Con el concierto en Filadelfia se procura convocar a una verdadera multitud que exprese su rechazo al gobierno del presidente George W. Bush.
Alemania e Italia son dos de los países europeos que están más lejos de cumplir con su meta de destinar 0,7 por ciento de su producto interno bruto a la ayuda oficial al desarrollo, y Francia es el mayor defensor de los subsidios agrícolas del Norte industrializado, que empobrecen a los productores del Sur en desarrollo.
El propio Geldof actuará en el Hyde Park de Londres, un terreno mucho más cómodo, ya que el gobierno británico está nominalmente a favor de este tipo de campañas y ha mostrado más voluntad de aumentar su ayuda internacional.
En Londres también actuarán el ex Beatle Paul McCartney, el grupo irlandés U2, la banda estadounidense REM, el cantante pop británico Robbie Williams y la estadounidense Madonna.
En Filadelfia estarán los grupos de rock estadounidenses Bon Jovi y Dave Matthews Band, la estrella pop Stevie Wonder y el actor y cantante Will Smith. El espectáculo en Berlín estará encabezado por Brian Wilson (ex líder de los Beach Boys) y el grupo Crosby, Stills and Nash.
El concierto en París tendrá al músico británico Jamiroquai, al senegalés Youssou N'Dour, al camerunés Yannick Noah y a la banda europea Placebo, mientras que en Roma actuará el grupo británico pop Duran Duran.
Esto no es un Live Aid 2. Estos conciertos son el punto de inicio para la Larga Caminata Hacia la Justicia (una marcha hacia Edimburgo, capital escocesa y cercana a Gleneagles, para protestar contra el G-8), y la única forma en la que podemos hacer que nuestras voces suenen al unísono, dijo Geldof en la conferencia de prensa.
Estos conciertos serán un momento en la historia en que personas comunes pueden lograr algo verdaderamente monumental y exigirle a los ocho líderes del mundo que pongan fin a la pobreza, añadió.
Geldof sostuvo que los gobernantes del G-8 tienen el poder de cambiar la historia.
Lo harán sólo si decenas de miles de personas les muestran que esto ya es demasiado. Duplicando la asistencia, cancelando totalmente la deuda y permitiendo una mayor justicia comercial para África, el G-8 puede cambiar el futuro de millones de hombres, mujeres y niños, afirmó.
Los conciertos, así como la marcha a Edimburgo, cuentan con el apoyo de la campaña Make Poverty History (Haz que la Pobreza pase a la Historia), lanzada por cientos de organizaciones no gubernamentales de todo el mundo para pedir la cancelación total de la deuda externa de los países más pobres y un comercio más justo.
Geldof incluso invitó al papa Benedicto XVI al concierto en Londres. Pienso que tendría que asistir. Sería su primera actuación, afirmó.