PETRÓLEO: Mercado abastecido con precios aún volátiles

Los precios del petróleo retrocedieron esta semana ante señales de mayor abastecimiento del mercado, pero el descenso fue leve porque los operadores mantienen un ojo puesto en el mediano y largo plazo.

En Nueva York, el crudo dulce ligero estadounidense, West Texas Intermediate (WTI), se vendió este viernes a 51,25 dólares por barril de 159 litros, uno por ciento menos que su cotización de la víspera.

En tanto, el Brent, crudo de referencia europea, se cotizó en el mercado de Londres a 52,17 dólares por barril, 31 centavos menos que en la jornada precedente. A comienzos de abril, los precios del WTI y del Brent eran entre nueve y 12 por ciento más altos.

Así, los promedios de la semana fueron de 53,59 dólares para el barril de WTI, de 53,52 dólares para el Brent y de 48,96 dólares para la cesta de siete crudos que utiliza la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), indicó en su informe semanal el Ministerio de Energía de Venezuela.

”En los últimos días se ha observado una gran volatilidad en el mercado, prevaleciendo una tendencia a la baja ante las expectativas de un aumento en la oferta global de petróleo y la recuperación de los inventarios de crudo de Estados Unidos”, indicó el informe venezolano.

Las expectativas por una mayor oferta —ante un mundo que devoró 82,4 millones de barriles diarios el año pasado y consumirá 84,3 millones de unidades en 2005— se mostraron cuando Abdulá ben Abdel Aziz, príncipe heredero de Arabia Saudita, primer productor mundial, visitó al presidente George W. Bush, de Estados Unidos, el mayor consumidor.

Arabia Saudita ”expuso planes de inversión para incrementar su capacidad de producir petróleo”, de los actuales 11 millones de barriles por día a 12,5 millones de unidades antes de 2010 y 15 millones de barriles por jornada después de esa fecha, indicó el consejero estadounidense de Seguridad Nacional, Stephen Hadley.

Millones de televidentes vieron a Bush tomar de la mano a su huésped saudita para introducirlo en el rancho que el gobernante estadounidense posee en Crawford, en el meridional estado de Texas, sede de la reunión que envió señales aprovisionamiento al mercado.

Bush pidió al Congreso de su país una ley que levante el veto a explotar petróleo en una reserva de vida silvestre en la zona ártica de Alaska, que podría producir un millón de barriles por día, cinco por ciento del consumo en ese país.

Posteriormente, el mandatario presentó un plan para facilitar la construcción de refinerías de petróleo en bases militares abandonadas, así como nuevas plantas nucleares, que reduzcan la dependencia de gas natural y otros energéticos para la generación de electricidad.

Estados Unidos no construye una refinería desde hace 30 años, y su baja capacidad de producción de combustible afecta la disponibilidad de gasolina en toda la cuenca del Atlántico, con un cuello de botella que mantiene altos los precios del carburante aún cuando las existencias de petróleo hayan crecido el último año.

En su último informe semanal, el Departamento de Energía de Estados Unidos cifró los inventarios de crudo en 324,4 millones de barriles, uno de sus mejores niveles en lo que va de década y holgadamente distante del umbral crítico de 270 millones de barriles establecido por las autoridades en Washington.

Los especuladores trabajan entonces sobre las posibilidades de aprovisionamiento de las refinerías —un recurso para abaratar sus costos y lograr mejores márgenes de ganancia— y apuestan sobre las posibilidades de que las actuales existencias de crudo se traduzcan en disponibilidad de gasolina para cuando llegue la temporada vacacional propia del verano boreal.

”Creemos que el precio del crudo no refleja las reglas básicas de la oferta y la demanda”, dijo el asesor del príncipe saudita Abdulá, Adel al-Jubeir, durante la cita en Crawford, prque ”no hay una escasez de petróleo crudo en el mundo hoy, sino escasez en la capacidad de refinación”.

”No hará una diferencia si Arabia Saudita envía un millón o dos de barriles adicionales de petróleo crudo a Estados Unidos. Si no pueden refinarlo, no se convertirá en gasolina y no bajará su precio”, dijo el experto saudita.

De todas maneras, la OPEP aceptó desde marzo llevar su producción de crudo casi al máximo para satisfacer la necesidad del mercado de sentirse abastecido. Un informe de la firma PetroLogistics, de monitoreo del mercado, estimó que la organización produce 700.000 barriles más que a comienzos de año.

La OPEP entregaría al mercado más de 30 millones de barriles por día, de los que más de 28 millones serían para los 10 socios que conviven en un sistema de cuotas: Arabia Saudita, Argelia, Emiratos Árabes Unidos, Indonesia, Irán, Kuwait, Libia, Nigeria, Qatar y Venezuela. Iraq, el undécimo socio, produce alrededor de dos millones de barriles por jornada.

Pero tanto Arabia Saudita —el gran productor de la OPEP con 9,5 millones de barriles por día— como sus socios envían señales de que quieren entregar todo el crudo que puedan para contener la escalada en los precios.

”Por encima de 50 dólares el barril, los precios dañan la economía mundial”, dijo el secretario general encargado de la OPEP, Adnan Shihab-Eldin.

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