IRAQ: Más deuda, más control para EEUU

El nuevo crédito del Fondo Monetario Internacional (FMI) para Iraq tiende a trasladar su deuda de un puñado de países a instituciones multilaterales en que Estados Unidos ejerce enorme influencia, afirmaron activistas.

”Washington quiere que Iraq permanezca endeudado porque eso le permite controlarlo. Creo que en parte es por este motivo que Estados Unidos quiere nuevos préstamos para Iraq y no insiste en que sean donaciones”, opinó Justin Alexandre, de Jubileo/Iraq, un grupo que promueve el arbitraje de la deuda iraquí.

La Junta Ejecutiva del FMI aprobó en la noche del miércoles un crédito de 436 millones de dólares para Iraq como Asistencia de Emergencia Post-Conflicto, para júbilo de Estados Unidos, que en marzo de 2003 invadió ese país del Golfo.

”Esta medida de la Junta Ejecutiva es un hito en el apoyo de la comunidad internacional a Iraq”, celebró el secretario del Tesoro estadounidense, John Snow.

Estados Unidos es el mayor accionista en el FMI y su institución hermana, el Banco Mundial, que este fin de semana realizarán en Washington sus reuniones anuales. El perdón de la deuda de los países más pobres encabezará el orden del día, se prevé.
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Según la oficina de presupuesto del Congreso legislativo, Estados Unidos tiene entre 14 y 22 por ciento de las acciones en el Banco Mundial, y entre 17 y 22 por ciento en el FMI. El Fondo prestó 40.000 millones de dólares en 2003.

El crédito aprobado esta semana para Iraq representa también una luz verde para que los prestamistas comerciales comiencen a hacer negocios con ese país.

El anuncio ”servirá para catalizar la tan necesaria ayuda financiera y técnica de la comunidad internacional, y facilitará el proceso de reducción de la deuda externa de Iraq a un nivel sostenible”, destacó Takatoshi Kato, subdirector gerente del FMI, y elogió el ”progreso” de Iraq hacia una economía de mercado.

El gobierno de George W. Bush se ha esforzado en los últimos meses por obtener nuevos fondos para Iraq en vísperas de las elecciones presidenciales en Estados Unidos, el 2 de noviembre.

Estados Unidos realizó el 28 de junio un supuesto ”traspaso de soberanía” a un gobierno interino en Iraq, pero mantiene 100.000 soldados en ese país.

Washington ejerció una enorme influencia en el programa económico y monetario 2004-2005 para Iraq, en el que se basó el nuevo crédito del FMI.

Según Snow, la concesión del préstamo es un paso esencial para resolver la deuda iraquí para fines de este año, como acordó el Grupo de los Ocho (G-8) países más industrializados.

Washington pretende que los acreedores de Iraq le perdonen al menos 90 por ciento de su enorme deuda, que asciende a 120.000 millones de dólares. Pero Rusia y Francia, los principales acreedores, manifestaron que sólo están dispuestos a cancelar la mitad de la deuda, con el argumento de que Iraq es rico en petróleo.

Además, Estados Unidos se propone convertir a Iraq en un modelo de economía neoliberal en Medio Oriente, una región que ve con ambiciones casi coloniales, según algunos críticos.

El gobierno interino iraquí, encabezado por Iyad Allawi, ha declarado que procurará créditos internacionales y se concentrará en cambios estructurales clave, entre ellos la reforma fiscal y financiera, la reestructuración y privatización de empresas públicas, y la modernización del sector petrolero.

Todas esas medidas sirven al objetivo del FMI de promover las actividades del sector privado nacional y extranjero en Iraq.

Iraq Revenue Watch, un proyecto de observación del manejo financiero iraquí del Open Society Institute, denunció graves irregularidades en el gasto de los fondos de reconstrucción para Iraq y el manejo de sus ingresos por Estados Unidos.

Esto plantea dudas sobre la capacidad del nuevo gobierno para manejar de manera transparente fondos adicionales, como los del FMI.

El Open Society Institute es financiado por el multimillonario húngaro-estadounidense George Soros, quien prometió invertir más de 18 millones de dólares para lograr la derrota de Bush en las próximas elecciones presidenciales.

Según el informe de Iraq Revenue Watch, empresas de Estados Unidos y su aliado Gran Bretaña recibieron 85 por ciento del valor de todos los contratos de reconstrucción en Iraq. En contraste, firmas nacionales recibieron apenas dos por ciento de ese valor, pagados con fondos iraquíes, agrega el documento.

”Empresas favoritas del gobierno (de Bush), como Kellogg, Brown y Root, se beneficiaron a expensas de las firmas de Iraq, donde la gente necesita empleos con deseperación”, señaló Svetlana Tsalik, directora del proyecto.

El informe criticó también al actual gobierno interino iraquí por seguir el modelo de su predecesor estadounidense en cuanto a la falta de transparencia en el manejo de los fondos.

Pero el FMI prometió seguir de cerca el uso de su crédito, como lo hace con otros países prestatarios.

”Por supuesto que lo vigilaremos, como hacemos con todos los miembros”, declaró Rodrigo Rato, director gerente del FMI, quien se reunió con Allawi y otros funcionarios iraquíes en la última semana.

”Pero por las conversaciones que tuvimos con el equipo económico (iraquí), ellos tienen una estrategia muy clara”, añadió.

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