El crudo estadounidense cerró este viernes a 48,60 dólares el barril de 159 litros, seis centavos sobre su valor del jueves en Nueva York, pero al cabo de una semana de descensos porque el mercado se siente abastecido.
En las primeras operaciones de la jornada se negociaron incluso cargamentos a 47,75 dólares el barril, el precio más bajo desde el 18 de febrero para el crudo marcador estadounidense, West Texas Intermediate (WTI).
En una suerte de montaña rusa, los valores ascendieron hasta el récord de 58,28 dólares del 4 de abril, pero luego emprendieron el descenso y cinco semanas después están casi 20 por ciento más bajos.
En Londres, el crudo Brent, referencia europea, subió 27 centavos por barril y al cierre de la jornada se transó a 48,61 dólares por unidad.
Los promedios semanales fueron de 50,72 dólares para el WTI, 50,36 dólares para el barril de Brent y 46,90 dólares para la cesta de siete crudos de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), informó el Ministerio venezolano de Energía.
Venezuela, único socio latinoamericano de la OPEP, vendió su petróleo a 40,72 dólares por barril, en tanto México, el otro gran exportador de la región, vendió su mezcla a 39 dólares por unidad.
Las fuentes en los países productores y compradores coincidieron en que la existencia de altos inventarios de crudo en Estados Unidos, responsable de 25 por ciento del consumo mundial, es la razón principal para empujar la baja de precios.
El Departamento estadounidense de Energía informó que en la primera semana de mayo las existencias de crudo se ubicaron en 329,7 millones de barriles, 2,7 millones de barriles más que a finales de abril y 29,7 millones de unidades más que hace un año.
Los inventarios (stocks) de gasolina, para la que se espera una gran demanda cuando llegue la temporada de vacaciones del verano boreal, se ubicaron en 213,7 millones de barriles, 11 millones sobre los niveles de mayo de 2004 y suficientes para casi 25 días de consumo.
En todo el Norte industrializado hay crudo para 53 días de consumo, según la Agencia Internacional de Energía (AIE), frente a existencias para 51 días hace un año.
En Estados Unidos el galón (3,8 litros) de gasolina se ubicó en 2,18 dólares, en promedio, cinco centavos más barato que a fines de abril.
La AIE, de países industrializados, también emitió un informe en el que observa una disminución de la tasa de crecimiento de la demanda de China, segundo consumidor mundial de petróleo. El gigante asiático consumió en el primer trimestre de 2004 casi 20 por ciento más que en el mismo periodo de 203, pero en el primer trimestre de 2005 el crecimiento fue sólo 4,5 por ciento.
La AIE había previsto para 2005 un alza de 1,9 millones de barriles diarios en la demanda global de petróleo, que el año pasado fue 82,4 millones de unidades, pero hace una semana ajustó esa previsión y la ubicó en 1,77 millones de barriles por día.
La OPEP, por su parte, ha incrementado su producción de petróleo a 30,3 millones de barriles diarios en mayo, frente a 29,7 millones de unidades en abril, según dijo su presidente Ahmed al-Sabah, ministro de petróleo de Kuwait.
Desde el punto de vista de los compradores, el único nubarrón a la vista para el aprovisionamiento del mercado a lo largo del año es que la OPEP podría recortar su producción si evalúa que el exceso de abastecimiento del mercado deprime los precios.
La OPEP, integrada por Arabia Saudita (el mayor productor mundial), Argelia, Emiratos Árabes Unidos, Indonesia, Irán, Iraq, Kuwait, Libia, Nigeria, Qatar y Venezuela, se reunirá para examinar el mercado el 15 de junio, en Viena.
Creemos que hay una sobreproducción de dos millones de barriles diarios en el mercado, comentó al-Sabah, pero rehusó adelantar criterios sobre lo que puede decidirse en la cita de junio pues eso dependerá de los países miembros.
Por su parte, el canciller venezolano Alí Rodríguez, ex secretario general de la OPEP, sostuvo que la volatilidad de los precios afecta a los consumidores cuando se elevan desmedidamente, y a los productores cuando caen. La manera de corregir es con un acuerdo entre productores y consumidores.
Sugirió un ajuste por el lado de la demanda, porque los consumidores no son solamente las grandes potencias con gran capacidad de pago, sino también países en condiciones menos favorecidas para consumir energía a precios elevados.
Rodríguez es partidario de que la OPEP regrese al sistema de bandas de precios, que practicó de 2000 a 2003 (formalmente lo suspendió en enero). Ese sistema implicaba aumentar la producción si los precios pasaban de un techo de 28 dólares por barril, y disminuirlos si caían bajo un piso de 22 dólares.
El presidente venezolano Hugo Chávez dijo hace cuatro días, en el marco de la cumbre de gobernantes sudamericanos y árabes en Brasilia, que aquella banda pasó a la historia y una nueva podría situarse entre 40 y 60 dólares, por barril.
La cuestión, sin embargo, no fue tratada en la reunión de Brasilia.