El barril de petróleo se encarece unos centavos con cada dificultad en las zonas productoras, pero las señales de que el precio bajará hacia fin de año frenaron esta semana una carrera alcista como la que a mediados de agosto acercó el valor de la unidad a los 50 dólares.
En el mercado de Nueva York el precio en los mercados de futuro para el crudo dulce ligero estadounidense, el West Texas Intermediate (WTI), se movió este viernes un poco arriba y abajo de los 44 dólares por barril de 159 litros, para cerrar a 43,99 dólares, 1,9 por ciento menos que hace una semana pero 49 por ciento más alto que hace un año.
En Londres, el crudo Brent, referencia europea, perdió 12 centavos y se vendió al cierre a 41,45 dólares por barril.
Durante ocho jornadas consecutivas los precios descendieron, aunque repuntaron después que el jueves se informó de atentados dinamiteros en un oleoducto que enlaza los campos de Kirkuk, en el norte iraquí, con el puerto turco de Ceyhan.
La prima de guerra, o costo adicional sobre el precio de cada barril debido a las incidencias en el mercado de la conflictiva situación en Iraq, fue estimada en cinco dólares por el Instituto de Investigaciones de Energía de Canadá (CERI, por sus siglas en inglés).
También se movió un trecho el mercado por la decisión de las autoridades rusas de sostener sobre la empresa Yukos, principal exportadora de crudo en ese país, un reclamo por impuestos no pagados de 4.200 millones de dólares, en vez de los 3.400 millones que le reclamaba inicialmente.
Yukos reportó acciones del Estado sobre 2.600 millones de dólares en sus cuentas bancarias, lo que puede afectar sus programas de producción.
Sin embargo, el mercado recogió las promesas del presidente de Rusia, Vladimir Putin, a sus pares, el estadounidense George W. Bush y el francés Jacques Chirac, así como al canciller (jefe de gobierno) alemán, Gerhard Schroeder, en el sentido de que el flujo de crudo se mantendrá.
Los promedios semanales de precios fueron de 43,24 dólares para el barril de WTI, 40,68 dólares para el Brent, y 38,13 dólares para la cesta de siete crudos de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), unos dos dólares por debajo de los valores de hace una semana, informó el Ministerio de Energía de Venezuela.
La principal razón, según el despacho venezolano, fue las liquidaciones de contratos en los mercados a futuro, oferta que movió los precios a la baja.
Los precios del crudo deberían descender un poco más y estabilizarse hacia fines de año, cuando se superen cuestiones coyunturales, indicó a IPS Francisco Mieres, profesor de economía petrolera en la Universidad Central de Venezuela.
Los precios rozaron los 50 dólares por barril a mediados de agosto, luego de que el WTI alcanzara su récord histórico de 40,49 dólares la unidad el 20 de ese mismo mes, cuando se combinaron señales de intranquilidad desde Rusia, Iraq, Nigeria y Venezuela, que animaron a operadores de mercado que luego vendieron los cargamentos contratados.
Pero las nuevas señales favorecen la calma y retroceso de los precios. Por ejemplo, Venezuela no sólo superó con calma el decisivo referendo sobre el mandato del presidente Hugo Chávez, sino que su ministro de Energía, Rafael Ramírez, vaticinó que para fines de año los precios se estabilizarán en torno de los 30 dólares.
Las alzas históricas de los últimos meses estuvieron motivadas por factores externos a los fundamentos del mercado, dijo Ramírez, para quien los precios se van a estabilizar en un ciclo de los 30 dólares, y de allí no pasarán.
La declaración de Ramírez cobra relieve porque Venezuela es, dentro de la OPEP, el ariete para que ese grupo desplace hacia arriba la banda referencial de precios que emplea desde hace cuatro años, de entre 22 y 28 dólares para el barril de su cesta.
La OPEP está integrada por Arabia Saudita, Argelia, Emiratos Arabes Unidos, Indonesia, Irán, Iraq (suspendida), Kuwait, Libia, Nigeria, Qatar y Venezuela, y prevé discutir una modificación a su banda de precios en su conferencia ministerial del 15 de septiembre en Viena.
El presidente de la OPEP, el ministro indonesio Purnomo Yusgiantoro, dijo que se está haciendo todo lo que se puede para recupera el orden y la estabilidad en el mercado.
La OPEP mantiene una capacidad disponible de entre uno y 1,5 millones de barriles diarios y sus miembros tienen planes para incrementarla en otro millón entre fines de 2004 y comienzos de 2005, añadió.
La OPEP produjo en agosto 29,6 millones de barriles por día, para un mundo que consume unos 82 millones de barriles por jornada, lo que significa que trabaja a más de 90 por ciento de su capacidad y Arabia Saudita es prácticamente el único socio con potencial aún cerrado.
Sin embargo, la demanda continúa en alza, como mostró en la última semana de agosto una caída en las existencias de crudo de Estados Unidos, de 291,2 a 287,1 millones de barriles. Las refinerías devoran las reservas de petróleo y eso asusta un poco al mercado, dijo John Kilduff, analista de la firma neoyorquina Fimat.
Para Lary Goldstein, de Petroleum Industry Research Foundation, nos hemos movido en el ojo del huracán, pero nos rodea la tormenta.