La primera colecta de fondos para la asistencia humanitaria a los damnificados por el maremoto de Asia recaudó 717 millones de dólares, que representan 73 por ciento del monto solicitado la semana pasada por el secretario general de la ONU, Kofi Annan.
Los 717 millones, comprometidos formalmente este martes por representantes gubernamentales reunidos en Ginebra, serán destinados a las operaciones de urgencia para atender a unos cinco millones de personas afectadas por la catástrofe que sacudió el pasado 26 de diciembre a 11 países de Asia y Africa.
Los recursos pedidos por Annan servirán para costear las actividades de las agencias de la ONU (Organización de las Naciones Unidas) en la región durante los primeros seis meses del año. Los fondos habían sido previstos originalmente para las tareas de urgencia en ese período.
Sin embargo, al anunciar el monto de 717 millones asegurado por los países donantes, el coordinador de acciones humanitarias de urgencia de la ONU, Jan Egeland, dijo que ya se está "planeando la rehabilitación", la segunda etapa de la vasta operación de asistencia.
En algunos lugares ya ha comenzado la fase que llevará a "una mejor transición hacia la reconstrucción" de las zonas arrasadas por el maremoto. Otras áreas entrarán a ese estado antes de fines de junio, adelantó.
Egeland se declaró alentado por los resultados de la colecta de recursos que más de 70 países donantes entregarán en efectivo a la brevedad. Japón anunció que desembolsará en los próximos días 250 millones de dólares, que son parte de su oferta total de donaciones por 500 millones.
El funcionario del foro mundial observó que varios gobiernos, entre ellos algunos de los mayores contribuyentes en la colecta, como Alemania, Estados Unidos y Suecia, hicieron notar que en esos países el sector privado había jugado un papel primordial en el aporte de fondos.
Los países donantes se preocuparon por obtener de la ONU la aplicación de un sistema de control financiero de las operaciones de asistencia a los países damnificados por el maremoto. La marcha del mecanismo de verificación se podrá seguir por Internet.
También Egeland mencionó que, a la magnitud sin precedentes de la catástrofe, ha correspondido una actitud de desprendimiento, sin memoria parecida, de la comunidad internacional.
En total, los gobiernos y las organizaciones internacionales han prometido que aportarán asistencia por 3.000 millones de dólares, aunque hasta ahora las obligaciones realmente asumidas se elevan a los 717 millones.
La suma comprometida este martes supera tres o cuatro veces a la respuesta que obtuvo la solicitud de fondos presentada por la ONU en 1999 para ayudar a las víctimas del huracán Mitch, que asoló a varios países de América Central, dijo el funcionario de la ONU.
La organización humanitaria británica Oxfam citó el caso del huracán Mitch para prevenir de los riesgos de incumplimiento de las promesas por partes de los países donantes.
Para la campaña de asistencia en América Central se habían prometido 9.000 millones de dólares, pero sólo se aportó una tercera parte, comentó a IPS la portavoz de Oxfam Amy Barry.
Otra advertencia partió del director de cooperación internacional para el desarrollo de Suiza, Walter Fust, quien sostuvo que los fondos destinados a las víctimas del maremoto de Asia deben provenir de recursos financieros adicionales y no pertenecer a presupuestos ya asignados a otras crisis humanitarias.
Los países donantes deben asumir un doble compromiso humanitario, dijo Barry. Por un lado, tienen que asistir a las víctimas del maremoto con aportes al fondo de 977 millones de dólares creado por el secretario general de la ONU.
Por otro, deberán aportar recursos a la solicitud de 1.700 millones de dólares que la ONU demanda para atender otras crisis humanitarias durante 2005, precisó la responsable de prensa de Oxfam.
El secretario general de la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, Markki Niskala, anunció que la entidad elevará su solicitud original de 57 millones de dólares a 170 millones, para sufragar las actividades de asistencia en las zonas afectadas.
Niskala sostuvo que en ciertas áreas de Indonesia todavía se realizan tareas de urgencia, pues no ha concluido la búsqueda de personas fallecidas.
Una vez concluidas las operaciones de emergencia, la etapa siguiente de reconstrucción requerirá de aportes por miles de millones de dólares y demandará varios años, mencionó Egeland.
Un informe distribuido este martes por la Organización Mundial de la Salud (OMS) consignó que en Indonesia se habían contabilizado hasta el pasado domingo 113.306 muertos, 10.078 desaparecidos, 1.443 heridos y 605.849 desplazados de sus hogares.
En Sri Lanka, los muertos sumaban 30.718, los desaparecidos 4.939, los heridos 14.573 y los desplazados 515.234. En India registraron hasta esa fecha 10.022 fallecidos, 5.617 desaparecidos, 3.324 heridos sólo en la región de Tamil Nadu, y 646.256 desplazados.
Tailandia presenta un balance de 5.305 decesos, de 3.498 desaparecidos, 8.457 heridos y 8.500 evacuados. En Somalia hubo 150 muertos y 283 heridos.
A su vez, Birmania dio cuenta de entre 60 y 80 fallecidos, tres desaparecidos, 43 heridos y 3.205 desplazados. Maldivas tuvo 82 muertos, 26 desaparecidos, 2.214 heridos y 21.663 evacuados. Malasia, finalmente, registró 68 decesos, seis desaparecidos, 2.214 heridos y 21.663 desplazados de sus viviendas.