PETROLEO: El Norte dependerá aun más de Medio Oriente

Las exportaciones petroleras de Medio Oriente continuarán creciendo, a pesar de los esfuerzos del Norte industrial, y especialmente de Estados Unidos, por romper esa dependencia, advirtió la intergubernamental Agencia Internacional de Energía (AIE).

La organización consideró que el crecimiento de las compras mantendrá elevados los precios a menos que los países importadores adopten ”radicales” cambios tecnológicos.

”Más y más crudo procederá de menos y menos países, en primer término de miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) de Medio Oriente”, pronosticó la AIE en su informe anual sobre las perspectivas del mercado energético, publicado el martes.

”La dependencia de todos los países importadores en esos proveedores crecerá”, agrega el estudio de 500 páginas, presentado en Londres.

”Los grandes importadores de petróleo y de gas, incluidos la mayoría de los países de la OCDE, China e India, se volverán aun más dependientes de las importaciones de áreas distantes del mundo, con frecuencia políticamente inestables”, según la AIE.

Entre los 31 miembros de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico) figuran todos los del Norte industrializado.

La AIE pronosticó que para 2030 los 11 países de la OPEP suministrarán más de 50 por ciento de la demanda mundial de petróleo, más que en los años 70.

De todos modos, existen en el planeta suficiente petróleo y dinero para desarrollar la explotación del recurso para mantener el actual marco energético mundial durante décadas.

”La Tierra contiene más que suficientes recursos de energía para cubrir la demanda en las décadas venideras”, dijo el director ejecutivo de la AIE, Claude Mandil.

”El mundo no se está quedando sin petróleo por ahora. Más aún, existe dinero más que suficiente para financiar la expansión de la infraestructura que será necesaria”, agregó.

Según el estudio, sin políticas gubernamentales reformadas ni un aumento en el uso de nuevas tecnologías, la demanda mundial de energía aumentará 59 por ciento para 2030.

Más de 85 por ciento de esa demanda será cubierta por combustibles fósiles como carbón, petróleo y gas natural, cuya quema causa el efecto invernadero y agrava el cambio climático, según la mayoría de los científicos.

Dos tercios del aumento de la demanda corresponderá al mundo en desarrollo, en especial de los dos gigantes asiáticos, China e India.

Los países del Sur, en los que se prevé un incremento tanto de la producción como de la demanda más acelerado que en el resto del mundo, requerirán alrededor de la mitad de la inversión en el sector.

Cubrir tal demanda requerirá inversiones por un total de 16 billones de dólares hasta 2030, es decir alrededor de 568.000 millones al año, según los expertos de la AIE.

El informe pronostica que todas las regiones en desarrollo, incluidas Africa y América Latina, pueden esperar un salto en la energía usada por habitante y un mejor acceso a los servicios energéticos, incluida la electricidad.

La demanda de petróleo se expandirá 1,6 por ciento anual, de los 82 millones de barriles diarios actuales a 121 millones en 2030. Además, se duplicará el comercio interregional petrolero, hasta alcanzar 65 millones de barriles diarios.

A pesar de la confianza manifestada en el suministro mundial de combustibles, la AIE sostuvo que la situación energética está plagada de riesgos.

El aumento de los precios, la creciente vulnerabilidad de las líneas de suministro y el incremento en la emisión de dióxido de carbono y otros gases invernadero son ”síntomas de una considerable insanía en el mundo de la energía”, indica el informe.

Este martes, el precio del barril de crudo cayó levemente a 54,15 dólares en el mercado neoyorquino, pero esa cotización es aún 80 por ciento superior a la de un año atrás.

En Estados Unidos, donde el fragor de la semana final de la campaña hacia las elecciones presidenciales del martes próximo contribuyó a elevar los precios del combustible, ambos candidatos, el presidente George W. Bush y el senador John F. Kerry, se comprometieron a reducir la dependencia del país respecto del petróleo árabe.

Pero ”la independencia energética no será nada bueno a menos que dejemos de usar derivados del petróleo o prohibamos todas las importaciones y exportaciones de petróleo y combustibles”, dijo el director de Estudios sobre Recursos Naturales del liberal Instituto Cato, Jerry Taylor.

Estados Unidos consume 20,3 millones de barriles de petróleo diarios, pero produce solo 5,6 millones. Este país de 294 millones de habitantes importa a diario 2,5 millones de barriles procedentes de países árabes.

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