Numerosos representantes de los habitantes de barrios pobres de todo el planeta se darán cita en el marco del Foro Social Mundial que comienza este miércoles en Porto Alegre, Brasil.
La búsqueda de soluciones comunes a los problemas comunes queda patente en la consigna elegida por estos activistas: "Nunca más una lucha aislada."
Los delegados de barrios pobres participarán en una asamblea de movimientos sociales urbanos el jueves 27, junto con representantes de redes ciudadanas, asociaciones de inquilinos, comunidades indígenas y organizaciones por el derecho a la vivienda.
"Llegó el momento de unir nuestras luchas", dijo a IPS Cesare Ottolini, de la Alianza Internacional de Habitantes (IAI). "Queremos crear una base de solidaridad mundial para los movimientos sociales urbanos para confrontar ideas y establecer iniciativas comunes.
Junto con otras 30 organizaciones, la IAI, con sede en la ciudad italiana de Padua, lanzará "una llamada para la unidad de los movimientos sociales urbanos", agregó Ottolini.
Los problemas de vivienda afectan a más de 1.000 millones de personas, según el Programa de las Naciones Unidas para Asentamientos Humanos (Habitat), que prevé una elevación de esa cifra a 1.700 millones para 2020 a menos que se tomen firmes acciones preventivas.
"El pago de la deuda externa de los países en desarrollo, alentado por el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional (FMI), imposibilita alcanzar el objetivo de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) de mejorar las condiciones de vivienda a 100 millones de personas para 2015", sostuvo Ottolini.
Pero la existencia de barrios miserables no son solo un problema de los países en desarrollo. Alrededor de cinco por ciento de la población de los países industriales viven en áreas así. Muchos más viven en condiciones precarias o bajo amenaza de desalojo.
"Los planes de vivienda social estadounidenses han sido recordados a causa de los crecientes gastos militares. La lucha por una vivienda decente es parte de la resistencia a los recortes del presupuesto social a causa de políticas neoliberales", sostuvo Ottolini.
Una amplia gama de asuntos se discutirán del 26 al 31 de enero en el Foro Social Mundial en Porto Alegre, máxima instancia deliberativa de la sociedad civil del planeta: del derecho la vivienda segura y decente hasta la privatización com supuesta alternativa a las políticas de vivienda social, pasando por la deuda externa.
El Foro Social Mundial dedicará un seminario al lanzamiento de un sistema mundial de alerta de desalojos y a la campaña "Cero Desalojos", promovida por la IAI.
Apoyado por la red católica de organizaciones comunitarias Kutoka, la campaña ayudó a detener 300.000 desalojos en Nairobi, donde 55 por ciento de la población vive en zonas sin electricidad, agua potable ni saneamiento.
Movimientos urbanos en Kenia y en República Dominicana promueven "fondos populares para vivienda y terreno", que se constituirían con dinero derivado de la condonación de deudas. "En lugar de dirigirse a los países más ricos, el dinero puede ser empleado por y para la población", según Ottolini.
La propuesta será presentada en julio ante la próxima cumbre del Grupo de los Ocho países más poderosos del mundo (Alemania, Canadá, Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia, Italia, Japón y Rusia), que se celebrará en Escocia.
La política de deuda ya está en el orden del día de la cumbre. El ministro de Finanzas británico Gordon Brown propuso la cancelación de la deuda de los países más pobres.
El Grupo Asesor sobre Desalojos Forzados de Habitat, integrado por organizaciones no gubernamentales, autoridades locales, representantes de gobiernos centrales y técnicos, apoya estas iniciativas.
"Tenemos voz pero no voto, pero podemos llevar las necesidades de la sociedad civil al gobierno central de la ONU, que tendrá que escuchar lo que digamos", dijo el coordinador del Grupo Asesor, Yves Cabannes, quien participará en el Foro Social Mundial.
El Grupo integra misiones de conciliación para detener desalojos en Ghana, Santo Domingo y la ciudad brasileña de Curitiba, y formará otra para Tailandia, donde la reconstrucción tras el maremoto de diciembre implica el reasentamiento de muchos pobres por presión de grandes empresarios, explicó Cabannes.
El Foro de Autoridades Locales para la Inclusión Social, que se celebrará en el marco del Foro Social Mundial el 25 de enero, se reunirá con representantes de los movimientos sociales urbanos.