Las negociaciones multilaterales sobre comercio atacan cada vez más el ambiente, el bienestar social y la salud humana, advirtió la organización ambientalista Amigos de la Tierra Internacional.
Según ese grupo, un creciente número de países utilizan las negociaciones de la Organización Mundial del Comercio (OMC) para promover cambios legislativos que tendrían un efecto devastador sobre la naturaleza y la salud.
Por ejemplo, China, Japón, Estados Unidos, Corea del Sur y México se proponen utilizar las negociaciones sobre acceso a los mercados para los productos no agrícolas, conocidas por su sigla en inglés NAMA, con el fin de desmantelar una amplia gama de leyes nacionales que protegen el ambiente, el bienestar social y la salud, señaló Amigos de la Tierra.
Otros gobiernos con los mismos planes son Argentina, Australia, Bulgaria, Cuba, algunos países europeos, Egipto, Hong Kong, India, Kenia, Malasia, Nueva Zelanda, Noruega, Filipinas, Senegal, Singapur, Suiza, Taiwan, Tailandia, Turquía, Uruguay, Venezuela y el grupo de países de África, el Caribe y el Pacífico (ACP), según Amigos de la Tierra.
Una lista publicada el martes por la organización ambientalista reveló que esos países propusieron en total 212 cambios a leyes nacionales que establecían requisitos de etiquetado y certificación de productos, normas y reglamentos, restricciones a la exportación, restricciones a la inversión extranjera y medidas para promover el desarrollo económico local.
Todas esas normas fueron calificadas de potenciales barreras al comercio en los últimos meses.
La Cuarta Conferencia Ministerial de la OMC, celebrada en Doha en 2001, estableció que los estados miembros que se sintieran amenazados por esos obstáculos no arancelarios podrían presentar denuncias, bajo la forma de notificaciones, antes del 31 de octubre de 2004.
Una vez presentadas las notificaciones, varias organizaciones de la sociedad civil lanzaron la voz de alarma.
Los cambios legislativos impulsados por esos países podrían revertir décadas de campaña por la protección social, ambiental y sanitaria, advirtió Amigos de la Tierra.
Contaminación química, cambio climático, desforestación, agotamiento de las pesquerías, acumulación de desechos: nada de esto parece importar cuando se trata de ganar nuevos mercados y hacer ganancias rápidas, lamentó Ronnie Hall, coordinadora del programa de comercio de la organización.
Es increíble que tantos miembros de la OMC hayan pasado tres años elaborando en silencio esta lista de leyes nacionales que las grandes empresas quieren derogar, indiferentes a la indignación pública que esto causará inevitablemente, expresó Hall.
La remoción de esas disposiciones extenderá mucho más que hasta ahora el alcance de la OMC sobre el espacio de política interna de los países, advirtió la activista.
Daniel Mittler, de la organización ecologista Greenpeace, dijo a IPS que en las negociaciones sobre NAMA, existe un peligro real de que los gobiernos socaven las regulaciones sociales y ambientales.
Amigos de la Tierra advirtió que muchas medidas de control de sustancias químicas tóxicas están bajo ataque, y que países como Japón y Argentina intentan debilitar leyes que procuran controlar los riesgos ambientales de ciertos compuestos.
Además, también están bajo fuego políticas que promueven el ahorro de energía de electrodomésticos, y restricciones al tráfico de animales silvestres y al uso de metales pesados en la fabricación de electrodomésticos, como cadmio, plomo y cromo.
Las negociaciones sobre NAMA forman parte de la Ronda de Doha, que engloba también otras conversaciones tan decisivas para el comercio mundial como las de agricultura y servicios.
Las negociaciones de la Ronda de Doha se encuentran atrasadas y han estado al borde del derrumbe, como ocurrió durante la Quinta Conferencia Ministerial de la OMC, celebrada en 2003 en el sudoriental balneario mexicano de Cancún.
La OMC se vio obligada a posponer todos los plazos fijados desde 2001, a causa de las diferencias a veces profundas entre países en desarrollo e industrializados, que paralizan las negociaciones.
El nuevo calendario establecido aspira a lograr acuerdos básicos en julio próximo, que permitirían relanzar las negociaciones de Doha durante la Sexta Conferencia Ministerial, que se realizará en noviembre venidero en Kong Kong.
Las negociaciones sobre NAMA muestran lo que es la OMC: una institución establecida con el fin específico de promover los intereses de las grandes empresas, concluyó Hall.