El presidente de Argentina, Néstor Kirchner, acusó este miércoles a los países industrializados de tener «doble moral», al actuar como «acreedores implacables» ante deudores financieros mientras que rehuyen o dilatan los compromisos de su «deuda ambiental» con el mundo en desarrollo.
Con esas palabras, Kirchner inauguró el tramo ministerial de la Décima Conferencia de la ONU sobre Cambio Climático, que finalizará este viernes en Buenos Aires tras deliberar por 12 días con más de 6.000 participantes de 180 países entre delegados gubernamentales, de agencias multilaterales y activistas de la sociedad civil.
Ante ministros de Ambiente y jefes de delegación de un centenar de países, el mandatario anfitrión advirtió que, si el mapa mundial de la pobreza y el endeudamiento financiero se superpone con el de las mayores extensiones de activos ambientales que aportan a la biodiversidad en el planeta, "es fácil advertir su coincidencia".
Lo mismo ocurriría si se coloca el mapa de los acreedores financieros sobre el del conjunto de países que realizan "la mayor contribución a la degradación ambiental que produce el cambio de clima en el mundo", añadió ante delegados de la X Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, más conocida como COP10.
"No debemos aceptar la doble moral que significa reclamar a países en desarrollo el cumplimiento estricto de los compromisos financieros vinculados con la deuda externa, al tiempo que las sociedades más evolucionadas y poderosas evitan el compromiso básico con la preservación de la vida", exhortó Kirchner a los ministros presentes.
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A su turno, el director del Programa Naciones Unidas para el Medio Ambiente, Klaus Toepfer, leyó un mensaje del secretario general de la ONU (Organización de las Naciones Unidas), Kofi Annan, quien consideró que la agenda del desarrollo debe incorporar la cuestión del impacto del cambio climático e incluir medidas para la adaptación en países en desarrollo.
Annan instó a los países parte a "mirar al futuro" para promover el uso de tecnología de bajo contenido de gases cuya emisión provocan el llamado efecto invernadero y de fuentes de energía renovables, al tiempo que exhortó a la comunidad de empresas y financistas para que sus decisiones contribuyan a alcanzar esos objetivos.
También la secretaria ejecutiva de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, Joke Waller Hunter, celebró los avances logrados en el proceso de negociación para mitigar el recalentamiento terrestre, pero consideró "indispensable que las sociedades se preparen para las repercusiones inevitables" de ese fenómeno.
Para Kirchner, el cambio climático es un problema mundial causado principalmente por las "sociedades económicamente más poderosas y muchas veces desaprensivas en la generación de procesos cuyos efectos recaen sobre otros pueblos y generaciones".
Remarcó, además, que el recalentamiento global "agravará las ya insoportables condiciones de pobreza y hambre en todo el mundo" y advirtió que el costo de esa transgresión será "más gravoso para los países más vulnerables" que son, precisamente, "los que menos han hecho para provocar esta catástrofe".
"No podemos aceptar que sociedades enteras estén condenadas a la desaparición sólo porque en algún otro lugar del mundo no se acepta asumir el esfuerzo necesario para evitar que ello suceda", subrayó.
Es necesario dejar atrás la retórica y buscar "soluciones" para el cambio climático, apuntó, tras indicar que "no es posible que los estados en desarrollo reclamen angustiados y sean desoídos". "Es imperioso atender sus demandas y empezar a recorrer el camino de las soluciones cuanto antes", exhortó.
Para Kirchner, el esfuerzo principal en este sentido debe recaer sobre los países que tienen más recursos de capital y tecnológicos, que son los que "no están sometidos a la carga de la deuda externa ni deben hacer frente a las demandas de sociedades que tienen pendientes formidables reparaciones", como sucede con las naciones en desarrollo, precisó.
"Los acreedores financieros, implacables ante el incumplimiento de sus deudores, no admiten hacerse cargo de la deuda ambiental que contrajeron con los países menos desarrollados", y "rehuyen los compromisos, o dilatan la materialización de los aportes prometidos para atender el problema del cambio climático", acusó.
El presidente lamentó luego que "los ciudadanos de esas sociedades avanzadas puedan consumir hasta el hartazgo, potenciando las emisiones de gases de efecto invernadero, mientras los ciudadanos de nuestros países luchan para sobrevivir, soportan el hambre y la miseria extrema".
Tras la apertura, los ministros sesionarán hasta el jueves inclusive en cuatro paneles de seis ministros cada uno, que abordarán los diversos aspectos de la negociación en materia de cambio climático como adaptación, litigación, transferencia de tecnología y balance del proceso desde la entrada en vigor de la Convención hace 10 años.
La COP10 finalizará el viernes próximo, cuando se espera que en las conclusiones se decida sobre el modo en que los delegados abordarán los compromisos de reducción de emisiones más allá de 2012, fin del plazo previsto en el Protocolo de Kyoto que entrará en vigor el 16 de febrero.