Antes de volver a operar con normalidad, el Centro de Medios Independientes (Indymedia) analizará sus servidores confiscados y devueltos sin explicaciones por agentes de Estados Unidos, para verificar la integridad de los contenidos y la ausencia de programas espía.
El acceso inmediato a los servidores que alojan el servicio de radio de Indymedia y más de 20 de sus sitios web, se pospondrá hasta que la Fundación Frontera Electrónica (EFF, por sus siglas en inglés) confirme su integridad y preserve las evidencias para una futura acción legal, dijo a IPS el abogado Kurt Opsahl.
Algunos de esos sitios ya están funcionando con servidores de respaldo, agregó Opsahl, de la EFF, organización estadounidense no gubernamental que presta asistencia legal a Indymedia en este caso.
Los técnicos están tratando los servidores como si hubieran sido alterados, pues no sabemos si la información está intacta o si se insertaron programas espías, dijo a IPS Pablo Ortellado, de Indymedia Brasil, uno de los sitios que volvió a funcionar con un respaldo propio 24 horas después de la confiscación de dos servidores el jueves 7.
Ese día, oficiales esgrimiendo una orden federal exigieron a la filial británica de la compañía estadounidense Rackspace la entrega de los servidores que contenían los sitios de Indymedia, dijo entonces un comunicado de la firma.
Según la agencia de noticias AFP, Joe Parris, portavoz del estadounidense Buró Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés), admitió que esa institución había confiscado los equipos, pero por pedido de terceros países y en cumplimiento del Tratado de Asistencia Legal Mutua (MLAT, por sus siglas en inglés).
Dicho tratado establece procedimientos de asistencia recíproca de sus miembros en investigaciones sobre terrorismo internacional, secuestro y lavado de dinero.
Pero el martes, en una conversación telefónica con la EFF, Parris negó cualquier participación del FBI en la medida, dijo Opsahl a IPS en una entrevista por correo electrónico.
Los discos confiscados fueron devueltos misteriosamente el miércoles, de la misma manera que desaparecieron, sin ninguna información sobre quién los tomó, por qué o por órdenes de quién, afirma una declaración de Indymedia divulgada este jueves.
Un empleado de Rackspace envió una comunicación electrónica a un voluntario de Indymedia relatando que los discos habían sido devueltos y que 'la orden judicial se está cumpliendo… Le haré saber de cualquier otra información disponible que se me permita divulgar', reza el texto.
Lo cierto hasta ahora es que nadie sabe quiénes ni por qué confiscaron los equipos de Indymedia, una red colectiva de comunicación con más de 140 sitios web en todo el mundo, que desde 1999 representa una importante fuente de noticias del movimiento contrario a la globalización.
Indymedia fue creada originalmente para divulgar puntos de vista contrarios a la Organización Mundial del Comercio, que celebraba ese año su conferencia ministerial en la ciudad estadounidense de Seattle. Aun hoy, tiene una estructura abierta, pues cualquier persona desde cualquier parte del mundo puede publicar libremente textos, imágenes e incluso vídeos en cualquiera de sus páginas locales.
No hay nada oficial. No hemos visto el papelito con la orden judicial. Investigaciones y juicios a Indymedia hay continuamente, el tema aquí es aclarar sobre este secuestro de servidores, dijo a IPS el activista Libertinus, de Indymedia Uruguay, uno de los sitios que continúa fuera de servicio.
Seis de los 21 medios afectados están funcionando con respaldos, como el de Brasil. Los sitios que cayeron el 7 de octubre corresponden a Alemania, Bélgica, Brasil, España, Estados Unidos, Francia, Italia, Gran Bretaña, Portugal, República Checa, Serbia y Uruguay.
La EFF adoptará medidas legales para descubrir qué pasó realmente con los servidores de Indymedia y para asegurar que los medios de comunicación por Internet sean protegidos de violaciones notorias a la Constitución estadounidense como ésta, señala una declaración de la fundación.
Las órdenes secretas para silenciar medios de comunicación deben estar más allá de la esfera de lo posible en un país que cree en la libertad de expresión, dijo Opsahl.
Según Libertinus, la nueva situación ha retrasado el proceso de recuperación del servicio, pues los técnicos se han dedicado a instalar los servidores e investigar su contenido. A su juicio, los sitios volverán a funcionar este fin de semana.
Algunas cosas, sin embargo, parecen aclararse.
En su primer comunicado, Rackspace dijo que debió entregar el equipamiento ante una orden federal. Como Gran Bretaña no es una federación y la empresa es estadounidense, comenzamos a sospechar que la orden venía de Estados Unidos, dijo Ortellado.
En un comunicado posterior, mencionando tratados de cooperación internacional, confirmamos las sospechas, agregó.
Este jueves, Indymedia Italia afirmó que un proceso en la ciudad de Bologna precipitó la medida de confiscación.
La fiscal bolognesa Marina Plazzi, que investiga a una Federación Informal Anarquista, envió un pedido de información a autoridades estadounidenses respecto de notas publicadas en el sitio Indymedia Italia, uno de los alojados en los servidores en Gran Bretaña, sostuvo el Centro de Medios Independientes.
Las autoridades estadounidenses, extralimitándose en cumplir el pedido, libraron una orden de requisa, agregó Indymedia.
Otra posibilidad que manejan los activistas es que el pedido procediera de autoridades de Suiza, preocupadas por imágenes publicadas en uno de los sitios de Indymedia Francia, en que agentes policiales suizos encubiertos aparecían fotografiando a manifestantes en una protesta callejera.
Estamos ante una violación de los derechos civiles a escala global, opinó Ortellado.
La policía suiza protesta contra noticias aparecidas en un sitio web francés alojado en un servidor británico y logra que el gobierno estadounidense confisque las máquinas y deje fuera de servicio a más de 20 medios independientes, describió el activista.
En su opinión, la devolución de los equipos no quita gravedad al hecho, pues no resuelve la confiscación de los datos. Todo indica que la información fue copiada y se encuentra en posesión de autoridades, quienesquiera que éstas sean.
Organizaciones de derechos humanos y de periodistas han expresado solidaridad con Indymedia y repudió a la medida.
El Centro de Medios Independientes solicita adhesiones a través de Internet a una carta dirigida a autoridades de los países presuntamente implicados.