El lanzamiento por parte de la ONU del Año Internacional del Microcrédito concentra la atención de la comunidad internacional en la urgencia de brindar servicios financieros a sectores de escasos recursos.
Facilitar a las personas y empresarios de los sectores marginalizados un mejor acceso a servicios como crédito, préstamos, cuentas de ahorro y seguros elevará la estabilidad financiera y contribuirá a reducir la pobreza, según la ONU (Organización de las Naciones Unidas).
Un pequeño préstamo, una caja de ahorro y envíos de cheques puede hacer la diferencia para un pobre o una familia de escasos recursos, dijo el jueves el secretario general de la ONU, Kofi Annan, al presentar el Año Internacional del Microcrédito.
Con acceso a la microfinanzas, estos sectores pueden obtener mayores ganancias, consolidar sus propiedades y protegerse mejor de retrocesos y pérdidas inesperadas, sostuvo Annan.
El subsecretario general de la ONU para Asuntos Económicos y Sociales, el colombiano José Antonio Ocampo, dijo que el microcrédito —la política financiera de conceder pequeños préstamos, a menudo sin exigir garantía real— puede estimular a las economías débiles.
Considerando que los pobres son contribuyentes vitales de la economía a nivel local y nacional, el Año Internacional del Microcrédito 2005 tiene el potencial de desencadenar una nueva ola de microempresarios, dando a los sectores de menores ingresos la posibilidad de mejorar sus vidas, añadió Ocampo.
La ONU también cree que impulsar este tipo de servicios financieros ayuda a alcanzar las Metas de Desarrollo del Milenio, fijados en la sesión especial de la Asamblea General del foro mundial en septiembre de 2000 en presencia de numerosos jefes de Estado y de gobierno.
Entre los objetivos establecidos figuran garantizar para 2015 la educación universal de niños y niñas, y reducir a la mitad, respecto de 1990, la población de pobres, de hambrientos y sin acceso a agua potable ni medios para costearla.
Otros objetivos establecidos en 2000 por los 189 países entonces integrantes de la ONU son promover la equidad de género, reducir la mortalidad infantil, combatir el VIH/sida, la malaria y otras enfermedades y garantizar la sustentabilidad ambiental.
Analistas financieros y funcionarios de la ONU afirman que el microcrédito, al canalizar crédito y capital hacia la población económicamente más débil y empobrecida, ayuda a alcanzar esas metas, en especial la de reducir la población pobre.
Las microfinanzas son una poderosa herramienta para ayudarnos a llegar allí, dijo el administrador del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), Mark Malloch Brown.
El microcrédito no es caridad, pues va más allá del reino de las actividades sin fines de lucro e ingresa al reino de los negocios. Esos préstamos, con un promedio de entre 75 y 100 dólares para individuos y de hasta 1.000 dólares para empresas, deben devolverse con interés, como cualquier otro.
Las iniciativas de microfinanzas dirigidas a mejorar los mercados a nivel local y nacional y a alentar el crecimiento económico ayudan a luchar contra la pobreza, pero no solucionan por sí solas ese problema, advierten funcionarios de la ONU.
El subsecretario del foro mundial Anwarul K. Chowdhuri dijo la semana pasada ante la Asamblea General que aumentar los microcréditos son apenas uno de los muchos pasos necesarios para combatir la pobreza y el hambre.
El enorme potencial de esta práctica sólo puede alcanzarse plenamente en combinación con otras intervenciones, como programas de protección social, esquemas de educación y entrenamiento en el marco de una estrategia más amplia de erradicación de la pobreza, sostuvo.
El microcrédito es, apenas, un catalizador de la actividad económica de los pobres, añadió.
Resuelto en 1998, el Año Internacional del Microcrédito 2005 cierra la Década para la Erradicación de la Pobreza fijada por la ONU.
Ganadores del Premio Mundial de Microempresas de la Escuela de Negocios de la Universidad de Harvard tañeron las campanas en la apertura de nueve bolsas de comercio en todo el mundo, para señalar la concordancia de los mercados financieros con los esfuerzos de la ONU.
Entre los galardonados figuraron microempresarios de Camboya, Indonesia y República Dominicana.
En esta jornada, los mercados bursátiles del mundo se concentran en la gente a la que este año está consagrado: los clientes de las microfinanzas, dijo el presidente del Grupo Asesor de la corporación financiera Citigroup para el Año Internacional del Microcrédito, Stanley Fischer.
El microcrédito no carece de problemas propios. Dada la relativa informalidad del proceso de préstamos y los problemas económicos de muchos países, el pago de la deuda es motivo de preocupación.
La ONU llegó, incluso, a recomendar a los operadores de microcrédito abstenerse de incursionar en áreas donde las circunstancias puedan obstaculizar el pago de las deudas.
Las poblaciones geográficamente dispersas o con alta incidencia de enfermedades no son clientes de microfinanzas adecuados. Para que el microcrédito sea apropiado, los clientes deben tener capacidad de repago bajo los términos acordados, indica el sitio web publicado especialmente por la ONU.