La OPEP animó una rebaja en los precios del crudo en la última semana, pero el mercado siguió mostrando que es presa de nervios al atender informes sobre baja de inventarios en Estados Unidos y la marcha del huracán Iván por aguas del mar Caribe.
El West Texas Intermediate (WTI, crudo dulce ligero), marcador estadounidense, se vendió este viernes en Nueva York a 44,65 dólares el barril de 159 litros, un alza de 4 centavos sobre la cotización del jueves.
En Londres, el crudo Brent del mar del Norte, referencia europea, cerró la semana a 42,40 dólares.
Los promedios de la semana fueron de 43,49 dólares para el barril del WTI, de 40,63 dólares para el Brent, y de 38,50 dólares para la cesta de siete crudos marcadores que utiliza la OPEP, informó el Ministerio de Energía en Venezuela.
La OPEP está integrada por Arabia Saudita, Argelia, Emiratos Arabes Unidos, Indonesia, Irán, Iraq, Kuwait, Libia, Nigeria, Qatar y Venezuela, y sus ministros de Energía se reunirán el miércoles en Viena para analizar el curso del mercado.
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De los 82 millones de barriles diarios que consume el planeta, la OPEP suministra entre 29,5 y 30 millones de unidades, trabajando a un 95 por ciento de su capacidad. Los productores ajenos a la organización extraen crudo a una tasa todavía mayor.
Por ese motivo, los precios se movieron al alza después de que el jueves el Departamento de Energía de Estados Unidos dio cuenta de una moderada merma en los inventarios comerciales de crudo de ese país en la primera semana de septiembre, y la industria tomaba precauciones por el avance de Iván sobre el Caribe.
El stock de crudo pasó de 287,1 a 285,7 millones de barriles —el umbral de crisis se ubica en 270 millones de unidades— y la marcha de Iván hizo cerrar durante una jornada la refinería de Valero Energy en la antilla holandesa de Aruba, así como parte de la refinería de la estatal Petróleos de Venezuela en la vecina Curazao.
En tanto, se tomaban precauciones en el área del Golfo de México, a donde la tormenta podría llegar, aun amainada, en los próximos días.
Incluso hubo una réplica en las transacciones por el gas natural, cuyo precio avanzó 0,6 por ciento sólo el jueves en Nueva York, hasta 4,66 dólares el millón de BTU (unidades térmicas británicas).
Los precios del petróleo están 50 por ciento más altos que hace un año y los del gas 35 por ciento sobre sus valores de entonces.
Lo que vemos es una prima política entre 10 y 15 dólares por barril, dijo el miércoles en un congreso de energía en Australia el presidente de la OPEP y ministro petrolero de Indonesia, Purnomo Yusgiantoro, en referencia a factores políticos que afectan al mercado petrolero.
El precio no debería estar donde está hoy y bajaría a 30 dólares si se remueven los no-fundamentos del mercado, como la tensión geopolítica debida a la situación en Iraq, agregó.
Otras voces en la OPEP, como el ministro de Energía venezolano Rafael Ramírez y el ex secretario general de la organización, Alí Rodríguez, también ubican en la inestabilidad del Medio Oriente, y en particular en el conflicto de Iraq, la prima de guerra que sobrecarga el valor de cada barril de petróleo.
Por su parte, un informe del Banco Central Europeo señaló que el precio comprende un fuerte 'adicional' que no se origina en la escasez en el mercado petrolero.
También pesa la sostenida demanda, superior a lo estimado hace uno o dos años, tanto en Estados Unidos como en mercados emergentes, especialmente China e India, que siguiendo los pasos de Washington también se dedican a construir inventarios.
Para aliviar esa sed de petróleo, la OPEP ha incrementado su producción a lo largo del año, y en su reunión del día 15 examinará su potencial para el caso de que la demanda aumente con el invierno boreal.
Entretanto, Arabia Saudita ordenó vender con descuentos sus crudos pesados, para entregas en octubre, como una contribución a la baja de precios, aunque ese tipo de hidrocarburos son los menos solicitados por las refinerías estadounidenses, que buscan crudos livianos porque rinden más para obtener gasolinas y otros derivados.
Arabia Saudita es el mayor socio de la OPEP, con una producción cercana a los 9,5 millones de barriles por día, y tiene una capacidad cerrada que se estima en un millón de barriles por día.
Con esos datos en la mano, la Agencia Internacional de Energía, de los países consumidores industrializados, dictaminó el jueves que el mercado petrolero se encuentra bien abastecido y puso en duda que a largo plazo los precios se sostengan por encima de los 40 dólares el barril.
Pero difícilmente retrocederán a los niveles de la banda de precios de entre 22 y 28 dólares por barril, que la OPEP empleó como referencia para su canasta para decidir, desde 2000 hasta 2003, si aumentaba o reducía su producción.
Más aún, Yusgiantoro confirmó que la reunión de la próxima semana decidirá si se eleva esa banda, y comentó que una nueva estaría entre 28 y 30 dólares.
Venezuela, con apoyo de Argelia, Irán y Libia, insiste en una nueva banda. Hace meses planteó ubicar la franja entre 28 y 35 dólares, pero recientemente Ramírez ha omitido el adelanto de cifras, esperando por la discusión de la organización.
Arabia Saudita, partidaria de precios bajos, ha dado luz verde para discutir una nueva banda, pero según fuentes de la organización en Viena es posible que los ministros no adopten esos nuevos valores en la conferencia del miércoles sino que remitan el tema a un comité de estrategias de largo plazo.