La Comisión de Derechos Humanos de la ONU es objeto de intensas críticas por incluir entre sus 53 integrantes a países acusados de graves violaciones en la materia, como Cuba, Libia, República Democrática del Congo, Sudán y Zimbabwe.
La mayoría de las acusaciones proceden de naciones occidentales y organizaciones de derechos humanos, que señalan específicamente la elección de Libia para presidir la Comisión en 2003.
Aun el secretario general de la ONU (Organización de las Naciones Unidas), Kofi Annan, ha criticado la composición del principal organismo especializado en derechos humanos del foro mundial.
En su concepción, la Comisión debe ser reemplazada por un Consejo de Derechos Humanos, más pequeño. Si Annan se sale con la suya, la integración del Consejo se restringiría a unos pocos gobiernos. Tal vez la mayoría serían del mundo occidental, y seguirían los más altos criterios de derechos humanos.
La propuesta, de todos modos, dio origen a reacciones contradictorias.
Si el informe anual del Departamento de Estado (cancillería) de Estados Unidos sobre derechos humanos fuera a usarse como patrón, la mayoría de los países en desarrollo quedarían fuera del Consejo, dijo un diplomático asiático.
Pero Norman Solomon, director ejecutivo del no gubernamental Instituto para la Responsabilidad Pública, sostuvo que Estados Unidos debería quedar fuera del Consejo, dadas sus violaciones de los derechos humanos básicos cometidas en el marco de la guerra contra el terrorismo.
Dejemos que aquellos libres de pecado en cuestión de derechos humanos arrojen la primera piedra, dijo Solomon a IPS.
Además de aportar una masiva ayuda monetaria, armamentista y política a algunos de los regímenes que más violan los derechos humanos, el gobierno de Estados Unidos ha matado a decenas de miles de civiles desde la invasión a Iraq, agregó.
Esto difícilmente califique a Washington para pontificar o juzgar con credibilidad los crímenes de los demás, sostuvo el experto.
Annan dijo ante la sesión anual de la Comisión de Derechos Humanos a comienzos de abril en Ginebra que los integrantes del Consejo deberían ser elegidos por una mayoría de dos tercios de la Asamblea General, órgano que reúne a los 191 países miembros de la ONU.
Los elegidos deberían tener sólidos antecedentes de compromiso con los más elevados principios de derechos humanos, sostuvo.
Annan también dijo que la actual Comisión había perdido no solo su credibilidad, sino que también había arrojado una sombra sobre la reputación de todo el sistema de las Naciones Unidas como un todo.
Luego, ante los periodistas reunidos en Ginebra, el secretario general de la ONU sostuvo que ninguno de los actuales miembros de la Comisión puede reivindicar virtudes plenas en cuanto a la aplicación de los derechos humanos.
El nuevo Consejo debería tener la oportunidad de analizar periódicamente los antecedentes de derechos humanos de todos los países, consideró Annan.
Jim Paul, director ejecutivo del Foro de Política Global, organización no gubernamental que analiza en Nueva York las actividades de la ONU, expresó sus reservas ante la propuesta de Annan. Va a ser muy problemática, dijo Paul a IPS.
La idea de medir el comportamiento de un estado en materia de derechos humanos es riesgosa. ¿Dirán que Estados Unidos no podrá estar en el nuevo Consejo porque sus militares torturaron a prisioneros en la prisión bagdadí de Abu Ghraib? Estoy seguro de que (los países) no dirán eso, afirmó el experto.
Por otra parte, las violaciones de derechos humanos responden a muchas modalidades diversas, según Solomon. La guerra, y especialmente la guerra de agresión, puede ser considerada con fundamento como una violación, explicó.
Cuando el gobierno de George W. Bush se sienta a juzgar a otros regímenes, lo observamos como si fuera la ceremonia del té del Sombrerero Loco en las aventuras de Alicia en el País de las Maravillas, ironizó.
Malik Al-Arkam, de la organización Todos por Reparaciones y Emancipación, organización de negros estadounidenses que reclama compensaciones por el periodo de la esclavitud, dijo a IPS: Si la Comisión de Derechos Humanos va a ser reestructurada o reemplazada con un órgano más creíble, la primera nación en ser excluida debería ser Estados Unidos, afirmó.
Durante siglos, Estados Unidos cometió etnicidio y asimilación forzada de descendientes de esclavos. Esas prácticas viles violan flagrantemente convenios de la ONU, sostuvo el activista.
Por lo tanto, Washington carece de autoridad moral para integrar cualquier órgano de la ONU a cargo de los derechos humanos.
Quince organizaciones de derechos humanos —incluidas Human Rights Watch, Amnistía Internacional y la Comisión Internacional de Juristas— reclamaron en abril a los países de la ONU el pronto establecimiento del Consejo propuesto por Annan.
En momentos en que la Comisión de Derechos Humanos está cada vez más paralizada para atender las violaciones de derechos humanos, la creación del Consejo, con mayor autoridad y sesiones todo el año, sería un gran avance, dijo la representante de Amnistía en la ONU, Yvonne Terlingen.
La propuesta de Annan también fue bien recibida por la Unión Europea, pero varias naciones en desarrollo manifestaron escepticismo.
Había mecanismos más simples para que las consideraciones y acciones de la ONU sobre derechos humanos sean más efectivas, dijo, por ejemplo, el embajador de Pakistán en el foro mundial, Munir Akram.
Paul indicó, incluso, que ni siquiera Gran Bretaña o Rusia, por sus violaciones en Irlanda del Norte y en Chechenia, tenían autoridad moral para integrar el nuevo Consejo.