Luis Posada Carriles, autor confeso de atentados contra objetivos civiles cubanos, fue detenido este martes en Miami casi un mes después de haber pedido asilo político, lo cual puso en entredicho la política antiterrorista de Estados Unidos.
El Departamento de Seguridad Interior de Estados Unidos informó de la detención del militante cubano anticastrista este martes por la tarde, mientras una multitud manifestaba frente a la delegación diplomática de Washington en La Habana.
Posada Carriles, que en principio estará detenido sólo por 48 horas para determinar su condición migratoria, llegó a fines de marzo procedente de América Central a Miami, donde solicitó asilo político el 12 de abril, pero Washington no se ha pronunciado aún sobre su caso, al que ahora se le añadió una petición de extradición cursada por Venezuela.
El terrorista cubano contrario al gobierno de Fidel Castro, además de confesar públicamente haber sido responsable de varios atentados con bomba en La Habana, está sujeto a proceso penal en Venezuela por el sabotaje al avión de la compañía Cubana de Aviación que en octubre de 1976 causó la muerte de las 73 personas que estaban a bordo cuando sobrevolaba Barbados.
También documentos desclasificados por el gobierno estadounidense y divulgados esta semana por el no gubernamental Archivo de Seguridad Nacional (NSA, por sus siglas en inglés) de la Universidad George Washington, confirmaron las actividades de Posada Carrilles y sus pasados vínculos con la Agencia Central de Inteligencia (CIA) de ese país.
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La política antiterrorista de Estados Unidos quedó en entredicho con la libre presencia por más dos des meses en ese país de Posada Carriles, dijo en esta capital el opositor Eloy Gutiérrez Menoyo.
En declaraciones a IPS, Gutiérrez Menoyo señaló que no existe un terrorismo bueno y otro malo y todas sus expresiones deben ser proscritas. Estados Unidos es un país de leyes. Imagino que el poder judicial debe estar presionando, dijo el activista antes de conocerse la detención del terrorista autoconfeso.
Opinó que la situación es difícil para la administración estadounidense de George W. Bush y muchas otras instituciones. Posada Carriles participó en muchas operaciones militares encubiertas que pueden comprometer a ese gobierno, comentó.
El opositor civil cubano de origen español fundó la agrupación Cambio Cubano durante su exilio en Miami, desde donde regresó en agosto de 2003 para vivir en La Habana, aunque aún carece del permiso oficial de residencia.
Este martes, cientos de miles de habitantes de la capital cubana desfilaron frente a la Oficina de Intereses de Estados Unidos (sede diplomática) en demanda de justicia, castigo para Posada Carriles y cese del terrorismo.
La marcha fue encabezada por el presidente Castro y secundada por su hermano menor, Raúl, primer vicepresidente, jefe de los institutos armados del país y designado oficialmente para asumir el mando en caso de fallecimiento del hoy gobernante de 78 años.
La multitud que se desplazó agitando banderas cubanas por el malecón, la avenida que bordea un tramo de varios kilómetros de la costa norte de La Habana, fue estimada en más de un 1,2 millones de personas por medios oficiales, pasados cuatro horas de su inicio.
Castro, quien lleva a cabo una intensa campaña mediática en la que sigue al detalle los pasos de Posada Carriles en territorio estadounidense, descartó antes de comenzar el desfile que la marcha fuera una demostración contra el pueblo de Estados Unidos.
Es una marcha contra el terrorismo, a favor de la vida y de la paz de nuestro pueblo y del pueblo hermano de Estados Unidos, en cuyos valores éticos confiamos, afirmó el gobernante, enfundado en su habitual uniforme verde oliva.
Castro calificó a Posada Carriles y al también cubano Orlando Bosch de sanguinarios exponentes del terrorismo imperialista contra Cuba y los acusó de decenas de atroces acciones en numerosos países del hemisferio, incluido Estados Unidos.
Bosch es coautor de la voladura del aparato de Cubana de Aviación, considerado el primer atentado terrorista confirmado contra una aerolínea comercial, que costó la vida a 57 ciudadanos cubanos, 11 guyaneses y cinco norcoreanos.
A juicio del mandatario, el terrorismo en el más moderno y dramático concepto, con el apoyo de sofisticados medios técnicos y explosivos de gran potencia, fue creado y desarrollado por los propios gobernantes de Estados Unidos para destruir a la revolución cubana y no ha cesado en más de cuatro décadas.
Textos de la cancillería cubana reseñaron a su vez que como resultado de al menos 681 acciones de terrorismo y agresiones, probadas y documentadas, son causantes de la muerte de 3.478 mujeres, hombres y niños, así como de la discapacidad por el resto de sus vidas de otros 2.099 cubanos.
Las víctimas de las acciones terroristas contra Cuba no han sido sólo nuestros ciudadanos. Se han realizado 190 atentados terroristas contra personas o bienes de terceros países radicados en ese país del Norte, alertó esa fuente oficial cubana.
Al respecto, el gobernante cubano agregó que, inclusive las mismas instituciones y servicios estadounidenses que entrenaron a los terroristas de origen cubano, también entrenaron esmeradamente a los que organizaron el brutal ataque a las Torres Gemelas de Nueva York, el 11 de septiembre del 2001.
Posada Carriles estuvo detenido en varios penales venezolanos desde 1976 hasta el 18 de agosto de 1985, cuando huyó con el presunto apoyo de organizaciones del exilio cubano en Estados Unidos y la complicidad de autoridades corruptas de Venezuela, según datos biográficos brindados por La Habana.
En 2000, el propio Castro lo acusó de preparar un atentado en su contra en Panamá, aprovechando su asistencia a la X Cumbre Iberoamericana que se desarrolló en ese país. Posada Carriles fue arrestado y juzgado, aunque por cargos menores al magnicidio, junto a otros tres militantes anticastristas, Gaspar Jiménez, Guillermo Novo y Pedro Remón.
Ninguno cumplió las sentencias de entre siete y ocho años de cárcel, pues la abandonaron en agosto del pasado año gracias a un indulto concedido por la entonces presidente panameña Mireya Moscoso, cuando estaba a punto de terminar su mandato.
Jiménez, Novo y Remón viajaron de inmediato a Estados Unidos, en tanto que el rastro de Posada Carriles se había perdido en América Central hasta que reapareció en territorio estadounidense.
Al mediodía de este martes, emisoras radiales cubanas se hicieron eco de informaciones desde Estados Unidos según las cuales Posada Carriles habría anunciado su decisión de abandonar ese país.
Hay que estar muy atentos, puede tratarse de una maniobra entre el terrorista y la administración Bush, conjeturó un comentarista de la cadena radial organizada para dar cobertura al multitudinario desfile.