La cantidad de estudiantes extranjeros en Estados Unidos cayó por primera vez en más de tres decenios, en parte por la percepción de que no son bienvenidos en este país, mientras cada vez más jóvenes estadounidenses van a estudiar a universidades del exterior.
El número absoluto de jóvenes extranjeros inscriptos en universidades e institutos terciarios estadounidenses bajó 2,4 por ciento a 572.509 en el período 2003-2004, según "Open Doors" (Puertas abiertas), el estudio anual del Instituto de Educación Internacional (IIE, por sus siglas en inglés).
Mientras, la cantidad de estudiantes ya registrados disminuyó cinco por ciento, pero parte de la pérdida fue compensada por un incremento de 2,5 por ciento en el número de graduados, señala el informe.
Estadísticas incompletas recogidas de institutos para graduados sugieren que las inscripciones para el año académico 2004-2005 podrían caer seis por ciento, declaró Hey-Kyung Koh, director de Open Doors.
Al mismo tiempo, señala el informe, el número de jóvenes estadounidenses que va a estudiar al exterior aumentó 8,5 por ciento a casi 175.000 en 2002-2003, el último año académico completo con estadísticas disponibles.
Dos tercios de esos estudiantes estadounidenses fueron a universidades de Europa, pero las inscripciones en universidades de América Latina también aumentaron (14 por ciento, a 27.000). Mientras, las inscripciones en Africa (casi 5.000) y en Australia y Nueva Zelanda subieron 15 por ciento a casi 13.000.
Las nuevas estadísticas preocupan a los educadores estadounidenses, quienes habían advertido sobre el impacto de la "guerra contra el terrorismo" declarada por Bush tras los atentados del 11 de septiembre de 2001 sobre los intercambios estudiantiles.
Desde entonces, estudiantes de países islámicos y algunos países asiáticos no islámicos experimentaron más dificultades para obtener la visa a tiempo, pese a los esfuerzos de autoridades consulares estadounidenses para acelerar el proceso.
Asociaciones educativas y científicas advirtieron que la reducción de la cantidad y calidad de los estudiantes extranjeros que llegan a Estados Unidos amenaza la competitividad y la imagen mundial del país a largo plazo.
"Claramente, interesa a la seguridad nacional estadounidense de largo plazo recibir estudiantes internacionales para que estudien aquí", declaró Allan Goodman, presidente del IIE, en una declaración publicada junto con el informe.
"La presencia de estudiantes internacionales en aulas de este país amplía las perspectivas de sus compañeros estadounidenses, contribuye a actividades vitales de investigación, fortalece las economías locales en las que viven, y construye vínculos duraderos entre sus países de origen y Estados Unidos", agregó.
El estudio también reveló que Australia, Nueva Zelanda y Gran Bretaña están recibiendo más estudiantes internacionales a expensas de Estados Unidos, y que la percepción de que esos estudiantes no sería bien recibidos en este país contribuyó a la baja de inscripciones.
Otros factores son el costo relativamente alto de la matrícula y "un notable fortalecimiento en la capacidad de formación estudiantil" en muchos países.
Casi 50 por ciento de todos los estudiantes extranjeros en universidades e institutos terciarios de Estados Unidos procedieron de apenas cinco países en el año académico 2003-2004, cuatro de ellos asiáticos.
India aportó el mayor número de estudiantes: casi 80.000, siete por ciento más que el año anterior. Le siguieron China (62.000), Corea del Sur (52.000), Japón (41.000), Canadá (27.000) y Taiwan (26.000).
México figura en séptimo lugar con 13.000 estudiantes, seguido por Turquía (11.000), Tailandia, Indonesia y Alemania (casi 9.000 cada uno), Gran Bretaña (8.500), Brasil (7.800), Colombia (7.500) y Kenia (7.400).
Las mayores caídas porcentuales de inscripción por país correspondieron a Indonesia (el país musulmán más poblado del mundo, con 15 por ciento), Japón (11 por ciento) y Tailandia (10,5 por ciento), según el informe. Mientras, la cantidad de estudiantes ya inscriptos cayó 20 por ciento en el caso de China, 14 por ciento en el de Japón y nueve por ciento en el de India.
El número de estudiantes de Europa y Medio Oriente disminuyó cinco y nueve por ciento, respectivamente.
La reducción de estudiantes de Medio Oriente fue muy pronunciada, porque se sumó a una caída de 10 por ciento en 2002-2003, el primer año académico después de los ataques del 11 de septiembre.