Los países en desarrollo manifestaron su molestia ante los cambios propuestos por la Unión Europea (UE) para su régimen comercial bananero.
La UE informó el miércoles sobre sus planes de imponer un arancel de 290 dólares por tonelada de banano a partir de 2006. El anuncio no cayó bien a nadie: 79 países de Africa, el Caribe y el Pacífico creen que es demasiado bajo, y los de América Latina, demasiado alto.
Ante un comité ministerial conjunto de los 79 países del grupo ACP (Africa, el Caribe y el Pacífico) y de la UE en Bruselas, el comisario de Comercio saliente del bloque europeo, Pascal Lamy, dijo que complejos cálculos arrojaron una cifra final que mantendría las proporciones de las cuotas y mantendría el acceso a los mercados
Queremos negociar dentro del marco de la Organización Mundial del Comercio (OMC) para resolver un arancel que mantenga el acceso al mercado europeo para los países productores de banano, dijo Lamy a la prensa el miércoles.
Lamy reconoció que tal monto podría causar malestar en algunos países en desarrollo, pero les recomendó aumentar su volumen de exportaciones para mantener el nivel de ingreso.
Sé que algunos países ACP (del grupo de antiguas colonias europeas en Africa, el Caribe y el Pacífico que obtienen acceso preferencial a la UE) pensarán que este arancel es demasiado bajo, y que los latinoamericanos creerán que es demasiado elevado. No me sorprende: esto está en negociación, sostuvo.
De todos modos, la cifra no está esculpida en piedra, aclaró Lamy.
Quería anunciar esta cifra hoy dados los plazos que manejamos. De todos modos, la ponemos en la mesa como base para las negociaciones, que continuarán.
La UE sostuvo que los nuevos aranceles tratan de impedir que los países ACP pierdan mercados frente a los exportadores latinoamericanos, que tienen una mayor producción.
Según la UE, los países ACP cuentan con 20 por ciento del mercado europeo de banano, los del bloque europeo —fundamentalmente España— otro 20 por ciento, y los latinoamericanos, 60 por ciento.
La UE fue obligada a derogar su régimen bananero, calificado en 1997 de discriminatorio —en especial el mecanismo de licencias y cuotas— por un dictamen de la Organización Mundial del Comercio (OMC).
Bajo las viejas reglas, el banano de los 79 países ACP tenían un acceso casi exclusivo al mercado de la UE. Pero los países bananeros latinoamericanos y caribeños y las principales empresas del ramo, con matriz en Estados Unidos, calificaron esas preferencias de injustas.
La sentencia de la OMC respondió a una demanda de Estados Unidos acompañada luego por países de América Latina y el Caribe.
Dos años después, una sentencia de la OMC permitió a Estados Unidos imponer sanciones comerciales por hasta 191,4 millones de dólares contra sus importaciones desde Europa, lo que abrió la denominada guerra del banano.
Pero en 2001 se alcanzó un cese del fuego cuando la UE acordó cambiar su sistema de importaciones y negociar un sistema unificado de aranceles.
Para aliviar las consecuencias de la reforma en los países ACP, la UE suministró millones de dólares en asistencia dirigida a diversificar la producción agrícola de esas naciones.
Pero tanto los países ACP como los latinoamericanos se oponen a los aranceles anunciados por Lamy.
Los productores de América Latina pretenden un arancel bajo, de hasta 95 dólares por tonelada, que les permitiría tener una participación elevada en el mercado de la UE. Por su parte, los países ACP pretenden para aquellos países un impuesto a las importaciones de 346 dólares por tonelada, de modo de mantener la ventaja competitiva del arancel reducido.
Muchos miembros del grupo ACP se mostraron ingratamente sorprendidos por el anuncio, dijo en Bruselas el secretario general del grupo, Jean-Robert Goulongana.
No podíamos reaccionar ante la noticia porque acababan de dárnosla y no estábamos preparados para ella. Puedo decir, por lo que vi en la sala, que la gente no está contenta. Es un arancel demasiado bajo, dijo Goulongana a la prensa.
Por su parte, el embajador de Ecuador en Bruselas, Mentor Villagómez, sostuvo que su país estaría dispuesto a desafiar el nuevo régimen ante la OMC.
Creemos que este nivel arancelario es demasiado elevado, y que la UE debe cumplir con las obligaciones contraídas en el marco de la OMC, dijo Villagómez a IPS.
Esperaremos por el anuncio formal, y abriremos negociaciones de inmediato hasta lograr un entendimiento beneficioso para todos, agregó.
La competencia entre el banano ACP (por Africa, el Caribe y el Pacífico) y el banano del dólar, de América Latina, siempre ha sido ruda.
Los mercados de la UE importaron cuatro millones de toneladas de banano en 2000, 2,5 millones (62,1 por ciento) de América Latina, 782.000 toneladas (19,2 por ciento) de los productores del bloque (España, Francia, Grecia y Portugal) y el resto de Africa, el Caribe y el Pacífico. (