China avanza como segundo mercado petrolero mundial y esa circunstancia, aunque atenuada por sus planes de desaceleración económica y eficiencia energética, contribuyó esta semana a sostener altos los precios del crudo.
Para el corto plazo, los mercados atendieron más a la inquietud de que vayan a mermar los suministros con la violencia en Iraq, previa a las elecciones del 30 de este mes en ese país invadido, y porque la OPEP considere otro recorte de su oferta, así como porque el frío invernal en el nordeste de Estados Unidos incremente la demanda de combustible de calefacción.
En Nueva York, el West Texas Intermediate (WTI), el crudo marcador estadounidense, se vendió este viernes a 48,60 dólares el barril de 159 litros, 1,29 dólares más que el jueves y 38 por ciento más que hace un año, aunque se mantiene 13 por ciento por debajo del récord de 55,67 dólares que alcanzó en octubre.
En Londres, el crudo Brent, de referencia europea, ganó 1,38 dólares y el barril se negoció a 45,70 dólares, 40 por ciento por encima de los valores de enero de 2004, aunque distante de la marca de 51,95 dólares que alcanzó en octubre.
Los promedios semanales fueron de 48,10 dólares para el WTI, 44,95 para el Brent y de 41,70 dólares para la cesta de siete crudos de la OPEP (Organización de Países Exportadores de Petróleo), informó el Ministerio de Energía en Venezuela.
El informe semanal venezolano atribuyó la tendencia alcista al frío que azota el nordeste de Estados Unidos, donde se concentra la mayor demanda de combustible de calefacción en el mundo, así como a la escalada de violencia en Iraq.
Hay una situación seria, por la combinación de fuertes nevadas y el frío en el corredor Filadelfia-Boston, declaró Michael Palmerito, de la firma especializada estadounidense Meteorlogix. En Nueva York las temperaturas promedio son de cuatro grados bajo cero y en Boston de seis grados bajo cero, se indicó.
La violencia en Iraq agrega un costo ya endémico a la factura petrolera, y la aprensión aumenta al acercarse el día 30, fecha de las elecciones en ese país invadido por una coalición liderada por Estados Unidos y que produce alrededor de dos millones de barriles por día.
La OPEP, el mismo día 30, se reunirá en Viena para evaluar si el recorte de un millón de unidades en su oferta global de 29 millones de barriles diarios es suficiente para apuntalar los precios o deberá cerrar más los grifos en el segundo trimestre.
Los socios de la OPEP son Arabia Saudita, Argelia, Emiratos Árabes Unidos, Indonesia, Irán, Iraq, Kuwait, Libia, Nigeria, Qatar y Venezuela.
La dirección de la Agencia Internacional de Energía, de los países consumidores industrializados, pidió a la OPEP cautela extrema cuando se reúna el 30 de este mes, porque los precios están altos en comparación con el año pasado y se necesitan inventarios altos para evitar nerviosismo en el mercado.
El ministro petrolero de Kuwait, Ahmad al-Sabah, presidente de turno de la OPEP, aseguró que la organización está comprometida a desempeñar su papel como abastecedor clave en el mercado mundial petrolero.
Pero para el mediano plazo gravita la emergencia de China, ya que desde 2003 desplazó a Japón como segundo mercado petrolero mundial, y más atrás están India y, en menor medida debido a que prácticamente se autoabastece, Brasil.
La demanda petrolera de China creció 14 por ciento en 2004 respecto del año precedente y fue de 288 millones de toneladas, es decir 5,8 millones de barriles diarios, siete por ciento de los 82 millones de barriles que cada día consume el planeta.
La economía china ha crecido a una media de nueve por ciento anual esta década y Beijing se propone recortar ese crecimiento, a entre seis y siete puntos.
Para 2005 se prevé que el consumo petrolero crecerá 12 por ciento, según el director general de la Corporación Nacional de Petróleo de China, Chen Geng, pero aún así ese gigante asiático devorará 320 millones de toneladas, a razón de 6,4 millones de barriles diarios, de los que al menos la mitad serán importados.
Esa alta demanda en términos absolutos se sostendrá aunque progresen los planes chinos de mejorar su eficiencia energética, con oleoductos que acerquen la producción de sus campos del oeste a los centros industriales del este, o que lleguen a los campos rusos, y aún con la búsqueda de nuevas energías, comentó a IPS Francisco Mieres, profesor titular de Economía Petrolera en la Universidad Central de Venezuela.
Eso explica la ofensiva china para asociarse a la producción de petróleo en áreas próximas como Irán, Rusia y Vietnam, pero también en distantes como Canadá, Sudán o Venezuela, para hacerse con un suministro propio, seguro, antes de competir con la importación abierta, el petróleo que se juega en el mercado, añadió Mieres.
Tras los pasos de China camina India, que produce menos de un tercio de los 2,5 millones de barriles diarios que consume, con tendencia a crecer entre cinco y ocho por ciento anual hasta 2010, cuando se ubicaría como el cuarto mercado mundial
El grupo estatal India's Oil and Natural Gas compite actualmente con China y otros oferentes por concesiones en el extremo oriente ruso, en el área de la isla de Sajalín.