DERECHOS HUMANOS: Organo de ONU descorre velo islámico

El Comité de Derechos Humanos de la ONU emitió una opinión sobre el uso del velo islámico en centros de enseñanza, ante la queja de una estudiante de Uzbekistán, que puede reavivar en países europeos y en particular en Francia la polémica sobre el empleo de símbolos religiosos en las escuelas.

El organismo de la ONU (Organización de las Naciones Unidas) encargado de controlar la aplicación por los estados partes del Pacto Internacional sobre Derechos Civiles y Políticos, transmitirá en los próximos días, de manera reservada, sus comentarios al gobierno uzbeko.

Tashkent dispone a partir de ese momento de un plazo de seis meses para presentar al comité sus explicaciones o aclaraciones.

Pero, a pesar del carácter confidencial del procedimiento, activistas de derechos humanos sostuvieron que la comunicación del comité contiene objeciones a la prohibición dictada en Uzbekistán de la utilización del velo islámico.

Las fuentes advirtieron de que, por extensión, los argumentos empleados por el cuerpo pueden servir a las organizaciones religiosas y humanitarias que en Francia cuestionan una ley de ese país que regula también esta cuestión.

La norma francesa, dictada a comienzos de este año en medio de una áspera controversia, establece la interdicción en las escuelas públicas del uso de signos o vestimentas que manifiesten de forma ostensible la pertenencia a un credo religioso.

El comité de la ONU, que finalizó este viernes en Ginebra su último período anual de sesiones, examinó la denuncia personal de una estudiante uzbeka expulsada de la Escuela de Estudios Orientales por defender el uso del velo con que cubren la cara una parte de las mujeres de religión islámica.

La joven denunciante no usaba el velo y sólo se cubría con un pañuelo de cabeza, pero tomó partido por la causa de las estudiantes musulmanas portadoras del velo, dijeron los activistas.

Por otra parte, la joven orientalista protagonizó un incidente con un profesor, lo que precipitó su expulsión, relataron.

El examen del caso de la estudiante uzbeka evidenció fisuras entre los 18 expertos independientes, designados por los gobiernos, que integran el comité, pues algunos de ellos defendieron el derecho de los países a adoptar una óptica laicista mientras otros privilegiaron el apego a un enfoque legal, describió la fuente.

Entre los argumentos barajados por el comité se mencionó, en el plano jurídico, que el instituto de enseñanza uzbeko carecía de competencia para establecer reglamentaciones restrictivas acerca de la vestimenta.

En cuanto al gobierno de Uzbekistán, impuso posteriormente limitaciones al uso del velo que pretendió aplicar con carácter retroactivo, lo que no pasó por alto a los miembros del comité, dijeron los activistas.

Las fuentes estimaron que el caso de Uzbekistán, un país donde 88 por ciento de la población profesa la fe musulmana, presenta algunas semejanzas con la situación en Francia, donde la aplicación del veto al velo islámico en septiembre pasado ya ocasionó la expulsión de dos niñas, Dounia y Khouloud, de 12 y 13 años, de una escuela de Mulhouse, en la región oriental de Alsacia.

La organización humanitaria Human Rights Watch (HRW), con sede central en Nueva York, había advertido que la ley de Francia es ”discriminatoria” porque afecta de manera desproporcionada a niñas musulmanas de ese país.

La disposición no deja a algunas familias musulmanas otra alternativa que retirar a sus hijas de las escuelas públicas, señaló HRW en un anticipo de lo que ocurriría en Alsacia.

La situación en Francia se complicó después de que en agosto pasado, un grupo islámico secuestró en Iraq a dos periodistas franceses y a su traductor de nacionalidad siria.

El grupo secuestrador, denominado Ejército Islámico de Iraq, exigió la derogación de la ley francesa sobre el uso de los símbolos religiosos en las escuelas a cambio de la liberación de los periodistas Christian Chesnot y Georges Malbrunt, quienes todavía permanecen en cautiverio.

Las derivaciones del caso de la estudiante uzbeka y sus eventuales repercusiones en el debate en Francia se demorarán hasta que el comité divulgue la información de sus argumentos y de la respuesta de Tashkent, en el informe anual que el organismo prepara.

El régimen de quejas de sujetos individuales ante el comité sólo comprende a los países que han ratificado el Primer Protocolo Opcional del Pacto, que regula ese sistema. Entre los países que no han adherido al protocolo figuran Estados Unidos, Cuba, Brasil, Irán, China e Indonesia.

La próxima reunión del comité se realizará en la sede de la ONU de Nueva York, en marzo venidero, y la siguiente tendrá lugar otra vez en Ginebra, en julio.

El organismo distribuyó este viernes sus observaciones sobre los informes presentados por Albania, Benin, Finlandia, Marruecos y Polonia.

En el caso de Marruecos, el comité declaró su preocupación por la ausencia de progresos en la aplicación del principio de autodeterminación del pueblo del Sahara occidental, la región disputada por el régimen marroquí y la los nativos saharuis.

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