El mundo industrializado actúa con doblez en las negociaciones comerciales de la Ronda de Doha de la OMC y amenaza con transformar en «una farsa» todas las discusiones sobre el desarrollo, advirtió la organización humanitaria Oxfam.
Este grupo no gubernamental expandido por todos los continentes previno que, como marchan actualmente las negociaciones, la Ronda de Doha deparará en los países ricos el mantenimiento del dumping, que significa exportar bienes a un precio inferior al costo de producción.
Celine Charveriat, jefa de la campaña de Oxfam en favor de un comercio justo, precisó que las naciones ricas están eludiendo sus compromisos asumidos de reducir las subvenciones que perjudican a los agricultores pobres.
La Ronda de Doha fue convocada por la cuarta conferencia ministerial de la OMC (Organización Mundial del Comercio, en diciembre de 2001 en esa capital de Qatar, con la finalidad de profundizar la apertura de los mercados internacionales.
Desde entonces, las negociaciones han atravesado por dificultades y por momentos estuvieron estancadas, como ocurrió en la quinta conferencia de la OMC, realizada en septiembre de 2003 en el sudoriental balneario mexicano de Cancún.
La agenda de la negociación de Doha comprende sectores variados del comercio, como los aranceles industriales, los servicios, las facilidades aduaneras y fundamentalmente la agricultura, de la cual se ocupa un estudio divulgado este miércoles por Oxfam.
El documento apunta en particular a Europa y Estados Unidos, que durante años han proclamado haber reducido sus subvenciones, pero que a la fecha no han registrado cortes substanciales, "apenas un nuevo etiquetado de las ayudas existentes", dijo Charveriat, directora de la oficina de Oxfam en Ginebra.
La investigación efectuada por la agencia independiente estableció que desde 1986, al comienzo del anterior ciclo de negociaciones comerciales llamado Ronda Uruguay, el total de la ayuda otorgada a sus agricultores por las naciones industrializadas ha permanecido a montos constantes superiores a 250.000 millones de dólares anuales.
En uno de los renglones del proteccionismo agrícola ejercido por esas naciones, el de las subvenciones a las exportaciones, Oxfam calculó que Estados Unidos y la Unión Europea han minimizado los verdaderos niveles de esa clase de ayuda.
Estados Unidos otorga un apoyo oculto 200 veces superior al que declara, por un valor de 6.600 millones de dólares por año. A su vez, la Unión Europea (UE) paga 5.200 millones de dólares en asistencias secretas, cuatro veces más de lo que reconoce ante la OMC.
En otra de las formas de intervencionismo, las ayudas internas, se producen desplazamientos entre las diferentes categorías de subvenciones identificadas por el Acuerdo de Agricultura de la OMC, sostuvo Oxfam.
Los pagos a los productores agropecuarios que constituyen formas inequívocas de distorsión al comercio se ubican en la denominada "caja ámbar" y quedaron sujetos a reducciones. A su vez, las medidas de apoyo con efectos mínimos en el comercio, forman parte de la "caja verde" y se excluyen de las reducciones.
La tercera clasificación corresponde a la "caja azul", que contiene las medidas con efectos que también distorsionan el comercio, pero que tienen programas de reducción de la producción agrícola. Los pagos de la caja azul pueden eludir también las reducciones.
Pero el documento de Oxfam afirma que, en lugar de efectuar reducciones substanciales en sus medidas de ayuda interna, la UE y Estados Unidos ha recurrido a un desplazamiento de la clasificación de los aranceles, denominado "cambio de caja" (box-shifting).
Los pagos a los agricultores encuadrados en la prohibitiva caja ámbar son trasladados a las cajas azul o verde, donde esas ayudas son consideradas con menos o nula incidencia en la distorsión del comercio.
El representante de Argentina ante la OMC, Alberto Dumont, reconoció que "uno de los inconvenientes que encontramos en la negociación es lo que se llama 'box-shifting, o sea cambiar las subvenciones en términos de las diferentes cajas".
La operación consiste en pasar de ámbar a azul y transferir programas que hoy están en azul a verde. De hecho, estamos adaptando la realidad comercial a la situación estadounidense, pues creamos una segunda caja específicamente para ese país, dijo Dumont. "Digamos, va a haber una caja azul modificada", explicó.
Ante ese cuadro, Charveriat advirtió de que los países ricos pueden inclusive aumentar sus subvenciones agrícolas si las negociaciones comerciales no cambian de rumbo.
El proceso de Doha afrontará un examen decisivo en diciembre próximo, cuando la sexta conferencia ministerial de la OMC, que se reunirá en Hong Kong, diagnostique el estado en que se encuentra.
Dumont precisó que la alianza de países favorables a la apertura del comercio agrícola denominada Grupo de los 20 (G-20) ha efectuado propuestas muy firmes para evitar el « box-shifting » y defender la reducción de las ayudas internas.
El G-20, creado en los días previos a la conferencia de Cancún, se ocupa únicamente de las cuestiones agrícolas y es coordinado por Brasil e India.
El negociador argentino insistió en que el G-20 también reclama un ajuste de los criterios de la caja verde para que reconozca solamente las políticas que están disociadas de apoyos directos a la producción.
Oxfam demandó a los 148 estados miembros de la OMC que establezcan como límite 2010 para poner fin a las subvenciones a las exportaciones agrícolas. Otra exigencia de la organización independiente apunta al reconocimiento del derecho de los países pobres a proteger sus sectores económicos vulnerables mientras persistan las políticas de dumping de los países ricos.
Charveriat declaró que, junto a la asistencia oficial al desarrollo y al alivio de la deuda, la reforma del comercio es otro elemento crucial para ayudar a que los países en desarrollo abandonen la pobreza.