PETROLEO-VENEZUELA: La cruzada por Petroamérica

Los altos precios del crudo y la sed mundial de hidrocarburos fósiles abren las puertas de América Latina a la creación de Petroamérica, el proyecto venezolano para aliar las corporaciones petroleras de la región con el fin de darle un nuevo cimiento a la integración.

El presidente del grupo estatal Petróleos de Venezuela (Pdvsa), Alí Rodríguez, precisó en el marco de sucesivas visitas a Buenos Aires, Montevideo, Asunción y Río de Janeiro que las firmas petroleras de la región cuentan con 11,5 por ciento de las reservas mundiales de crudo y tienen un mercado natural de 530 millones de consumidores.

”¿Cuáles pueden ser los obstáculos insuperables para que empresas como Petrobras (Brasil) y Pdvsa puedan asociarse, operar conjuntamente y obtener beneficios? Realmente ninguno”, dijo Rodríguez en una conferencia en Río de Janeiro. Ya que esas empresas y el gigante mexicano Pemex cuentan sobre todo con crudos pesados,

”¿Cuáles pueden ser los obstáculos sustantivos e invencibles para que trabajemos en proyectos conjuntos?”, volvió a preguntar Rodríguez. ”No creemos que existan”, respondió a continuación.

Esas empresas no sólo tienen reservas, infraestructura de producción y mercados, sino oportunidades de negocios como los 56.000 millones de dólares que prevé invertir Petrobras en los próximos cinco años o los 37.000 millones que requiere Pdvsa en el mismo período para llevar su capacidad de producción de 3,5 millones de barriles diarios a cinco millones.
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Pdvsa ”podría adquirir o establecer refinerías en la región para avanzar con sus productos y marcas, en una suerte de penetración cultural, sobre mercados que le son más afines”, comentó a IPS el experto venezolano Alberto Quirós, ex ejecutivo de la corporación venezolana y de la angloholandesa Shell.

A su vez, Petrobras invertirá en lo que resta de década 1.100 millones de dólares anuales fuera de Brasil, 80 por ciento de ello con fines de exploración y producción, y la mitad de ese monto en América Latina. Es una firma con gran experiencia en la producción bajo aguas profundas, como las del océano Atlántico.

Pdvsa y Petrobras acarician desde hace años la idea de instalar una refinería conjunta en el nordeste brasileño, con un mercado potencial de 27 millones de consumidores, pero les han frenado factores como el costo de la instalación, de unos 2.000 millones de dólares.

Empero, esta vez Pdvsa ha iniciado operaciones más al sur, en Argentina, donde abrió una oficina como las que sólo tenía en Estados Unidos y Europa, ambos destino del grueso de sus exportaciones y donde es dueña de refinerías.

El gigante empresarial venezolano también anima la conformación de una petrolera estatal en Argentina, Enarsa, propuesta por su presidente Néstor Kirchner al parlamento.

Venezuela vendió por primera vez combustibles a Argentina, tradicional exportador de hidrocarburos, cuando ese país afrontó graves problemas de aprovisionamiento de gas natural y de otros energéticos a mediados de este año, por lo que adquirió a Caracas fuel oil y gasóleo.

El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, persistente promotor de Petroamérica, facilitó la operación con un acuerdo para comprar bienes agrícolas y pecuarios argentinos por montos equivalentes a los de las ventas de esos combustibles y, además, ofreció que astilleros de Argentina reparen y construyan buques-cisterna que necesita Pdvsa.

Como además Venezuela se sumó a Bolivia, Chile y Perú en calidad de miembro asociado del Mercado Común del Sur (Mercosur), conformado en 1991 por Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, en América del Sur se ha comenzado a hablar de ”Petrosur” en vez de la Petroamérica original.

En la siguiente escala, Pdvsa entró en negociaciones con la empresa estatal paraguaya Petropar, que compraría petróleo y derivados a precios internacionales, pero con algunas facilidades en el financiamiento, al estilo de las que otorga con la firma mexicana a sus pequeños países vecinos de América Central y del Caribe.

Además, en una próxima visita del presidente paraguayo Nicanor Duarte Frutos a Caracas, se facilitaría la operación con un acuerdo para que Venezuela le compre a Paraguay productos como carne y soja, adelantó el presidente de Petropar, Angel Recalde.

Informes extraoficiales de Montevideo indicaron que Uruguay también buscará una fórmula semejante si triunfa en los comicios presidenciales del 31 de octubre el candidato de la izquierda Tabaré Vázquez, aprovechando las afinidades con el gobierno de Chávez del sector que encabeza las encuestas de modo holgado.

Pero lejos del Cono Sur de América, Colombia y Venezuela, pese a las diferencias políticas entre ambos gobiernos, se ha pactado la construcción de un gasoducto binacional, que en los primeros años traerá gas colombiano a refinerías y petroquímicas del occidente venezolano y que luego servirá para llevar el fluido en sentido inverso.

Con sus vecinos centroamericanos y caribeños que no producen petróleo y soportan como un fardo la factura con los elevados precios internacionales de este año, Venezuela sostiene dos tipos de acuerdos —uno de ellos, el de San José, compartido con México— que en esencia consisten en financiarles con créditos blandos una parte de la factura.

Sin embargo, con la vecina Trinidad y Tobago, que produce y exporta petróleo y sobre todo gas ”estamos interesados en acuerdos de cooperación, intercambio y negocios, trabajando como Petrocaribe lo que en Sudamérica hacemos como Petrosur”, dijo el ministro venezolano de Energía, Rafael Ramírez.

En el fondo de estas búsquedas ”está la necesidad de que Venezuela y otros productores de la región atiendan las necesidades energéticas de sus vecinos latinoamericanos, para ayudarse unos y otros a desarrollar sus mercados y así propiciar la integración y el aporte que ese proceso a la superación de la pobreza”, comentó a IPS Elie Habalián, ex gobernador de Venezuela ante la Organización de Países Exportadores de Petróleo.

Ya en el marco de la primera cumbre sudamericana, de 2000 en Brasilia, académicos del Instituto Brasileño de Relaciones Internacionales, como Amado Cervo, plantearon que ”América Latina no ha hecho una integración productiva, como fue la europea, que partió de la idea de dar fuerza a sus industrias del carbón y el acero”.

Entonces se preguntó ”¿por qué no pueden unirse Petrobras y Pdvsa?”. En opinión de Habalián, ”quizá porque no le conviene a los centros que dominan el mundo, si surge la que sería la empresa petrolera número uno”.

Petroamérica es concebida como ”una alianza estratégica entre las operadoras energéticas nacionales a fin de fortalecerlas aún más y convertirlas en instrumentos eficaces para la integración, a través de la complementariedad y la solidaridad”, dijo Rodríguez en Río de Janeiro.

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