Ya no hay respeto por una de las enfermedades más mortales del siglo XX. Según expertos, es por eso que el cierre temporal de un solo laboratorio en Gran Bretaña provocó una grave escasez de vacunas contra la gripe en Estados Unidos, en plena temporada preinvernal de vacunación.
Autoridades sanitarias británicas decidieron cerrar el laboratorio, propiedad de Chiron Corp, una empresa con sede en el estado de California, tras concluir que la vacuna que producía estaba contaminada con bacterias.
La instalación debía producir 48 millones de dosis de vacunas, cerca de la mitad de la demanda estimada en Estados Unidos para este año.
Tras su cierre, las autoridades sanitarias estadounidenses buscan un sustituto para la vacuna, herramienta fundamental de la protección de la población contra una enfermedad que cada año mata a 36.000 personas y manda al hospital a más de 200.000, según el Centro para el Control de Enfermedades de Estados Unidos.
En 1918 y 1919, una pandemia mundial de gripe española mató hasta 50 millones de personas, 500.000 de ellas en Estados Unidos. Fue una de las epidemias más devastadoras de la historia mundial.
Pese a estos antecedentes, en la conciencia popular de los países industrializados la gripe nunca es considerada en los primeros lugares de la lista de enfermedades mortales.
No creo que la gente entienda lo que es la gripe. Ese es parte del problema, afirmó Paul Offit, médico del Hospital Infantil de Filadelfia, en el nororiental estado de Pennsylviania. Offit está escribiendo un libro sobre el desarrollo de la vacuna contra la poliomielitis, en los años 50.
Lo mejor que el Centro para el Control de Enfermedades puede hacer… es explicar qué es esta enfermedad y por qué es importante prevenirla. Muchas personas tienden a pensar que son invulnerables y que nunca les va a tocar a ellas, dijo a IPS.
Aunque el ciudadano promedio piense de esa manera, los expertos y algunos políticos sí están despertando al peligro de la enfermedad.
Durante la pandemia de 1968 y 1969, la gripe de Hong Kong mató a 700.000 personas en todo el mundo. Y algunos expertos en salud advierten que los últimos brotes de influenza aviar o gripe del pollo presagian una nueva pandemia.
Este año, por ejemplo, Canadá anunció que invertirá 5,3 millones de dólares por año en un programa contra una pandemia de gripe.
La amenaza de una pandemia mundial puso en evidencia la falta de prevención y de recursos para combatir la enfermedad en países en desarrollo, en parte porque esos recursos están dominados por el Norte industrial, señalaron expertos.
Nos preocupa que, en una pandemia de influenza, las vacunas no lleguen a los países en desarrollo hasta que los industrializados hayan satisfecho su demanda, porque los laboratorios (productores de vacunas) están en estos últimos, manifestó a IPS Klaus Stohr, director del Programa Mundial contra la Influenza de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
En segundo lugar, los países en desarrollo no han tomado aún otras decisiones relacionadas con la prevención de una pandemia, por ejemplo a quiénes vacunar primero, cómo se asignarían los recursos hospitalarios, y pautas de tratamiento, señaló Stohr.
En 2002 y 2003, la gripe mató a más de 2.000 personas en República Democrática de Congo, en Africa central.
Offit predijo que la escasez de vacunas de este año hará que la gripe cobre más vidas que lo habitual en Estados Unidos. Las probabilidades de que muchos estadounidenses sean hospitalizados y mueran porque no pudieron obtener una vacuna son altas, dijo.
El secretario estadounidense de Salud y Servicios Humanos, Tommy Thompson, ha dicho una y otra vez que este último problema es un llamado de alerta a la nación para que modernice su método de fabricación de vacunas y estabilice la demanda, declaró a IPS el portavoz del departamento, Tony Jewell.
El departamento (ministerio) invertirá este año 283 millones de dólares en la gripe, frente a 39 millones en el último año del gobierno de Bill Clinton (1993-2001), agregó Jewell.
La cifra incluye 65,9 millones de dólares para investigación y desarrollo de nuevas vacunas, 13,6 millones para distribución, infraestructura y preparativos de salud pública, 100 millones para desarrollar una vacuna para situación de pandemia, y 33 millones de dólares para compra de medicamentos.
El precio de venta de la vacuna contra la gripe oscila entre 10 y 20 dólares la dosis.
Según Jewell, Thompson quiere alentar a los fabricantes a participar del negocio de la vacuna contra la gripe, así como han sido alentados a fabricar vacunas contra el ántrax y la viruela, dos enfermedades que han alarmado al público desde los atentados del 11 de septiembre de 2001, como posibles armas biológicas.
Existen muchos motivos por los que sólo un puñado de firmas están dispuestas a embarcarse en la fabricación de vacunas, pero el principal es el riesgo demasiado alto de que el rendimiento económico sea muy bajo, señaló Offit.
El secretario Thompson sugirió el jueves que el Congreso legislativo autorice al gobierno a comprar hasta 100 millones de dosis al año. Eso garantizaría a los laboratorios un mercado mínimo, y a la población una oferta anual de vacunas, dijo Jewell.