Miles de mujeres de todo el mundo se reunirán a partir de este lunes en la sede de la ONU para evaluar lo que los países miembros de la organización han hecho en los últimos 10 años a favor de la igualdad de géneros.
Según funcionarios del foro mundial y organizaciones no gubernamentales (ONG) internacionales, los gobiernos no han avanzado lo suficiente hacia el cumplimiento de las promesas que realizaron en la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer, celebrada en Beijing en 1995.
En esa conferencia organizada por la ONU (Organización de las Naciones Unidas), los delegados gubernamentales se comprometieron a derogar todas las leyes que discriminan a las mujeres y adoptar políticas que promovieran la igualdad entre los géneros en la vida pública.
Sin embargo, no estamos satisfechas con los avances, declaró Kyung-wha Kang, presidenta de la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer de la ONU, de 45 miembros. Queda mucho por hacer, agregó.
Carolyn Hannan, funcionaria del Departamento de Asuntos Económicos y Sociales de la ONU, estuvo de acuerdo. Se ha progresado en algunas áreas, en particular en la educación de las niñas y los derechos legales de las mujeres, pero persisten muchos indicadores negativos que requieren atención urgente, dijo.
Esos factores negativos incluyen la persistencia de la violencia contra la mujer, la falta de oportunidades económicas y la representación desigual de los géneros en la toma de decisiones, tanto en países ricos como pobres.
En Beijing, los líderes de gobierno acordaron recervar 30 por ciento de los escaños parlamentarios para las mujeres, pero 10 años después, sólo 15 por ciento de las legisladoras del mundo con mujeres.
Expertos en desarrollo y líderes de la sociedad civil sugieren que, aunque algunas tendencias económicas han tenido un impacto positivo sobre la vida de las mujeres, otras han debilitado su lucha por la igualdad económica y política.
Mientras el acceso a la tecnología de la información aumentó las oportunidades económicas y de formación de redes de muchas de las mujeres, millones de agricultoras de todo el mundo se empobrecen más y más debido al cambio de la producción de alimentos a la de cultivos comerciales, señalan.
Además, el aumento del gasto militar debilita la lucha de las mujeres por sus derechos económicos y políticos, agregan los expertos.
Debido al énfasis de algunos gobiernos en defensa, las mujeres están perdiendo terreno, lamentó June Zeitlin, directora ejecutiva de la Organización de Mujeres para el Desarrollo y el Ambiente (WEDO, por sus siglas en inglés), que agrupa a cientos de grupos de mujeres de todo el mundo.
Actualmente, el mundo gasta más de 900.000 millones de dólares al año en defensa. En contraste, la reducción de la pobreza extrema a la mitad en los próximos 10 años -el primero de los Objetivos de Desarrollo del Milenio- costaría sólo 50.000 millones de dólares al año.
Los Objetivos de Desarrollo del Milenio, fijados por los países miembros de la ONU en 2000, también incluyen la promoción de la igualdad de géneros, la reducción de mortalidad materno-infantil y la universalización de la educación primaria, entre otras metas.
Los discursos son muy buenos, pero no se aplican, lamentó Zeitlin.
Kang y otros funcionarios de la ONU parecen satisfechos con el progreso en el área legislativa hacia la protección de las mujeres frente a la discriminación y la violencia, pero muchos grupos de la sociedad civil no lo están.
Equality Now, un grupo de defensa de los derechos humanos, señaló en un informe que más de 40 países se resisten todavía a cambiar leyes que institucionalizan la discriminación contra la mujer permitiendo asesinatos de honor y violaciones y golpizas maritales.
El secretario general de la ONU, Kofi Annan, exhortó a los gobiernos a tomar en serio estos asuntos en vísperas de la conferencia Beijing más 10, que comenzará el 28 de febrero y finalizará el 11 de marzo.
Annan también lanzó un amplio informe basado en respuestas de 135 gobiernos a preguntas sobre sus acciones para promover la igualdad de géneros, que evalúan el progreso sobre los compromisos de Beijing y de Beijing más cinco, otra conferencia de evaluación realizada en la sede de la ONU hace cinco años.
El informe será un punto de partida para las discusiones de la nueva conferencia.