– La mirada escrutadora de la sociedad civil internacional identificó a cuatro grandes compañías transnacionales sobresalientes por su irresponsable comportamiento social y ambiental, a las que se asignó el Premio Ojo del Público 2005.
La distinción, de la que se informó en coincidencia con la sesión anual del Foro Económico Mundial en la ciudad suiza de Davos, correspondió a Dow Chemical Company, a la petrolera Royal Dutch/Shell Group, a la cadena minorista Wal-Mart Stores y a la auditora KPMG Internacional.
El voto del público determinó un premio similar a la empresa de alimentos Nestlé SA.
Las firmas premiadas sintetizan las características de todas las empresas social y ambientalmente irresponsables y revelan los aspectos ocultos de los efectos negativos de la mundialización económica, dijo la activista Sonja Ribi, de la organización no gubernamental suiza Pro Natura.
Pro Natura y Declaración de Berna, otra entidad independiente suiza, coordinan el Premio Ojo del Público, que se atribuyó por primera vez este año en el Davos.
Pero el origen de las singulares recompensas se remonta a 1997 cuando se realizó la primera manifestación denominada The Public Eye on Davos, (Ojo Público sobre Davos), creada como alternativa al Foro de Davos y crítica de la mundialización liberal..
En sus comienzos, el Ojo Público sobre Davos intentó un diálogo con el Foro Económico Mundial, al que le reclamó mayor transparencia y participación activa de los actores críticos. Pero la iniciativa fracasó y la manifestación se volcó hacia el Foro Social Mundial, cuya primera reunión se realizó en 2001 en Porto Alegre, Brasil.
Los activistas de Ojo Público estiman que el Foro de Davos se presenta como defensor de los derechos humanos y del ambiente, mientras pretende ocultar que defiende antes que nada los intereses económicos de sus miembros, las 1.000 empresas más potentes del mundo, sostuvieron.
Con esos antecedentes se lanzó el premio, materializado en una pequeña escultura que representa el globo de un ojo de madera oscura rodeado de dos arcos de metal dorado.
El premio a la empresa Shell, que anunció su imposibilidad de retirarlo en Davos, será llevado a Nigeria por el activista nigeriano Goodwin Oyo, para que sea exhibido ante las comunidades perjudicadas por la actividad de la compañía petrolera en ese país.
Oyo relató esta semana en Davos que desde hace casi 50 años Shell arroja petróleo y quema gas en el delta del río Níger, con graves daños para la población local, sus propiedades y el ambiente de esa región del suroeste de Nigeria.
El activista nigeriano dijo a IPS que para poner freno a esos abusos se deben eliminar las compañías transnacionales, y las naciones en desarrollo deben recuperar la soberanía y el control de sus recursos naturales.
El jurado que otorgó a Shell el premio de irresponsabilidad en la categoría de ambiente estimó que la empresa no ha cumplido su compromiso de cesar la combustión del gas en los yacimientos que explota en Nigeria.
El premio en derechos humanos le correspondió a Dow Chemical, que no ha asumido aún su responsabilidad por los efectos persistentes y a largo plazo del mayor desastre químico de la historia, registrado en Bhopal, India, el 3 de diciembre de 1984.
Una fábrica de la compañía Union Carbide lanzó esa noche enormes cantidades de gases tóxicos. En los primeros días murieron 8.000 personas vecinas del establecimiento, pero las secuelas de catástrofe elevaron hasta ahora los casos fatales a 20.000. Dow Chemical adquirió la fábrica a Union Carbide en 2001.
La organización Campaña Internacional por la Justicia en Bhopal ha demandado que Dow Chemical asuma la responsabilidad por los efectos del desastre y que divulgue los informes médicos sobre la toxicidad de los gases liberados a la atmósfera.
A Wal-Mart Stores le correspondió el premio en la categoría derechos de los trabajadores. Los activistas del Ojo Público sostienen que existen condiciones de trabajo intolerables en las fábricas de Asia y África en que la cadena transnacional se provee de vestimentas.
El grupo comercial, con sede central en Estados Unidos, rehúsa a asumir responsabilidades por las condiciones laborales establecidas por sus proveedores de países como Lesotho, Kenia y Tailandia, aseguraron los activistas.
La compañía auditora internacional KPMG, con sede en Amsterdam, Holanda, fue designada vencedora en la categoría de fiscalidad porque ha diseñado modelos de economía de tributación que alientan a los clientes a practicar la evasión fiscal, dijo el Ojo Público.
En cuanto a Nestlé, el voto del público proclamó a esa compañía suiza irresponsable por desempeñar un papel clave en la comercialización agresiva de alimentos para niños que amenazan la lactancia materna.
Ribi dijo que un millón y medio de infantes mueren cada año por no recibir la leche de sus madres.
La activista mencionó también las prácticas laborales de Nestlé en Colombia, donde reemplazo a todo el personal de una de sus fábricas para emplear de inmediato otros obreros con pagas inferiores.
La Declaración de Berna y Pro Natura exigieron la implantación de normas jurídicas internacionales vinculantes para regular la responsabilidad de las empresas.
El Pacto Global, una iniciativa de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para incorporar las empresas a regulaciones voluntarias y otras acciones similares, son insuficientes porque carecen de mecanismos de control, sostuvo Ribi.