La ciudadanía uruguaya se desplazó masivamente este domingo desde horas tempranas hacia los centros de votación para elegir a sus nuevos gobernantes, en comicios marcados por un sentimiento mayoritario de que del resultado de las urnas dependen los cambios que el país necesita.
Tenemos mucha vocación política, por eso todo transcurre de manera ordenada y tranquila, dijo a IPS un votante, Eduardo Bertalnío, quien defendió el derecho al sufragio como la máxima expresión de democracia y la necesidad de cambios como algo que todos exigen en este país de 3,3 millones de habitantes.
El ambiente de normalidad se extendía desde la víspera tanto en la capital como en todo el país, según declaró a IPS el intendente de Montevideo, Mariano Arana, durante un inesperado recorrido por la zona portuaria de la ciudad, descartando que pudieran producirse disturbios en la jornada.
A nivel del Ministerio del Interior se han dado garantías suficientes de controles que son habituales, pero también nuestra fuerza política, el Frente Amplio, ha tomado todas las previsiones para que estas elecciones, que serán absolutamente históricas, sean también ejemplo de fiesta popular, señaló.
Las mesas electorales, 6.658 en todo el país, comenzaron a recibir votantes a las 8.00 de la mañana y deben permanecer abiertas hasta las 19.30, aunque en caso de haber aún personas por votar en el recinto podrán prorrogar el acto comicial por no más de una hora.
[related_articles]
Cuando faltaban poco más de dos horas para la finalización del horario, ya habían sufragado 85 por ciento de los habilitados, según la Corte Electoral. El clima, templado y soleado en casi todo el territorio, simplificó el traslado de votantes.
Cada mesa es resguardada por un efectivo policial o de las Fuerzas Armadas que no porta armas de fuego. Además, delegados de los principales partidos en pugna permanecen atentos al proceso y se aseguran de que no falten sus listas en el cuarto secreto.
Votar es algo del país, algo nuestro, nos encanta, dijo María Ester Martínez, de 64 años, delegada del gobernante Partido Colorado en una mesa del barrio montevideano de Pocitos, quien decidió tomar de buen ánimo la posible derrota de su candidato, el ex ministro Guillermo Stirling, tercero en preferencias según las encuestas.
De repente un cambio es bueno, lo importante es que Dios ponga la mano y sea para bien, dijo ante el eventual triunfo de Tabaré Vázquez, el aspirante presidencial del izquierdista Encuentro Progresista – Frente Amplio – Nueva Mayoría (EP-FA-NM), a quien los sondeos apuntan como ganador en la primera vuelta.
En barrios del oeste y norte de la capital, la preferencia por Vázquez era marcadamente notoria en las filas de votantes, que hacia media mañana comenzaron a aumentar, y en las calles y avenidas, con un casi constante paso de automóviles ataviados con la bandera roja, azul y blanca del Frente Amplio (FA).
Poco después del mediodía, dirigentes del Partido Nacional denunciaron en una conferencia de prensa irregularidades en más de 100 mesas de votación en Montevideo y otras ciudades.
De acuerdo con la denuncia, las listas de ese partido en los centros de votación fueron robadas o destruidas, o se colocaban en su lugar papeletas adulteradas cuya utilización invalida el voto.
El candidato del tradicional Partido Nacional, Jorge Larrañaga, sigue en preferencias a Vázquez, según encuestas que le asignan entre 28 y 32 por ciento de la intención de voto.
Los dirigentes, encabezados por Pablo Iturralde, dieron cuenta además de una agresión armada contra una delegada partidaria, que sufrió impacto de tres proyectiles de aire comprimido en una pierna, pero se encontraba fuera de peligro.
Autoridades electorales y policiales ratificaron la ocurrencia de incidentes aislados, algunos también denunciados por el EP-FA-NM.
El anhelo de todos es que gane el Frente y que los más necesitados sean los mayormente beneficiados, comentó Julio Fernández, uruguayo residente en Argentina para quien es una obligación moral con los que están acá cruzar la frontera para participar en los comicios.
El 31 por ciento de la población de Uruguay está en situación de pobreza o indigencia y si uno no se sensibiliza con eso, está perdido. Vinimos por eso, remató Fernández.
Se estima que en ese país vecino residen unos 300.000 uruguayos, un tercio de los cuales están habilitados para votar. Similar razón decidió a viajar a unos 350 uruguayos que viven en España y a un número indeterminado de residentes en Brasil, México, Cuba y otros países.
Los ciudadanos habilitados para votar suman 2.487.816. Además del presidente de la República, se eligen 30 senadores, 99 diputados y 95 miembros de las Juntas Electorales. En estos comicios se plebiscita además una reforma constitucional sobre el agua y el saneamiento, cuya aprobación requiere más de 50 por ciento de los sufragios válidos.
En total se presentaron ocho fórmulas de candidatos a la Presidencia y Vicepresidencia de la República, 37 listas al Senado y 505 planchas a la Cámara de Diputados. El voto es obligatorio y la no concurrencia implica una sanción monetaria.
El partido que aspire a ganar la Presidencia en la primera vuelta requiere obtener 50 por ciento más uno de los votos emitidos. Si ninguno alcanza esa proporción, los dos más votados concurrirán a una segunda vuelta electoral, a fines de noviembre.
Se presume que los primeros resultados se podrán conocer luego de las 20.30 horas, en base a sondeos a boca de urna.
Las autoridades policiales adoptaron medidas especiales de seguridad en prevención de incidentes en horas de la noche, cuando las fuerzas políticas ganadoras se volcarán hacia zonas del centro capitalino para festejar la victoria.