DESARROLLO: Mortal desidia de donantes

Los países más pobres del mundo pagan un alto precio en vidas humanas porque los países ricos no liberan los recursos que prometieron para combatir el hambre y la pobreza, advirtió la agencia humanitaria internacional Oxfam.

Si el mundo no reacciona, añadió, ”45 millones de niños más morirán innecesariamente antes de 2015”, el plazo para el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo del Milenio, fijados por los líderes de los 189 países miembros de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en septiembre de 2000.

Además, para ese mismo año, 247 millones de personas más vivirán en la pobreza extrema en Africa subsahariana, con menos de un dólar al día; 97 millones de niños y niñas más no asistirán a la escuela, y 53 millones de personas más carecerán de saneamiento.

”La suma que los países ricos invierten en la reducción global de la pobreza es vergonzosamente pequeña”, afirmó la organización con sede en Londres en un nuevo estudio, titulado ”Paying the Price” (Pagando el precio) y publicado el domingo.

La inversión asciende en promedio a 80 dólares por habitante y por año, el equivalente al precio anual de una taza de café por semana.

”Peor aún, cuanto más se enriquecen esos países, menos ayuda otorgan. En proporción a sus ingresos, hoy en día ofrecen la mitad que en la década de 1960”, señala el estudio.

Los Objetivos de Desarrollo del Milenio para 2015 incluyen la reducción a la mitad de la pobreza extrema y el hambre, la enseñanza primaria universal, la igualdad de géneros, y la reducción de la mortalidad infantil en dos tercios y de la mortalidad materna en tres cuartas partes.

Otras metas son detener y comenzar a reducir la incidencia del sida, la malaria y otras enfermedades, garantizar la sostenibilidad del medio ambiente y fomentar una asociación mundial para el desarrollo.

Pero la mayoría de los países ricos no sólo incumplieron su promesa de destinar 0,7 por ciento de su producto interno bruto (PIB) a la ayuda oficial para el desarrollo, como acordaron en la Asamblea General de la ONU de 1970, sino que también se negaron a cumplir su obligación de eliminar barreras arancelarias, abrir sus mercados y cancelar la deuda de los países más pobres.

Actualmente, los países más pobres del mundo deben reembolsarles a los ricos 100 millones de dólares al día, destacó Oxfam.

Hasta ahora, sólo cuatro países industrializados han cumplido el objetivo de 0,7 por ciento del PIB: Noruega, Dinamarca, Suecia y Holanda.

Pero para combatir la pobreza hace falta más que dinero, porque las perspectivas de los países pobres también son afectadas por normas injustas de comercio, las consecuencias violentas del tráfico de armas, y el impacto del recalentamiento de la Tierra, dice el estudio.

Sin embargo, la cancelación de la deuda de los 32 países más pobres del mundo significaría un gran alivio para éstos, mientras que los países ricos acreedores apenas lo notarían, agrega.

El costo para los países ricos ascendería a 1.800 millones de dólares al año en la próxima década, o sólo 2,1 dólares anuales para cada uno de sus ciudadanos, según Oxfam.

La organización británica urgió a siete líderes del Grupo de los Ocho (Estados Unidos, Alemania, Francia, Italia, Japón, Gran Bretaña, Canadá y Rusia) a hacer historia en su cumbre de junio de 2005, en Escocia, cancelando la deuda de los países más pobres y aumentando su ayuda para el desarrollo. El octavo miembro del grupo es Rusia.

Interrogada sobre si confiaba en una respuesta positiva de los líderes del G-8, Caroline Green, de Oxfam, manifestó esperanza en la cancelación de la deuda de los países más pobres del mundo para el año próximo.

El G-7 ya anunció que antes de fin de año emitirá un documento sobre sus próximas medidas acerca de la cuestión de la deuda, dijo Green a IPS.

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