COMERCIO: Lamy cabalga sobre nuevas alianzas en la OMC

El francés Pascal Lamy se aseguró la dirección general de la OMC a partir del 1 de septiembre al concluir este viernes un trámite de selección que dejó varias incógnitas sobre el futuro equilibrio de fuerzas en el sistema multilateral.

Lamy superó al candidato uruguayo Carlos Pérez del Castillo en la última fase del proceso de designación que no llegó a dividir a los 148 estados miembros de la OMC (Organización Mundial del Comercio) en dos bloques representativos de los intereses de los países del Norte y del Sur, como distintas fuentes negociadoras habían vaticinado.

Por el contrario, el vencedor y su contrincante recibieron apoyos diversificados de países industrializados y de naciones en desarrollo, aunque Lamy surgió finalmente como el candidato con mayores posibilidades de obtener el consenso, según dedujo la presidenta del consejo general de la OMC, la keniata Amina Mohamed que condujo la selección.

El nombramiento de Lamy recibirá con seguridad el espaldarazo del consejo general en la reunión que ese máximo organismo de la OMC realizará los días 26 y 27 de este mes.

No se espera que en la ratificación de Lamy en el cargo interfieran las nuevas alineaciones insinuadas en filas de la OMC en este proceso de elección de casi seis meses y que, además de Pérez del Castillo, dejó en el camino al jefe de negociadores comerciales brasileños en Ginebra, embajador Luiz Felipe de Seixas Correa, y al ministro de Comercio de Mauricio, Jaya Cuttaree.
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Sin embargo, en la OMC queda ahora latente la posibilidad de nuevas alianzas, como las plasmadas detrás de los dos candidatos finales, Lamy y Pérez del Castillo.

Apenas concluida la sesión del consejo general que consagró a Lamy, el jefe de la misión negociadora de un país latinoamericano, que pidió reserva de su nombre, dijo que en la OMC ha aparecido un nuevo bloque, integrado por la Unión Europea y por sus ex colonias de África, el Caribe y el Pacífico (ACP).

La Unión Europea (UE) dispone de sus 25 estados miembros, mientras que ACP cuenta con 64 miembros.

El nuevo bloque se enfrenta con el resto del mundo y constituye una fuerza imbatible, concluyó el diplomático latinoamericano.

Otro rasgo significativo del proceso electoral ha sido el comportamiento dispar mostrado por algunos miembros del Grupo de los 20 (G-20), una alianza de países que ha variado la cantidad de integrantes y que fue concertada hace casi dos años por naciones en desarrollo que defienden la apertura del comercio agrícola.

Aunque Uruguay se incorporó al G-20 en marzo pasado, cuando el proceso electoral de la OMC ya estaba en marcha, durante el primer tramo de la selección se enfrentaron dos figuras de países miembros de ese bloque, Pérez del Castillo y Seixas Correa.

Más llamativa aún fue la conducta de India, que comparte la coordinación del G-20 con Brasil. En la última definición, India optó por apoyar a Lamy, en lugar de hacerlo por Pérez del Castillo, representante de un país aliado en las negociaciones agrícolas.

El jefe de la misión de India ante la OMC, embajador J. Bathia, preguntado acerca de qué pensaba de la decisión adoptada en el nombramiento del nuevo director general, respondió enigmáticamente: ”Yo he dejado de pensar en eso”.

El efecto de la dispersión de las preferencias de los miembros del G-20 se reflejará con probabilidad en el curso de los debates de las próximas semanas en torno al tema agrícola, que forma la columna vertebral de las negociaciones de la Ronda de Doha, un proceso iniciado en 2001 y que debe cobrar impulso en la conferencia ministerial de diciembre en Hong Kong.

En la última etapa de preparación de Hong Kong deberá intervenir Lamy, quien para esa época ya habrá sucedido al actual director general, el tailandés Supachai Panitchpakdi, que a su vez ocupará la secretaría general de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (Unctad), con sede también en Ginebra.

La presencia de Lamy en ese proceso ya despertó algunas prevenciones. La misma fuente latinoamericana dijo no creer ”que nos favorezca”.

Lamy ocupó hasta fines de 2004 el cargo de comisario de Comercio de la Unión Europea, desde donde defendió las políticas agrícolas proteccionistas de ese bloque comunitario que han merecido críticas, entre otras, de los países latinoamericanos productores de ese rubro.

Un activista de una organización no gubernamental especializada pronosticó igualmente que la presencia de Lamy en la jefatura de la OMC puede acarrear una política negociadora más agresiva que perjudique a los países en desarrollo.

Jacques Chai Chomthongdi, de Focus on the Global South (Foco sobre el sur global), expuso su temor de que el proceso de negociaciones de la Ronda de Doha asuma un ritmo vertiginoso imposible de seguir para las naciones en desarrollo.

De todos modos, Chomthongdi advirtió que su organización no hallaba muchas diferencias entre los dos candidatos, Lamy y Pérez del Castillo. Ninguno de los dos tenía una mejor posición, dijo a IPS.

Una opinión diferente sostuvo Ronald Saborio, embajador de Costa Rica, quien reclamó a la presidenta del consejo general por no haber incorporado a su informe una mención de las objeciones que mereció la candidatura de Lamy.

”Creo que fue un error el no haber tomado en cuenta esos cuestionamientos. Sin la menor duda, es una mancha en el proceso de selección”, dijo Saborio a IPS.

Pérez del Castillo dijo que se había comunicado con Lamy para transmitirle sus felicitaciones. ”La conclusión de esta etapa nos va a permitir a todos los miembros dedicarnos a lo que ha sido siempre nuestro objetivo fundamental, que es la terminación de la Ronda de Doha”, dijo el diplomático uruguayo.

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