Docenas de gobiernos locales de Estados Unidos procuran aceleradamente solucionar fallas de sus sistemas electorales antes de los comicios presidenciales del 2 de noviembre, mientras expertos pronostican que el escrutinio podría insumir semanas.
El opositor Partido Demócrata parece decidido a no afrontar de nuevo la humillación de las elecciones de 2000, cuando un fallo dividido de la Corte Suprema de Justicia declaró a George W. Bush ganador por los 537 votos de diferencia en el sudoriental estado de Florida.
Más de 10.000 abogados se han puesto a disposición del partido para controlar los comicios y el escrutinio. Por su parte, el gobernante Partido Republicano desplegará su propio ejército de abogados en 30.000 sitios de votación en los estados más disputados.
Por otra parte, numerosas organizaciones, algunas creadas sólo para impedir un potencial fraude, entablaron una andanada de demandas judiciales que se refieren a asuntos tales como el registro de votantes y la confiabilidad del voto electrónico.
Una coalición de sindicatos querelló a cinco condados de Florida por el rechazo de miles de solicitudes de registro. La tercera parte correspondían a negros y la cuarta parte a ciudadanos de origen latinoamericano.
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Estas dos comunidades apoyan mayoritariamente al candidato demócrata John F. Kerry, según las encuestas.
Judith Browne, del Proyecto Avance, organización no gubernamental participante en la demanda, dijo que la mayoría de esas solicitudes fueron descalificadas por formalidades menores.
En el condado de Broward, los funcionarios se negaron a procesar 994 formularios porque los solicitantes olvidaron marcar la respuesta positiva a la pregunta ¿Usted es ciudadano estadounidense?, aunque en el mismo papel constaba firmada una declaración jurada en el mismo sentido.
Se ha empadronado una cantidad sin precedentes de personas, y los condados tienen un enorme atraso. Rechazaron muchas solicitudes por razones irrelevantes sin informar a los involucrados, que acudirán a las urnas sin que se les permita votar, dijo Browne.
Hay mucho en juego en esta elección, y pretendemos allanar el camino hacia un resultado democrático, añadió la activista.
El problema es particularmente delicado, pues en los últimos comicios las autoridades electorales tiraron a la basura más de 10.000 hojas de votación en Florida, la mayoría en comunidades negras donde el candidato demócrata Al Gore era favorito.
Algunos circuitos electorales se abrieron el lunes para recibir anticipadamente los votos, pero también este proceso estuvo marcado por numerosos problemas, incluidos retrasos y fallas informáticas.
La organización Causa Común sostuvo que los problemas en Florida son tan graves que los votantes en 15 distritos en los que se sufraga mediante computadoras deberían considerar seriamente votar por correo.
Con Bush y Kerry empatados en las últimas encuestas de intención de voto, muchos pronostican que, al igual que en las últimas elecciones, la proclamación del ganador insumirá semanas.
Hay muchos factores que despiertan el fantasma de una elección disputada, dijo Paul Campos, profesor de Derecho en la Universidad de Colorado.
Entre ellos, mencionó la obsesión de los responsables de las campañas por captar la voluntad de un puñado de indecisos en determinados estados muy disputados y la no desmentida voluntad de denunciar un fraude por parte de cualquiera de los dos candidatos en caso de perder.
Uno de los componentes más importantes de las elecciones de 2000 fue la reticencia del perdedor (Gore) a admitir la derrota, algo que no había sucedido antes, agregó Campos.
Hoy, la diferencia entre los candidatos a presidente es menor en muchas zonas al margen de error (de las encuestas), lo que deja el resultado abierto a interrogantes, sostuvo.
Las posibilidades de una votación muy pareja en Florida o en Ohio habilitan las disputas. Agreguemos Colorado a la mezcla, y nos dirigiremos a un mundo inimaginable, explicó el experto.
El sitio web independiente Electionline.org publicó este martes un informe de 62 páginas en que se enumeran ciertos avances, como la previsión de hojas de sufragio provisorias para personas cuyos nombres puedan estar mal escritos en los padrones, y mejoras en el acceso de los discapacitados a los lugares de votación.
En todos los circuitos se publicará un cartel con los derechos de los votantes, que tendrán acceso a procedimientos federales de queja en caso de encontrarse con problemas.
Pero aunque se han gastado grandes cantidades de dinero en medidas de transparencia electoral al amparo de la Ley de Ayuda para el Voto, que estableció criterios mínimos y ordenó la modernización de equipos obsoletos, muchos de los factores que precipitaron el fiasco de 2000 siguen incambiados.
En Ohio, donde las encuestas marcan un virtual empate entre Bush y Kerry, más de 70 por ciento de los votantes emitirán el sufragio a través de máquinas perforadoras de tarjetas, que demostraron ser poco confiables en Florida y que, según la ley, deberían ser desmanteladas.
Docenas de estados reemplazaron, con financiamiento federal, sus anticuados sistemas con modernas computadoras. Pero aún no hay garantías de invulnerabilidad ante la piratería informática y no se establecieron registros en papel para escrutar en caso de recuento de votos.
En Nueva Jersey, otro estado en que las encuestas auguran una carrera cerrada, ciudadanos y funcionarios demócratas demandaron el martes ante la justicia la prohibición del uso de 8.000 máquinas de registro electrónico de votos.
Creemos que el único modo de asegurar que las máquinas hagan lo que se supone que deben hacer es establecer un sistema de verificación en papel, dijo a IPS la principal abogada demandante, Penny Venetis.
Pero este es un asunto para la siguiente elección. Por ahora, queremos que toda la votación se haga en papel, para lo cual los condados ya cuentan con equipo adecuado, agregó.
Aunque casi un tercio de los votantes usarán máquinas de registro de votos mediante digitación en pantalla, sólo en el estado de Nevada se instalaron impresoras que permitan a los ciudadanos constatar de antemano que el sufragio registrado sea efectivamente el que desean.
Casi todos los estados carecen de funcionarios electorales suficientes para esta instancia, según Electionline.org.
Por otra parte, agrega la organización, el requisito impuesto en 17 estados a los nuevos votantes de una identificación fehaciente podría obligar a un desproporcionado número de pobres que carecen de ella a volver a casa sin emitir el voto.
De todos modos, según el informe, los votantes estadounidenses vuelven en esta ocasión a las urnas con una nueva actitud: mejor informados, más enterados acerca de las fortalezas y debilidades del proceso electoral y más dispuestos a preguntar y a quejarse.