COMERCIO: Países pobres quieren elevar su voz en la OMC

La selección del próximo conductor de la Organización Mundial del Comercio (OMC) amenaza con originar otro enfrentamiento entre el mundo industrial y el Sur en desarrollo.

La carrera oficial se abrió el 1 de diciembre. Está previsto que el actual director general de la OMC, el tailandés Supachai Panitchpakdi, deje el cargo el 30 de agosto.

Pascal Lamy agregó su nombre a la lista de aspirantes a sucederle esta semana, con el apoyo de los 25 países miembros de la Unión Europea (UE) y de la Comisión Europea, rama ejecutiva del bloque.

El francés Lamy, ex comisario de Comercio Exterior de la UE de filiación socialista y 57 años de edad, es por ahora el único candidato surgido del mundo industrial.

Éste será, al parecer, el aspirante de más notoriedad para el cargo, pero encontrará dificultades para obtener apoyo entre los países en desarrollo, que tienen un creciente protagonismo en la OMC.

El ex embajador de Uruguay en la organización y actual asesor del gobierno de su país Carlos Pérez del Castillo también ha manifestado su interés en el trabajo. El embajador brasileño Luiz Felipe de Seixas Correa se aprestaba este viernes a presentar su candidatura.

El canciller de Mauricio, Jaya Cuttaree, y el ministro de Comercio e Industria de Kenia, Mukhisa Kituyi, también aspiran al cargo. Entre ambos podrían dividir el voto de las naciones africanas, como dejaron de manifiesto funcionarios de Mauricio al desacreditar la candidatura de Kituyi la semana pasada.

Al cabo de una reunión del grupo de 79 ex colonias europeas en África, el Caribe y el Pacífico celebrada en Bruselas, funcioarios dicen que la mayoría en favor de Cuttaree era ”abrumadora”.

El interés de los países en desarrollo refleja su aspiración a elevar su participación en la OMC a un nivel superior.

Esta organización fue creada en 1995, al cabo de la Ronda Uruguay de negociaciones multilaterales de comercio, que culminó con la mayor reforma del sistema internacional de intercambios de la historia.

Su función principal es la de foro de negociaciones entre sus 148 miembros. También maneja disputas entre países y brinda asistencia técnica y capacitación a las naciones en desarrollo.

Aunque aún restan nueve meses para que concluya el periodo de Panitchpakdi, la OMC procura evitar las disputas que caracterizaron en 1999 la elección anterior, también entre el mundo industrial y el Sur en desarrollo, que dejaron a la organización sin cabeza durante meses.

La solución fue admitir que dividir el periodo entre el neocelandés Mike Moore y Panitchpakdi, con tres años para cada uno.

Los países pobres de la OMC tendrán gran influencia en la selección del nuevo director general. Los candidatos deberán convencerlos de que son la mejor opción para ellos, y esa tarea no será fácil para Lamy.

Muchos países en desarrollo han criticado la labor de Lamy en sus cinco años en la Comisión Europea, cuando jugó un papel clave en el desbloqueo de la Ronda de Doha de negociaciones multilaterales.

Los países más pobres de la OMC son cada vez más influyentes dentro de la organización, en especial luego de que en la conferencia ministerial del año pasado en Cancún, México.

En esa instancia, las naciones en desarrollo se unieron para rechazar las posiciones del Norte industrial. A raíz del éxito de la alianza, se formó el Grupo de los 20, encabezado por Brasil, India y Sudáfrica, como expresión del mundo pobre en las negociaciones comerciales.

Pérez del Castillo, cuya candidatura es rechazada por el Grupo de los 20, sostuvo que el cargo debería recaer sobre un latinoamericano o un africano.

De Seixas Correia dijo al diario británico The Financial Times esta semana que estaba preparado para alentar su postulación ”sobre la base de que Brasil es un país en desarrollo plenamente comprometido con el sistema (multilateral de coemrcio) y con el impulso de la participación del mundo en desarrollo en la OMC”.

Lamy también necesitará el apoyo de las ex colonias de Africa, el Caribe y el Pacífico, que tienen estrechos vínculos con la UE. Pero Cuttaree ha dicho que tiene el respaldo del bloque.

De todos modos, un portavoz del secretariado del grupo en Bruselas se mostró reticente a comentar las candidaturas antes de su formalización.

El director de la no gubernamental Red Económica Interregional (IREN), James Shikwati, dijo a IPS que la designación de un director general del Sur en desarrollo facilitaría la presencia de esos países en las negociaciones y pondría fin a ”la agenda del mundo industrial que parece haber dominado las discusiones de la OMC”.

Las candidaturas deberán ser presentados al presidente del Consejo General de la OMC antes del día 31. Luego, se sucederán tres meses de campaña antes de que comiencen las deliberaciones el 1 de abril.

Aquellos candidatos con menos posibilidades se retirarán en los dos meses finales, según los observadores. Eso dejará al Consejo la tarea de establecer un consenso en torno de un único candidato para el 1 de junio. (

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