Algunos países poderosos y ciertas organizaciones multilaterales se niegan a reconocer el derecho humano a la alimentación a pesar de que el hambre prosigue expandiéndose en el mundo.
La cantidad de personas subalimentadas en forma grave y permanente es de 842 millones, en aumento respecto de los 826 millones registrados hace dos años. Las cifras muestran un incremento desde 1996, y las metas de la comunidad internacional de reducir a la mitad la población hambrienta en 2015 parecen cada vez remotas.
En ese cuadro, países como Estados Unidos e instituciones como el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional (FMI) y la Organización Mundial del Comercio (OMC) se oponen de manera radical a aceptar la existencia del derecho a la alimentación en el ordenamiento jurídico internacional.
En el caso de Estados Unidos, esa conducta se ha mantenido sin cambios tanto en el gobierno de Bill Clinton (1993-2001) como en el actual de George W. Bush. Cada año ese país vota contra mi informe, contra mi mandato y contra mi designación, dijo Jean Ziegler, relator especial sobre el derecho a la alimentación de la Comisión de Derechos Humanos de la ONU.
Pero Ziegler, un académico suizo, entiende que ese comportamiento tiene asidero porque Estados Unidos, que adhiere a la visión neoliberal del mundo, piensa que los derechos económicos, sociales y culturales no pueden existir.
En esa visión, los únicos derechos humanos son los civiles y políticos, describió el experto de la ONU (Organización de las Naciones Unidas). En cuanto al derecho a la alimentación, debe ser combatido porque sólo el mercado resuelve el problema del hambre, definió.
Los jefes de la misión estadounidense ante los organismos internacionales de Ginebra, George Moose en el período de Clinton y ahora Kevin Moley representando a Bush, siempre dijeron a la Comisión de Derechos Humanos que la situación del hambre es dramática, pero que sólo el mercado puede fijar el precio justo, dijo Ziegler.
En la misma línea, el presidente del Banco Mundial, James Wolfensohn, cree que el día en que se liberalice lo suficiente el circuito de capitales, mercados, patentes y servicios, y se privatice todo el sector público, entonces probablemente el hambre desaparecerá, mencionó el relator de la ONU.
Sin embargo, desde la creación de la OMC, el 1 de enero de 1995, la apertura del comercio mundial ha avanzado de forma extraordinaria. Mientras tanto, las cifras del hambre aumentan, reflexionó Ziegler.
Los comentarios del experto guardan relación con su informe anual sobre el goce efectivo del derecho a la alimentación, que será presentado formalmente la semana venidera a la asamblea general de la ONU.
Unas 100.000 personas mueren cada día de inanición o de consecuencias inmediatas del hambre. En 2003, cada cinco segundos moría por esas causas un niño menor de 10 años. La carencia de vitamina A se cobra la vida de un menor cada cuatro minutos.
Ziegler observó asimismo el tono pesimista del mensaje del propio secretario general de la ONU, Kofi Annan, emitido con motivo de la celebración este sábado del Día Mundial de la Alimentación.
Nunca hubo tantos famélicos, lo que es inaceptable en un mundo de abundancia, dijo Annan.
Estamos ante un fracaso flagrante de la comunidad internacional, evaluó Ziegler.
En las condiciones actuales, el mundo podría nutrir a 12.000 millones de personas, cerca del doble de la población, con unas 2.700 calorías diarias por habitante, insistió.
Las conclusiones del estudio mencionan que en algunos países donde hubo progresos admirables, como en China que alcanzó la autosuficiencia alimentaria, ese avance se ha aminorado.
En otros países, como India, Indonesia, Nigeria, Pakistán y Sudán, las cifras han empeorado.
El mandato del relator de la Comisión de Derechos Humanos abarca también la obligación de llevar a conocimiento de la comunidad internacional las violaciones actuales graves al derecho a la alimentación..
El informe hace referencia a cuatro violaciones constatadas durante el ultimo año. En dos de esos casos, Ziegler reclama a los gobiernos de Sudán y de Corea del Norte que adopten decisiones inmediatas para detener las violaciones del derecho a la alimentación de sus pueblos.
Otra advertencia reclama al gobierno de Israel, en su condición de potencia ocupante, que respete sus obligaciones ante los instrumentos internacionales de derechos humanos y el derecho humanitario respecto de la alimentación de la población que vive en los territorios palestinos ocupados.
En el caso de Cuba, el experto de la ONU se declara preocupado por el mantenimiento del embargo unilateral de Estados Unidos contra esa nación del mar Caribe y por las recientes propuestas para endurecer esas barreras económicas.