Los líderes de Asia deben asumir la lucha contra el sida como un problema global de desarrollo si no quieren que el continente siga los pasos de Africa, donde la enfermedad socavó las bases de la sociedad.
Así lo dijo, sin reparos, la enviada especial de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para la Lucha contra el Sida (síndrome de inmunodeficiencia adquirida) en Asia y el Pacífico, la pakistaní Nafis Sadik.
No podemos permitirnos ser conformistas. El sida se está transmitiendo en Asia de la misma manera que lo hizo en Africa en el pasado, dijo Sadik en Islamabad, al cierre de la Conferencia sobre las Mejores Prácticas para Mujeres y Niñas con VIH/Sida.
La reunión, organizada por la no gubernamental pakistaní Red AMAL para el Desarrollo Humano, con ayuda del Programa Nacional para el Control del Sida, fue inaugurada por el presidente Pervez Musharraf el 28 de noviembre y terminó este miércoles, en coincidencia con el día mundial de la lucha contra esa enfermedad.
El VIH (virus de inmunodeficiencia humana, causante del sida) es la gran amenaza a largo plazo contra la seguridad, los derechos humanos y el desarrollo que Asia afrontará en la próxima década, alertó Sadik.
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A Asia le faltan sólo 13 años para vivir el impacto del sida que sufren hoy los países más afectados de Africa, donde las sociedades ya están colapsando, incluso en la próspera Botswana, dijo Sadik.
En Asia están presentes los mismos factores que en Africa, y todavía nos los reconocemos. Seguimos diciendo que nuestro sistema de valores va a protegernos. Yo ya oí eso en Africa. Los países de Asia y el Pacífico necesitan actuar contra el VIH/Sida, y deben hacerlo ya, exhortó.
No hay cura para el sida y no hay ninguna en vista. El costo del tratamiento para grandes poblaciones que viven con VIH/Sida está fuera del alcance de cualquier gobierno de la región, añadió.
La conferencia de Islamabad, la primera de esta clase organizada por un país musulmán, contó con la asistencia de 400 delegados de Bangladesh, Birmania, Camboya, China, Gran Bretaña, India, Irán y Nepal y Vietnam.
Siete millones de personas están infectadas con VIH/Sida en Asia, de las cuales un tercio son mujeres, y cuatro millones viven en India, según la ONU. Más de medio millón de asiáticos mueren cada año por la enfermedad.
Las campañas y tratamientos contra el sida le costaron al continente 7.500 millones de dólares en 2001.
En Asia sudoriental, las mujeres y las niñas son las más vulnerables. Sesenta y dos por ciento de las personas infectadas son mujeres de entre 15 y 24 años. En India, 90 por ciento de las mujeres con VIH están casadas y no han tenido relaciones extramatrimoniales.
Para acabar con el sufrimiento de las mujeres casadas pobres se necesita que éstas accedan a atención médica, gocen de una mejor educación y tengan la posibilidad de administrar dinero. En segundo lugar, se necesita que los hombres cambien de actitud, señaló Sadik.
La propagación de la epidemia echará por tierra los esfuerzos para erradicar la pobreza y ayudar a las mujeres y las niñas, las más afectadas entre los pobres, advirtió la especialista.
No obstante, Sadik dijo a IPS estar confiada en que las autoridades responderán ante estos datos alarmantes. Están escuchando. Sí, siempre hay una respuesta, señaló.
Hemos pasado de la indiferencia a los intentos de resolver el problema, aseguró, en referencia a la situación de Asia en general y de Pakistán en particular.
Para la experta, la lucha contra el sida debe ser encarada como un asunto de desarrollo.
No es un problema de salud. Sólo se convierte en uno cuando la persona se infecta. Es un problema sociocultural. Se trata de comportamiento y actitud, sostuvo.
Sadik subrayó la importancia de que los líderes de la región asuman su responsabilidad y enfrenten el problema, en vez de limitarse a hablar en conferencias. Sin embargo, destacó la importancia de estas reuniones.
Cuanto más hablas, menos polémico se convierte el tema y se rompen las barreras comunicativas. La mayoría de los líderes no quieren hablar de sexo. Necesitamos que haya un vocabulario fácil de entender y con el que todos se sientan cómodos, sostuvo.