Partidos liberales e izquierdistas decidieron formar una alianza para combatir la creciente amenaza de una dictadura en Rusia, que bajo la presidencia de Vladimir Putin ha experimentado una gran concentración de la autoridad política.
Muchos periodistas son intimidados y perseguidos, la delincuencia organizada y el extremismo político crecen, y las autoridades no hacen nada para corregir esta situación, señalan opositores y grupos de derechos humanos.
Con miras a las elecciones legislativas de 2007, los partidos de oposición, respaldados por organizaciones no gubernamentales (ONG), resolvieron en una conferencia realizada este mes unirse contra el Partido Rusia Unida, pro-Kremlin, y el nacionalista Rodina (Madre Patria), que actualmente dominan el parlamento.
La situación de este país sólo podrá cambiar cuando exista una oposición poderosa para frenar los abusos políticos, dijo a IPS Boris Nadezhdin, portavoz de la liberal Unión de Fuerzas Justas (SPS).
La oposición no está obligada a complacer a las autoridades, ni éstas deben estar complacidas con la oposición. Nadie en Rusia, ni el presidente ni nadie, tiene derecho a declarar a alguien 'enemigo del Estado' porque no comparte la línea de las autoridades, recalcó.
Bajo el régimen soviético, que cayó en 1991, no había controles porque no había oposición. Sin una oposición organizada, la monotonía política de la era soviética persistirá en Rusia, dijo Nadezhdin.
Boris Nemtsov, ex líder de SPS, afirmó que Putin no ha reprimido la delincuencia y que los organismos encargados de hacer cumplir las leyes no cumplen su trabajo.
El ex viceprimer ministro Anatoly Chubais, actual líder de SPS y director ejecutivo de la empresa de electricidad Unified Energy Systems, apenas sobrevivió a una emboscada la semana pasada, cuando una bomba explotó cerca del automóvil blindado que lo llevaba a su trabajo y un grupo de hombres lo atacó con armas automáticas.
Este tipo de ataques amenaza la estabilidad política que hasta hace poco se deba por sentada bajo la presidencia e Putin, señalaron los opositores.
La delincuencia aumentó 30 por ciento desde que Putin llegó al poder (en diciembre de 1999). Como hay censura, estas cifras no se publican. Pero la gente común percibe lo que pasa, dijo Nemtsov.
Además, los servicios especiales no hacen nada para proteger a la gente. Y como están sometidos a Putin, creen que su poder es total. Además, el extremismo político está floreciendo, y el poder político lo ignora o, en algunos casos, lo provoca, afirmó.
Algunos dudan que la oposición pueda unirse efectivamente. El ex campeón mundial de ajedrez Gary Kasparov y el legislador liberal Vladimir Ryzkov planean formar un nuevo partido político fuera de los liberales Yabloko y SPS.
La cambiante situación económica exige una oposición poderosa que pueda trabajar para satisfacer las aspiraciones del electorado, dijo a IPS un asesor de Ryzkov.
Ryzkov y Kasparov se proponen recuperar las libertades políticas básicas y combatir el autoritarismo de Putin, y están decepcionados por las disputas internas de Yabloko y SPS, agregó la fuente.
La última encuesta sobre Libertad en el Mundo realizada por la organización Freedom House situó a Rusia en la categoría no libre. En el último informe, Rusia estaba en la categoría parcialmente libre.
Este paso atrás es la culminación de una tendencia bajo la presidencia de Vladimir Putin a la concentración de la autoridad política, la persecución e intimidación de periodistas y la politización de los organismos ejecutores de las leyes, señaló Jennifer Windsor, directora ejecutiva de Freedom House, con sede en Estados Unidos.
La categoría de Rusia fue degradada debido a las polémicas elecciones parlamentarias de diciembre de 2003 y las presidenciales de 2004, la consolidación del control gubernamental de los medios de prensa, y las restricciones a partidos y grupos políticos de oposición, explicó Windsor.
Sin embargo, 49 por ciento de los ciudadanos rusos creen que Putin está haciendo ahora tan buen trabajo como durante su primer mandato, según una encuesta realizada el 5 y 6 de este mes por la fundación rusa Opinión Pública.