Los precios del crudo alcanzaron esta semana un récord y luego retrocedieron por el aumento de los inventarios en Estados Unidos, el mayor consumidor, pero sin descender de la banda sobre los 50 dólares por barril en que se encuentran desde febrero.
Para el largo plazo las perspectivas son de precios elevados. De nuevo los automovilistas chinos fueron mostrados como el aguijón número uno sobre la estructura de precios, para un mercado creciente y cada vez más costoso.
En Nueva York, el crudo dulce ligero estadounidense West Texas Intermediate (WTI) se vendió este viernes a 54,11 dólares el barril de 159 litros, después que el lunes registró una nueva marca, de 58,28 dólares por unidad, la más alta cotización desde que en 1983 comenzaron a negociarse cargamentos a futuro en esta plaza.
En Londres, el crudo Brent del Mar del Norte, referencia europea, se transó a 53,20 dólares el barril. A comienzos de semana había alcanzado la cota de 56,35 dólares por unidad.
Los promedios semanales fueron de 56,02 dólares para el barril de WTI, 55,45 dólares para el Brent, 47,37 dólares para el pesado "cóctel" de exportaciones venezolanas, y 51,98 dólares para la cesta de siete crudos que utiliza la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), informó el Ministerio de Energía en Venezuela.
Cuando el crudo WTI pasó de 58 dólares, el secretario del Tesoro de Estados Unidos, John Snow, advirtió que su país "no está preparado para un barril de 60 dólares el barril", y la OPEP dio señales a favor de los compradores al indicar que podría incrementar la producción para contener los precios.
La OPEP, integrada por Arabia Saudita, Argelia, Emiratos Árabes Unidos, Indonesia, Irán, Iraq, Kuwait, Libia, Nigeria, Qatar y Venezuela, produce 29,9 millones de barriles diarios actualmente, es decir, 36 por ciento de la demanda mundial del recurso.
Diez productores de la organización —excluido Iraq, que extrae unos dos millones de barriles por día— se autoasignan cuotas y modifican los topes de producción según el mercado. En marzo acordaron un incremento de 500.000 barriles diarios, aunque según firmas de monitoreo su nueva producción sólo llega a 238.000 unidades.
"La OPEP está llegando al límite de su producción, advirtió el ministro venezolano de Energía, Rafael Ramírez, en referencia a estimados según los cuales el grupo no puede extraer más de 31 millones de barriles por día. El ministro indonesio Purnomo Yusgiantoro dijo que los taladros ya operan a 95 por ciento de su capacidad.
Aún así, su homólogo kuwaití Ahmed al-Sabah, presidente de la OPEP, dijo que comenzó consultas dentro del grupo "y todos están esperando los precios y el comportamiento de los proveedores", para posiblemente decidir agregar dentro de dos semanas otros 500.000 barriles diarios a la oferta global.
El mercado está abastecido al punto que Estados Unidos ha colocado sus reservas comerciales de crudo en 317,1 millones de barriles, 2,4 millones de unidades más que a finales de marzo, aunque esos depósitos aumentaron en parte porque varias refinerías hicieron cierres parciales para labores de mantenimiento.
El stock sobrepasa largamente el umbral históricamente sostenido para esas reservas, de 270 millones de barriles, equivalentes a 15 días de consumo, pero no basta para calmar la preocupación del mercado por estar expuesto a cualquier contingencia mientras la demanda mundial no hace sino crecer.
En vez de los 82,4 millones de barriles diarios que devoró en 2004, el mundo consumirá este año 84,3 millones de barriles por día, según la Agencia Internacional de Energía (AIE), de países industrializados.
"El mercado se mantendrá tenso, y los precios elevados y fluctuantes continuarán representando un riesgo para la economía mundial", advirtió esta semana el economista-jefe del Fondo Monetario Internacional (FMI), Raghuram Rajan.
Aunque no se trata del escenario más probable, dijo Rajan, "en caso de interrupción de los aprovisionamientos, un barril a 100 dólares no parece incongruente.
También según los estimados del FMI, en el año 2030 la demanda mundial de petróleo se acercará a 140 millones de barriles diarios (120 millones según estudios de la AIE del año pasado), mientras que entidades como The Association for the Study of Peak Oil and Gas (Asociación para el estudio de la producción petrolera), que dirige el geólogo británico Colin Campbell, descartan que el planeta pueda producir mucho más allá de 100 millones de barriles por día.
A contravía de esa perspectiva marchan los automovilistas chinos: en vez de los 22 o 23 millones de automotores que actualmente ruedan por las vías del gigante asiático (16 vehículos por 1.000 habitantes) la proyección del consumo arroja que en 2030 habrá 270 vehículos por 1.000 personas, 390 millones de automotores.
China absorbería entonces la cuarta parte de la producción de petróleo, es decir, la misma proporción que hoy devora el mercado estadounidense.
En ese mercado que guía la demanda mundial el precio de la gasolina aumentó 43 centavos de dólar por galón (3,8 litros) el último año, y sube a un promedio de 2,21 dólares, con precios más bajos en la costa este (2,18 dólares) y más altos en California (2,46 dólares).
En América Latina y el Caribe, los exportadores de petróleo como Ecuador, México, Trinidad-Tobago y Venezuela ven aumentar sus ingresos, pero los consumidores como Chile y los pequeños países centroamericanos ven afectadas sus economías y su consumo.
En Chile un litro de gasolina cuesta al consumidor final unos 90 centavos de dólar y su precio sube constantemente —una nueva alza se espera desde el lunes— por lo que sectores políticos de oposición y economistas como Michele Labbé, de la firma Econsult, han solicitado al gobierno flexibilizar los impuestos.
Por cada dólar que los chilenos gastan en gasolina, 46 centavos corresponden a tributos, el IVA y un impuesto específico a las bencinas. En total el Estado obtiene de ese origen unos 1.100 millones de dólares al año, cerca de siete por ciento de su recaudación fiscal.
"He estudiado todas las alternativas, pero he concluido que las propuestas que impliquen subsidiar el precio de los combustibles son muy caras y benefician a los que más tienen, dijo el presidente chileno Ricardo Lagos, por lo que las alzas en los precios, "por desgracia, van a continuar, añadió.
