Los cambios acelerados en la geografía del comercio y la aparición de oportunidades de intercambio hasta ahora inesperadas en sectores nuevos y en otros de gran dinamismo pueden cambiar la suerte del mundo en desarrollo, según expertos reunidos por la Unctad.
La contratación externa de servicios, las energías renovables y los combustibles biológicos, sumados a los textiles y el vestido conforman una suerte de nuevo El Dorado, la mítica tierra del oro en América buscada infructuosamente por los ambiciosos conquistadores españoles.
Los países industrializados siguen quedándose todavía con la parte del león en el comercio internacional, pero algunas naciones en desarrollo han ingresado exitosamente en los sectores dinámicos de la economía, observó la Unctad (Conferencia de Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo).
Por ejemplo, en 1985 equivalía a cero la participación de los países pobres en las exportaciones mundiales de dos categorías de productos dinámicos del mercado, como son los transmisores radiográficos y radiofónicos y las unidades de almacenamiento de computación. Pero en 2002, ya habían obtenido 22 por ciento del comercio de esos bienes.
Con esos antecedentes, la Unctad reunió esta semana en Ginebra a un grupo de especialistas para analizar una iniciativa de apoyo a la participación de los países en desarrollo en los sectores nuevos y dinámicos del comercio internacional.
La agencia de la ONU (Organización de las Naciones Unidas) se propone apoyar las actividades de análisis e investigación en esos sectores, además de promover, con el mismo fin, políticas intergubernamentales compartidas y ofrecer cooperación técnica y formación profesional, explicó Lakshmi Puri, su directora de la División del Comercio Internacional.
Respecto de la contratación externa (outsourcing) de servicios, se indica que hasta hace poco esa modalidad estaba confinada a los países industrializados. Empero, "ahora crece de manera llamativa en dirección Norte-Sur, aunque también existe algún movimiento Sur-Norte y tenemos igualmente un intercambio Sur-Sur", describió Puri.
Los primeros países beneficiados por la "deslocalización" (offshoring) de servicios fueron Canadá e Irlanda, ubicados en el mundo industrializado.
Sin embargo, pronto irrumpieron India, convertido en líder mundial en la materia, y Filipinas. Luego se sumaron otros países en desarrollo y emergentes, como China, Malasia, Vietnam, Bangladesh, Sudáfrica, Ghana, Senegal, México, Jamaica, Barbados, y economías en transición, como Rusia, Hungría y República Checa.
La contratación externa alude a la práctica de pactar la realización de trabajos con terceras partes, con el fin de reducir costos y aumentar la eficacia mientras la empresa se concentra en sus actividades principales. Esta modalidad de contratos puede convenirse con firmas del propio país o del exterior. En este último caso, la operación se denomina deslocalización.
Las perspectivas son por demás atractivas, pues el gasto contemplado para 2006 en el mercado de contratación externa de tecnologías de la información ha sido estimado por la Unctad en un billón de dólares.
Puri dijo que si los países en desarrollo aplican políticas y estrategias apropiadas pueden llegar a quedarse por lo menos con un monto de entre 40.000 y 60.000 millones de dólares.
En los países industrializados, principalmente en Estados Unidos y Gran Bretaña, se han levantado en los últimos meses voces airadas contra este sistema de contrataciones externas porque, sostienen, causa desempleo.
En contraste, los países en desarrollo atribuyen esas críticas a actitudes proteccionistas y pretenden que la Organización Mundial del Comercio (OMC) liberalice esos intercambios de servicios.
Los principales rubros de contratación externa se ocupan de actividades de ingreso y conversión de datos en servicios de transcripción médicos y legales, de centros de llamadas telefónicas, reservas y pasajes, turismo, procesamiento de correo electrónico y de datos, facturas y pagos, desarrollo de programas de computación, investigación en industria farmacéutica, producción de películas animadas y de servicios audiovisuales para la industria del espectáculo, entre otros.
El experto Navdeep Suri observó que la contratación externa de servicios está vinculada estrechamente a las telecomunicaciones. La expansión de la banda ancha contribuyó a mejorar la calidad de las prestaciones y también a reducir los costos. Y las perspectivas son inmejorables pues a largo plazo los costos tienden hacia el cero, dijo.
En países como India o Filipinas, el alquiler de una línea internacional dedicada disminuyó de 800.000 dólares en 1997 a 50.000 en 2002.
De esa manera, se reducen las posibilidades de que los servicios sean producidos y consumidos en una proximidad geográfica, vaticinó.
Ghana es uno de los ejemplos que Suri expuso ante sus colegas de la Unctad sobre países en desarrollo exitosos en el sector de contratación externa. La nación de África occidental goza de estabilidad política democrática, elevados niveles de alfabetización y una fuerza de trabajo anglohablante que atrajo a establecerse en Accra a numerosos operadores internacionales.
Además, desde países vecinos se han trasladado a Ghana trabajadores con dominio de los idiomas francés y español, precisó.
La compañía ACS, del oriental estado estadounidense de Delaware, estableció en Accra un centro de servicios a los clientes que comenzó con 65 empelados y hoy ocupa a 1.300.
Otra empresa estadounidense, Global Response, originaria del sudoriental estado de Florida, planea aumentar a 2.500 sus empleados en el centro de contacto con los clientes que posee también en la capital de Ghana.
El ministro de Comunicaciones y Tecnología de Ghana, Albert Kan Dapaah, explicó que su país intenta obtener ventajas competitivas en el sector de contratación externa a través de la deslocalización.
Ese objetivo adquiere importancia porque mientras la factura de importación de petróleo crece, los ingresos de Ghana por ventas externas suman apenas a 2.000 millones de dólares, principalmente por ventas de cacao, oro y maderas.
Una de las dificultades afrontadas no sólo por Ghana sino por los países africanos ha sido poner en funcionamiento una infraestructura apropiada de telecomunicaciones, un factor fundamental en el sector de contratación externa. Pero las condiciones de esas infraestructuras eran pésimas, dijo Kan.
El ministro observó que el sector privado no ha respondido de manera suficiente a la provisión de servicios básicos, opinó el ministro.
Las compañías estadounidenses realizan contrataciones externas de servicios por unos 30.000 millones de dólares anuales, estimó el funcionario durante la reunión expertos de la Unctad, en Ginebra. De esa cifra, 60 por ciento va a India, que se ha establecido como líder en el sector.
Si Ghana recibiera solamente 10 por ciento de ese monto, obtendría una suma superior al ingreso total que actualmente obtenemos por exportaciones, se ilusionó el funcionario.