El Comité de Relaciones Exteriores del Senado estadounidense prefirió no avalar al candidato del presidente George W. Bush a embajador en la ONU, John Bolton, tras el sorpresivo pronunciamiento en contra de un legislador oficialista.
El senador George Voinovich, del Partido Republicano, permitió este jueves que la nominación de Bush siguiera su camino desde el Comité hacia el plenario de la cámara alta, a condición de que fuera sin una recomendación en favor del candidato.
Luego, Voinovich dijo a la prensa que votará en contra de Bolton cuando el Senado en pleno considere el asunto. El propio legislador se había unido a sus pares del opositor Partido Demócrata para postergar el proceso de confirmación.
Bolton es el actual subsecretario de Estado (vicecanciller) a cargo del control de armas. Si su nominación es confirmada por el Senado, sustituirá al ex senador John Danforth, quien dejó el cargo en enero luego de menos de siete meses en funciones.
Creo que John Bolton es el ejemplo de lo que no debe ser un integrante del cuerpo diplomático, dijo este jueves Voinovich, quien es muy popular en su estado, Ohio, donde fue gobernador dos periodos.
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Para este senador republicano, el nombramiento de Bolton implicaría un retroceso en la imagen de Estados Unidos en el extranjero y dificultaría la reforma de la ONU (Organización de las Naciones Unidas).
¿Por qué querríamos mandar a la ONU a alguien que debemos mantener a rienda corta?, se preguntó Voinovich.
El legislador se refería al comentario de la jefa de Bolton, la secretaria de Estado (canciller) Condoleezza Rice, según el cual ella supervisaría muy de cerca el trabajo de su subalterno.
Voinovich agregó que le preocupaba la capacidad de manejo y de relaciones interpersonales del nominado de Bush, así como su falta de disciplina y el hecho de que su anterior jefe, el ex secretario de Estado Colin Powell, no hubiera apoyado su candidatura.
El respaldo de Powell brilla por su ausencia, advirtió.
Más de 100 embajadores y ex embajadores firmaron una carta para oponerse a la designación de Bolton. En contraste, todos los ex secretarios de Estado aún con vida adhirieron a la candidatura… excepto Powell.
Una candidatura a un cargo de esta índole puede ser derivada por el Comité de Relaciones Exteriores al plenario del Senado de tres modos: con una recomendación positiva o negativa, o sin ninguna sugerencia.
Esta última posibilidad es muy inusual, y generalmente debilita las posibilidades del nominado.
El principal de los senadores demócratas en el Comité, Joseph Biden, dijo a sus pares que nunca vio en un proceso de confirmación de un nominado presidencial a algún cargo tantos opositores entre los propios oficialistas.
El próximo presidente del Comité, el republicano Lincoln Chafee, dijo ante el cuerpo que le preocupaba la acusación de que Bolton había tratado de distorsionar información de inteligencia para que coincidiera con sus puntos de vista.
En las audiencias de abril, el ex jefe de inteligencia e investigaciones del Departamento de Estado, Carl Ford, advirtió que Bolton había intimidado a subordinados e intentado despedir a un analista por discrepancias en el manejo de datos procedentes de espionaje.
Bolton planeaba afirmar en 2002 ante la conservadora Fundación Heritage que Cuba desarrollaba un programa secreto de armas biológicas, pero el analista advirtió que no aprobaría sus declaraciones si no eran formuladas en un lenguaje más ambiguo.
En su testimonio ante el Comité el mes pasado, Bolton consideró que sus prioridades al frente de la representación en la ONU serían fortalecer las instituciones de fomento a la democracia y la libertad, frenar la proliferación de armas de destrucción masiva, apoyar la guerra contra el terror y atender crisis humanitarias como la del sida.
Los 10 miembros republicanos del Comité se pronunciaron este jueves por elevar la nominación sin recomendaciones, mientras los ocho demócratas votaron la recomendación negativa.
En la anterior sesión del Comité, hace tres semanas, Voinovich sorprendió a sus pares al solicitar una postergación del proceso de confirmación para buscar y analizar más información sobre Bolton.
Chafee era considerado el republicano más proclive a cuestionar a Bolton en el Comité, dado que tenía más que perder al proceder del estado de Rhode Island, bastión demócrata donde el actual subsecretario de Estado no es bien visto.
Voinovich, en cambio, tiene una posición firme ante el electorado de Ohio.
Los demócratas afirmaron ante el Comité que Bolton no es adecuado para el cargo por su temperamento y sus anteriores condenas a la ONU como institución. Si el edificio de la ONU en Nueva York perdiera 10 pisos, no se notaría la diferencia, dijo en 1994.
Sus adversarios lo consideran un elefante en un bazar, predestinado a empeorar la imagen de Estados Unidos ante el resto del mundo y socavar la influencia internacional del país.
Pero Bolton cuenta con el firme respaldo de Bush y Rice.
Según Voinovich, enviar a Bolton a la ONU transmitiría al foro mundial un mensaje contradictorio sobre la política internacional estadounidense.
Tengo grandes preocupaciones sobre el nominado y sobre su capacidad de hacer la tarea que se le encomendaría, sostuvo. Estados Unidos puede hacer las cosas mejor que John Bolton.
Además, Voinovich mencionó conflictos entre el candidato y varios ex compañeros de trabajo.
Sin embargo, me gusta el señor Bolton, dijo. Creo que es un hombre decente. Nuestras conversaciones han sido cordiales y francas, pero no creo que sea lo mejor que podamos enviar a la ONU. Si su nominación va al plenario, le pediría a mis pares que consideraran con cuidado la decisión y sus consecuencias.
Deberán formularse varias preguntas. ¿John Bolton hará el mejor trabajo posible representando el rostro transatlántico de Estados Unidos ante la ONU? ¿Podrá impulsar las reformas necesarias en la ONU a pesar de su credibilidad dañada?, agregó Voinovich.
El presidente del Comité del Senado, Richard Lugar, sostuvo que las acciones de Bolton no siempre fueron ejemplares, pero aclaró que la evidencia escuchada en las audiencias no era descalificante.
Al fin y al cabo, muchas de las acusaciones carecían de base o eran, por lo menos, exageradas, afirmó Lugar.