El Foro de Davos 2005 será más recordado por haber servido de marco para volver a vigorizar las negociaciones comerciales de la Ronda de Doha que por los estadistas y las luminarias que estuvieron esta semana en este centro turístico suizo.
La presencia de los ministros de comercio de 24 países pasó prácticamente desapercibida a causa de la rutilante actuación de los presidentes Luiz Inácio Lula Da Silva, de Brasil, y Jacques Chirac, de Francia, y de los jefes de gobierno Tony Blair, de Gran Bretaña, y Gerhard Schroeder, de Alemania, invitados por el Foro Económico Mundial (FEM). Sin embargo, en el mismo hotel, el Arabella Sheraton Seehof, donde deslumbraba este sábado la actriz estadounidense Sharon Stone o donde el viceprimer ministro de Israel, Shimon Peres, sostenía con autoridades palestinas unas conversaciones cruciales para la paz en Medio Oriente, los ministros imprimieron un impulso al adormecido proceso de Doha.
El acuerdo concertado por los ministros allana el camino hacia la sexta conferencia ministerial de la Organización Mundial del Comercio (OMC) de diciembre próximo en Hong Kong, que debería lanzar la etapa decisiva de la llamada Ronda de Doha.
La nueva rueda, aprobada por la cuarta conferencia de la OMC que se reunió en diciembre de 2001 en la capital de Qatar, atraviesa desde entonces dilaciones principalmente por desencuentros entre países ricos y pobres sobre el tema de agricultura.
El 31 de julio pasado, los 148 estados miembros de la OMC consiguieron aprobar finalmente un acuerdo marco, que constituye el esqueleto donde se asentarán las modalidades de la negociación de la nueva ronda.
Pero desde julio, la actividad negociadora en la OMC había sido prácticamente nula y las pocas discusiones se redujeron a cuestiones técnicas.
En cambio, la reunión ministerial informal celebrada en Davos este sábado dio el puntapié inicial político, observó el ministro de comercio de India, Kamal Nath. Ha sido una reunión positiva con señales también positivas, resumió Nath a IPS.
Existía la sensación de que se había perdido el impulso de la ronda, pero los ministros dieron las señales apropiadas a los funcionarios negociadores de Ginebra para que avancen, describió el funcionario indio.
Las evaluaciones de los asistentes coincidieron en resaltar el éxito de la reunión. El director general de la OMC, Supachai Panitchpakdi, se declaró "muy feliz". Fue una reunión verdaderamente muy buena, dijo.
También lo aprobó el ministro de Relaciones Exteriores de Brasil, Celso Amorim, quien coordina al denominado Grupo de los 20, un bloque de países en desarrollo con principios e intereses afines en las negociaciones sobre agricultura.
De muy positiva y constructiva, calificó a la reunión el ministro Amorim, integrante de la comitiva que acompañó en Davos al presidente Lula, quien repitió sus llamados a una guerra contra el hambre en el mundo y expuso asimismo la expansión de Brasil como gran exportador.
Los acuerdos alcanzados por los ministros en Doha determinan que antes de la conferencia de Hong Kong los negociadores se concentrarán en la solución acelerada de cinco temas fundamentales: agricultura, acceso a los mercados de productos industriales, servicios, tratamiento especial y diferenciado para países en desarrollo y reglas del comercio.
En el asunto de las reglas se incluye la cuestión de la facilitación del comercio, una nueva negociación introducida entre las decisiones de julio pasado, que se refieren en general a la eliminación de trabas aduaneras.
El compromiso establecido por los ministros determina que, cuando se abra la conferencia de Hong Kong, deberán estar convenidas las modalidades de negociación de cada uno de los puntos.
Las modalidades aluden a las fórmulas de las concesiones que se otorgaran los países cuando concluyan la Ronda. También incluyen las cifras de los valores transados y los conceptos de flexibilidad en el trato comercial, que permitirán cerrar los acuerdos definitivos.
El ministro de Economía de Suiza, Joseph Deiss, anfitrión de la conferencia ministerial de Davos, precisó que en Hong Kong deberán alcanzarse progresos por lo menos en modalidades de agricultura y de aranceles industriales, y en una masa crítica de ofertas de apertura de mercados en servicios.
Otros objetivos de Hong Kong serán avances significativos en reglas y en facilitación de comercio y una reflexión adecuada de la dimensión del desarrollo, que se refiere a las asimetrías entre las partes negociadoras que perjudican a los países en desarrollo.
Las cuestiones más substanciales de la etapa previa a Hong Kong se discutirán en una nueva reunión de ministros que se realizará en Kenia, en la primera semana de marzo próximo.
Por otra parte, los ministros expresaron la convicción de que los borradores de los textos, las aproximaciones de las modalidades, como las definió Supachai, deberán estar listos antes de agosto próximo.
Si para esa fecha no existe un bosquejo de las modalidades será muy difícil llegar a diciembre y poder alcanzar un acuerdo, estimó Alfredo Chiaradía, secretario de Comercio Internacional de Argentina.
Deiss dijo que los negociadores deberán reducir sus diferencias y que sólo unas pocas cuestiones políticas de importancia podrán quedar pendientes para el examen de los ministros en la conferencia de Hong Kong.