Un panel de veteranos negociadores comerciales reclamó a los gobiernos que pongan más empeño por el éxito de las negociaciones multilaterales que en el de los acuerdos bilaterales o regionales.
El grupo, de carácter independiente aunque creado a iniciativa del director de la Organización Mundial del Comercio (OMC) Supachai Panitchpakdi, lanzó su informe al respecto en ocasión de los 10 años de operaciones de la institución.
Críticos del sistema comercial mundial vigente consideran que la OMC ha contribuido a socavar la lucha contra la pobreza y a consolidar los beneficios de corporaciones del Norte en desarrollo, elites locales y unos pocos individuos en todo el mundo.
El informe, elaborado por un panel de economistas encabezados por el ex director general de la OMC Peter Sutherland, sostuvo que la apertura de los mercados y la reducción de las barreras comerciales son aún la mejor esperanza para aumentar el crecimiento tanto del mundo industrial como de los países en desarrollo.
Sutherland, quien también fue comisario de Comercio de la Unión Europea (UE), recomendó en el estudio, titulado El futuro de la OMC, que la institución realice una cumbre quinquenal para dar nuevas energías a la organización, cada vez más criticada por naciones en desarrollo y economistas.
El informe también da un fuerte apoyo a la liberalización comercial y a la denominada Ronda de Desarrollo de Doha, instancia de negociaciones multilaterales abierta en la Conferencia Ministerial de la OMC celebrada en 2001 en la capital de Qatar.
Además, el estudio reclama mayor transparencia, en particular en sus recomendaciones de convertir en públicos los procedimientos de solución de controversias y de consultar a los ciudadanos y a las organizaciones de la sociedad civil.
El documento defiende la celebración de reuniones públicas para resolver disputas y para dar a funcionarios y al público herramientas que les permitan comprender el sistema mundial de comercio.
Además de Sutherland, hoy integrante de las juntas de Investors AB y el Banco Real de Escocia, participaron en el panel de ocho expertos el presidente de Reuters y ex presidente y gerente general de Unilever Niall Fisgerald, y el profesor de la estadounidense Universidad de Columbia Jagdish Bhagwat.
Cada vez será más evidente que habría que pagar un importante costo para revertir este sistema, dijo Sutherland al presentar el informe.
El informe es conocido en el marco de las celebraciones por los 10 años de la OMC, cumplidos el 1 de enero, y en vísperas de una reunión de ministros de Comercio en el centro turístico suizo de Davos.
Ciento cuarenta y ocho países integran la OMC, organización basada sobre acuerdos de libre comercio e inversión con un conjunto de garantías diseñadas para estimular la inversión extranjera directa y el movimiento de fábricas, especialmente de Estados Unidos y Europa a países con bajos salarios como China y México.
Panitchpakdi dijo que el informe demuestra la necesidad de una relexión seria sobre cómo mejorar nuestro funcionamiento salvarguardando la fortaleza de esta institución.
Estados Unidos valoró, en general, el estudio, que, según sus funcionarios, demuestra que el comercio alentado por acuerdos multilaterales es una de las mejores opciones para el crecimiento económico mundial.
Podremos discrepar con algunas de las recomendaciones, pero pensamos que destaca las cuestiones correctas y defiende un sistema de comercio abierto con normas multilaterales, dijo el portavoz de la Oficina del Representante Comercial de Estados Unidos (Ustrade), Richard Mills.
Washington considera que el informe admite su persistente queja de que muchos miembros de la OMC participan en las negociaciones multilaterales por la liberalización al mismo tiempo que continúan con una estrategia bilateral y regional.
El estudio sostiene que el plato de espagueti de acuerdos bilaterales socava el enfoque multilateral, y recomendó que esos pactos operen en el marco de la OMC.
Pero organizaciones de la sociedad civil advierten que en sus 10 años de trayectoria la OMC no ha logrado dar réditos económicas ni siquiera a la mayoría de la población del Norte industrial, como tampoco a los países del Sur, mientras benefició a grandes corporaciones y a elites ya ricas.
Las políticas dictadas por la institución con sede en Ginebra supusieron, desde esta óptica, retrocesos en la salud pública y en el ambiente, agregaron.
Hace 10 años, cuando la oposición en numerosos países casi impidió el establecimiento de esta poderosa agencia mundial con reglas uniformes para todos, quienes la defendían decían que conduciría a tremendos beneficios económicos en todo el mundo sin representar amenaza alguna a las políticas de interés público, a la democracia o a la soberanía, dijo la directora de la organización Global Trade Watch, Lori Wallach.
Pero una década después, es claro que la OMC ha sido muy eficaz en hacer exactamente lo contrario, concluyó.