Unos 50.000 Legionarios de Cristo, congregación católica conservadora fundada en México y vista con beneplácito por el Vaticano, saldrán este mes a defender a su fundador, acusado de pederasta, y a impartir doctrina y caridad entre los pobres de 31 países.
Los legionarios se reclutan en familias adineradas y cuentan con franco apoyo del papa Juan Pablo II. En la próxima Semana Santa de los católicos, del 19 al 27 de este mes, visitarán zonas rurales en todo el mundo.
Empuñando su tradicional estandarte rojo, naranja y amarillo y luciendo al cuello pañuelos con esos colores, miles de legionarios de Juventud y Familia Misionera llevarán asistencia médica, repartirán sacramentos y entregarán ayuda espiritual y material a comunidades pobres.
La megamisión, como la llaman los legionarios, es una amplia estrategia de penetración social de la que junto al Opus Dei es la congregación más conservadora de la Iglesia Católica y por tanto una de las más bendecidas por el Papa, dijo a IPS el académico mexicano Pablo Mora., experto en religiones.
Los legionarios sostienen la necesidad de llevar la palabra de Dios y la caridad a los pobres, pero sin cuestionar las raíces políticas o económicas de las injusticias sociales.
Como la prelatura ultraconservadora del Opus Dei (Obra de Dios, en latín), la congregación se extendió rápidamente por todo el mundo y tiene ahora 600 sacerdotes y 2.500 seminaristas.
Juventud y Familia Misionera fue fundada 64 años atrás con el fin de formar líderes sociales que velen por los preceptos de la Iglesia y la moral, ámbitos en los que no caben problemas como la homosexualidad, según sus postulados.
Las acciones que los legionarios desplegarán en la Semana Santa estarán dedicadas a la Eucaristía por el Santo Padre Juan Pablo II, indica uno de sus portales de la red de computadoras Internet.
Pero también se abocarán a defender a su fundador, el sacerdote mexicano Marcial Maciel. Para el Papa, se trata de un religioso ejemplar, pero un grupo de sus ex discípulos lo acusan de ser un drogadicto que abusó sexualmente de ellos cuando eran niños y adolescentes.
Poracusaciones, el Vaticano suspendió a Maciel como jefe de su congregación entre 1956 y 1958, pero lo retornó al cargo tras hallarlo inocente.
Todas las acusaciones son calumnias, pero lo entendemos, pues igual que Jesucristo nuestro querido fundador ha sido perseguido, dijo a IPS Carlos Mijares, estudiante universitario mexicano y miembro de Juventud y Familia Misionera.
Mijares defenderá la moral e integridad de Maciel ante cualquiera que tenga dudas, sostuvo.
En 1997 reaparecieron las acusaciones dentro de la Iglesia y se hicieron públicas. Los denunciantes no recurrieron a la justicia mexicana pues los delitos en cuestión habían prescripto.
En 2004, la Iglesia Católica reabrió las investigaciones contra el sacerdote de 84 años, pues sus presuntas víctimas, algunas de ellas ex religiosos, insistieron en sus denuncias, ampliamente documentadas en varios libros publicados.
La mayoría de quienes participarán en la megamisión de los Legionarios de Cristo son jóvenes de familias adineradas que estudian en centros de la congregación en Argentina, Brasil, Costa Rica, El Salvador, España, México, Irlanda, Italia y Venezuela, entre otros países.
Acompañados de sacerdotes, los jóvenes irán casa por casa en las poblaciones más desamparadas, catequizando a las familias, a los niños, jóvenes y adultos, visitando a los enfermos y ancianos e invitando a las personas a recibir los sacramentos, afirma un texto de la comunidad.
La misión es apoyada por Regnum Christi, grupos de unos 65.000 laicos, la mayoría empresarios y ex alumnos de Juventud y Familia Misionera.
Al contrario de corrientes católicas latinoamericanas como la Teología de la Liberación, los Legionarios de Cristo se vinculan a las elites, opinó Mora.
Los teólogos de la liberación, marginados de los círculos de poder de la Iglesia durante los 27 años de pontificado de Juan Pablo II, sostienen que la salvación de las personas pasa por la superación de la pobreza.
Los Legionarios indican que lo principal es lograr el encuentro espiritual con Dios y la caridad con los que menos tienen.
El también llamado ejército de Cristo maneja una amplia red de escuelas en todo el mundo y sus miembros ocupan altos cargos en empresas y gobiernos, como Marta Sahagún, esposa del presidente mexicano Vicente Fox, y varios colaboradores del mandatario.
En enero, Maciel declinó continuar al frente de la congregación y dejó en su lugar al también mexicano Álvaro Corcuera.
Alejandro Espinosa, uno de los ex discípulos de Maciel que lo acusan de abuso sexual, ve en el cambio de mando una estrategia para que el fundador afronte con menos presiones los cargos en su contra.
Según José Barba, otro de los denunciantes, Maciel quiere ponerle a su renuncia un disfraz de virtud y normalidad. Pero en el fondo obedece a la reapertura del proceso en su contra, afirmó.